Mes: enero 2022

El ABC de respuesta contra problemas

El ABC de respuesta contra problemas

El ABC de respuesta contra el problema que sea

La Terapia Racional Emotiva Conductual es una psicoterapia de corte breve que permite reevaluar creencias y modificar pensamientos. Y es muy sencilla de recordar por las iniciales en inglés de cada uno de sus pasos: ABCDE

A. Activating event (evento activador)
B. Belief (creencia)
C. Consequences (consecuencias)
D. Dispute (disputa)
E. Effective new believes (nuevas creencias efectivas)

Por ejemplo:

No es correcto decir que alguien te hace enojar con sus acciones que, tal vez, o seguramente, son totalmente ajenas a ti. Según el ABC de respuesta contra el problema del enojo, al racionalizar te darías cuenta de que en realidad tú eres quien se siente enojado por el comportamiento de la otra persona. La otra persona igual no se da por enterada de tu molestia, ni hace algo (o nada) específicamente para fastidiarte.

Ejemplo: Te enojas porque tal persona (que no es tu pareja) bebe alcohol, o fuma tabaco, o consume otras sustancias, o es infiel, o renuncia a su empleo, o se fue de vacaciones, o no quiere reunirse contigo en persona, etc.

La premisa básicamente sería:

¿Y a mí qué ch****** me importa?

¿Te afecta que tal persona siga usando alcohol u otras drogas?
NO. Mientras no se muera, claro. Pero es SU decisión.

¿Te afecta que tu cuñado sea infiel?
Si lo descubren, sí. O si su pareja se entera de que sabías, sí. Si la familia se separa, sí… Pero es SU decisión.

Solo piensa en cuántas personas dejaste de frecuentar por cuestiones que ni siquiera estaban relacionadas contigo.

Incluso si las acciones de otra persona fueran un ataque frontal en contra tuya, al racionalizar te darías cuenta de que es la otra persona quien vive infeliz. Al engancharte en su juego de odio y manipulación le das la satisfacción para seguirte molestando. Lo mejor que puedes hacer es simplemente bloquear y ya, sin peleas y sin reclamos.

Ejemplo: Cuando una persona inventó que yo fui a casa de su hermana y vi marihuana del novio. Esto para presionar a la hermana a invitarla a su casa… Por Dios, he visto gente convulsionar por inyectarse ketamina en un rave. Muy preocupada que voy a estar por un pachequín.

Cómo aplicar el ABC de respuesta contra el problema que sea

A continuación un ejemplo que podrás sustituir para aplicar en tu vida y comprender las bases de esta psicoterapia. El ABC de respuesta se puede aplicar prácticamente contra cualquier problema que te ocurra en este momento.

A. Evento activador
En un grupo de WhatsApp pregunté por el costo de un concentrador de oxígeno ya que mi abuela de 90 años presentó un cuadro de neumonía. Recibí muchos mensajes de preocupación y apoyo, excepto de cierta persona que supuestamente ha sido mi gran amistad.

B. Creencia
Solo porque seguimos en contacto, esta persona DEBE preocuparse por todo lo que acontece en mi vida. Debe estar al pendiente de todo lo que hago, digo y escribo.

C. Consecuencias
Me enojo porque mi amistad no me pregunta, ni en público ni en privado, cómo se encuentra mi abuela. Así que yo tampoco le hablo, no porque no me nazca (que no me nace) sino como \”venganza\”.

D. Disputa
Mi amistad puede decidir si me habla o no cuando quiera y de lo que quiera. Si yo necesito desahogarme con esa persona en específico, le escribo en privado y seguro no tarda en marcarme por teléfono.

E. Nuevas creencias efectivas
Que esta persona no me haya preguntado por la salud de mi abuela no significa que no se haya preocupado por mí en otras ocasiones. Tampoco significa que yo no le importe o que no me quiera, o que yo le quiera más, etc. La realidad es que yo tampoco le pregunto constantemente por la salud de sus antecesores ni de su familia, cómo murió su perro, etc.

¿Qué te pareció el ABC? Si te fue de ayuda, comenta y comparte.

Imagen: Smart Recovery.

Gerardo de la Torre y la o tónica

Gerardo de la Torre, profesor de Novela en Sogem

Gerardo de la Torre y la o tónica

 

El escritor Gerardo de la Torre fue mi primer profesor de la Escuela de Escritores de México, Sogem Coyoacán.

 

En diciembre de 2004 había renunciado a mi plaza en gobierno federal. Y transferí mi matrícula de la UVM a otra ciudad, todo por un sujeto que se mudó sin avisarme.
Para colmo, traía fracturado el meñique izquierdo por tratar de detener la pelea física de una pareja malacopa.

 

Mi mamá, como siempre en mis peores momentos, me ayudó a salir del gran drama. Me recordó que ahí estaba la Escuela de Escritores, a la que no entré antes porque terminar primero una licenciatura era lo normal.

 

Ya había pasado la convocatoria para entrar al Diplomado en Creación Literaria con la Generación 37. Me inscribí para comenzar 2005 en el taller de Cuento, con Alberto Chimal, y en Novela, con Gerardo de la Torre.

 

El taller de Gerardo de la Torre fue absolutamente delicioso. Ahí conocí a Santiago Rojas Valdivia y a Faustino López Rangel, con quienes sigo en contacto gracias a las redes sociales. Y me parece que también estaba ahí Mara Patricia Castañeda antes de casarse con Vicente Fernández Jr.

 

Un día cualquiera, Gerardo de la Torre me saludó diciendo \”Jéssica de la Portilla, la niña de los demonios\”.

El profe había memorizado palabras textuales mías. Quedé pasmada. Antes de Sogem, solo escribía poemas, mi querido diario Sam Neill, y “cartas perfumadas que nunca le daré”. Oh, sí: mi concepto del amor fluctuaba entre Madame Bovary y Werther, el de las cuitas. Gerardo tenía un grupo en Yahoo!, y en alguna ocasión tuve el valor (la desvergüenza, más bien) de transcribir una carta para un tal Yuri Morelos.

Dicho ente de la licenciatura de la UVM Campus San Rafael dejó de hablarme un 22 de marzo, luego de hacerme creer que estaba a punto de suicidarse; todo para que la inteligente de yo tomara un taxi, sola, de noche. Su supuesto suicidio era una fiesta chaqueta en la que me aburrí viendo cómo él y sus tíos de la banda musical \”Qué payasos\” (o algo así) inhalaban polvitos. De ese tipo de ridículos #MeToo estuvo compuesta mi vida de soltera con novio ausente pero acosador.

 

A mediados de 2005 fui aceptada para entrar con la Generación 38 al Diplomado en Creación Literaria de Sogem. En el segundo semestre tuve clase de nuevo con Gerardo de la Torre. Qué emoción. Fue una de las primeras veces que leí en público por voluntad propia. Gerardo preguntó a los compañeros si querían escuchar un cuento mío o de una \”vaca sagrada\”. Votaron por mí. Años después publiqué ese cuento, con otro título, en un especial de la revista argentina El Narratorio. Puedes escucharlo en mi canal de Youtube.

 

Gerardo de la Torre escribió el prólogo de Casi un día de cuentos, libro que nuestra generación presentó a modo de \”tesis\” el día de la graduación en 2007.

 

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Casi un día de cuentos, prólogo de Gerardo de la Torre

 

Y compartí páginas con él en el libro Fantasiofrenia II, antología del cuento dañado. \”La educación del perro\” me pareció excepcionalmente detestable, lo cual es un cumplido debido a la temática del ejemplar.

 

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La educación del perro, cuento de Gerardo de la Torre en Fantasiofrenia II, Antolog{ia del cuento dañado

 

Después de la muerte de Víctor Hugo Rascón Banda, presidente de la Sociedad General de Escritores de México, hubo una disputa por quién iba a ocupar su lugar. Escribí en este blog que Guillermo Vega Zaragoza sería una gran opción, y sin querer (como siempre) me metí en problemas con quienes querían como presidente a Gerardo de la Torre o a algún otro profesor.

 

Al mudarme a León en 2010,  me alejé de todo ese \”mundillo literario\”, como le llama Bernardo Monroy, y de sus guerras y chismes. Lo último que supe es que ahora hay dos (o más) Escuelas de Escritores oficiales.

 

Sentí mucho pesar al leer sobre la muerte de Gerardo de la Torre. En alguna ocasión terminamos en su departamento y nos presumió la hermosa edición de los libros que había publicado en aquel entonces. Fueron años emocionantes.

 

Mi vida y mis prioridades han cambiado, pero recuerdo con amor las anécdotas y lecciones dentro y fuera de clase de mis profesores, todos ellos Premios Nacionales. Es un orgullo haberlos conocido en persona, escuchar de nuevo sus cátedras al cerrar los ojos, y leerlos. Gracias a sus libros estarán cerca de nosotros siempre que lo deseemos.

 

Querido Gerardo: Gracias a ti aún reviso mis textos mil veces para evitar \”la o tónica\”. Eso, y tu facilidad para citar innumerables escritores de los que nunca había escuchado, es lo mejor que aprendí de ti.

 

Descanse en paz, profesor.