Mensaje para México y América Latina
Mensaje para México y América Latina de parte de…
Tengo un amigo de España. De vez en cuando le escribo para saludarlo.
Es el Padre Fernando Pascual, quien hace ya diez años publicó el texto \”Gente importante\” en Catholic.net. Gracias a sus palabras me di cuenta de que no quería seguir trabajando entre chacales que cada cierto tiempo se hacen chapulines camaleones.
Cada que necesité un poco de paz volví a leer ese texto. O le escribía al Padre para saludarlo. Me dio tanto consuelo en un momento difícil. A mi abuela le habían diagnosticado cáncer, y mi mamá perdió su empleo y fue humillada por orden de una bruja federal. Esto hizo que abandonáramos lo que adquirimos sin saber que vendría la crisis de hipotecas subprime en Estados Unidos.
Dicen que por algo pasan las cosas. Dejé Ciudad de México porque el amor de mi vida vivía fuera. Hoy mi mamá y mi abuela habitan un departamento cerca de grandes avenidas, a cuadras de la clínica del Seguro Social. Es complicado empujar la silla de ruedas en una colonia con adoquines, y seguido hay recortes de agua. Aparte de eso, mi mamá ya dijo que les conviene quedarse ahí por la salud de nuestra Doña Lupe.
Hoy no necesito buscar paz pues básicamente vivo en una burbuja de oxígeno cubierta con plantas. Mi esposo y mi familia no siempre, o nunca, están de acuerdo con mis decires, creencias y acciones, pero me respetan y aceptan porque eso es amor.
Este par de semanas que estuve ausente soñé, entre otras cuestiones que tal vez luego mencione, con esta frase:
El verdadero virus es la nostalgia.
Desde los fantasmas del pasado hasta hologramas del futuro. ¿Para qué ser amable con quienes manchan de sangre ajena sus propios diamantes?
Y también llegué a la conclusión de que la esclavitud perfecta son los videojuegos, en especial los freemium. Pero luego hablaré de eso y de todo lo demás.
¿Te molesta que tenga amigos religiosos? Qué pena 😀 Yo tengo amigos de todo tipo, no discrimino a nadie por su postura religiosa, política, sexual, alimentaria, etcétera.
Aquí les dejo el mensaje que mi amigo escribió desde Italia para México y Latinoamérica en estos días de desesperación por la pandemia de coronavirus.
Dice el Padre Fernando Pascual:
En medio de la epidemia y de cada tantos problemas que se van presentando a lo largo de la vida, existen luces que nos llenan de esperanza. Son personas que nos aman. Son impulsos interiores que nos llevan a ayudar a otros. Son miradas hacia un cielo donde tenemos un Padre que nos ama.
Podemos recordar la hermosa homilía del Papa Francisco en una solitaria y triste Plaza de San Pedro, el 27 de marzo de 2020:
“Al igual que a los discípulos del Evangelio, nos sorprendió una tormenta inesperada y furiosa. Nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, todos necesitados de confortarnos mutuamente. En esta barca, estamos todos” (Papa Francisco, 27-3-2020).
Y un poco más adelante, el Papa añadía:
“No somos autosuficientes; solos nos hundimos. Necesitamos al Señor como los antiguos marineros las estrellas. Invitemos a Jesús a la barca de nuestra vida. Entreguémosle nuestros temores, para que los venza. Al igual que los discípulos, experimentaremos que, con Él a bordo, no se naufraga. Porque esta es la fuerza de Dios: convertir en algo bueno todo lo que nos sucede, incluso lo malo. Él trae serenidad en nuestras tormentas, porque con Dios la vida nunca muere” (Papa Francisco, 27-3-2020).
Que Dios abra nuestros ojos para descubrir el bien que ahora nos pide, y que la Virgen María nos enseñe a confiar y a vivir siempre con esperanza. Amén.