Mes: septiembre 2016

Lectura en México: algunos datos

Lectura en México: algunos datos

La UNESCO informa sobre el índice de lectura en México. De 108 naciones, ocupamos el penúltimo lugar.
El promedio en los hábitos de lectura de los mexicanos es de 2.8 libros al año, de acuerdo con el informe. Sin embargo, dudo que haya subido tanto pues, hace un lustro, los hábitos eran de medio libro al año y sólo 2% de la población la tiene como hábito permanente.
La Encuesta Nacional de Lectura arroja datos interesantes; los hábitos de lectura de los jóvenes entre 12 a 17 años son: …

Lactancia materna (y la lata de justificarla)

Lactancia materna (y la lata de justificarla)

LACTANCIA MATERNA

Y LA LATA DE JUSTIFICARLA

 
Hace una semana vinieron a la oficina enfermeras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para hacernos un chequeo anual. Peso y glucosa en la sangre (colesterol no, porque “se les olvidaron las tiritas” de control), y detección de cáncer cérvicouterino y cáncer de mama.
Le comenté a la enfermera que me atendió que yo aún no puedo hacerme el último examen pues sigo amamantando a mi bebé que ya tiene un año con cinco meses de edad. Y, como era de esperarse, la señorita salió con algo tan parecido a la insufrible cantaleta con que me han perseguido. Amigos, enemigos, parientes, vecinos, desconocidos, enfermeras y médicos, casi desde que salí del quirófano donde me abrieron en dos:

“Su bebé ya está grande. Ya no obtendrá beneficios de la lactancia materna. No le nutre. Nos llegan muchos niños bajos de peso porque las mamás les siguen dando pecho”.

Lo increíble no fue eso, sino lo que la enfermera contestó cuando argumenté que la Organización Mundial de la Salud recomienda seguir amamantando a un bebé hasta al menos los dos años de edad: “Ah, sí. Eso decía la OMS. Pero acaban de cambiar las directrices. Ahora es hasta el año, año y medio”.
¿…Es en serio? Sí: ¡es en serio que dijo eso!

La enfermera mintió vilmente sobre la lactancia materna, con algún propósito que desconozco yo.

¿Por qué una profesional de la salud haría eso?, ¿qué gana? Pero no por nada me dicen WikiJessy o JessyPedia: en cuanto me senté frente a la computadora googleé “OMS y lactancia materna”, encontrando la página http://www.who.int/topics/breastfeeding/es/ donde se lee literalmente:

“La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante seis meses, la introducción de alimentos apropiados para la edad y seguros a partir de entonces, y el mantenimiento de la lactancia materna hasta los 2 años o más.”

Lactancia materna hasta los 2 años o más.

Lo primero que hice fue copiar el link y el texto anterior y enviárselos a mi esposo por Skype. Como para que no me vuelva a decir que nuestra niña ya está grande. Que voy a retrasar su aprendizaje y competencias (él es profesor normalista, pero no de esos que golpean policías y bloquean carreteras) y no sé qué más.
También debí enviárselos a mi señora madre. Se burla ante la posibilidad de ver a su nieta con el vestido de fiesta de XV años -o de novia- y todavía “pidiendo chichi”, como decimos aquí.
De paso también tendría que habérselos enviado a:
Esa enfermera de la semana pasada.
A otro médico del IMSS que dijo que pecho hasta los seis meses de edad y no más porque “después la leche materna ya es pura agua”.
Y a mi abuela que se ríe cuando ve que mi hija literalmente corre cuando me levanto la blusa (mi niña de plano no duda en levantarme ella misma la prenda, esté quien esté presente, para exigir su parte del nutritivo botín).
A la mamá de la tía Mariné.
Al primo de un amigo, a Fulana, Mengana y Zutana…

¡Tendría que habérselos enviado a media humanidad, pues!

Hace poco regresó a la oficina una amiga que dio a luz hace dos meses. Inevitablemente le pregunté cómo le iba con el latoso asunto de la lactancia materna, porque en verdad es una lata tanto el darla como el defenderla. Y contestó que le molesta cómo el mundo entero juzga lo que uno hace o deja de hacer con su bebé. Si no le das leche te salen con el recuento de todos los beneficios de la lactancia materna. Como para hacerte sentir que no te importa tu hijo por no darle.
Y cuando le sigues dando, ¡resulta que es malo también!

Todos tienen algo que opinar sobre la lactancia materna.

Empezando por hombres como los legisladores mexicanos (muchos de ellos ni hijos tienen) que pretenden que no se venda leche de fórmula si no es con receta médica. Dizque “para promover la lactancia materna”… Cuando en realidad sólo beneficiarían a los doctores que nos darán dicha receta tras cobrarnos la consulta.

¿Pues qué se creen estos congresistas anti leche materna?

¿Que es muy fácil seguir amamantando a tu hijo –si es que acaso logras deshacerte de la interferencia de terceros que le dan leche artificial a tu bebé sin preguntarte siquiera, como me sucedió con una enfermera nocturna de la clínica donde di a luz– luego de sólo mes y medio de incapacidad laboral tras el parto?
¿Creen que una podrá dar lactancia materna exclusiva cuando la Ley Federal del Trabajo en México establece a duras penas una “hora de lactancia” al día durante seis meses tras el nacimiento?
¿Pensarán que una logra extraerse los miles de millones de litros?

Germán Dehesa, el Charro negro

Germán Dehesa, el Charro negro

GERMÁN DEHESA

EL CHARRO NEGRO

 

Cuando murió Germán Dehesa hace seis años publiqué esto:

Este post está dedicado a mi mamá, fan número 1 del Charro Negro.

Ella leía su columna sin cansancio (hoy es viernes, hoy toca… hoy tocaba).

Fue a ver su espectáculo a La Planta de Luz (¿también la cerraron por decreto presidencial 100% constitucional??? Ora hasta tenemos que comprar televisores digitales aunque estemos sin empleo, ¡pero qué NECESARIO!!!).

Y se la pasaba hablando sobre qué tal durmió Montiel -¿qué tal duermes, Peña Nieto de Gebara Farah?- y de los feminicidios de Ciudad Juárez, Chihuahua… Aunque hoy hablamos de Mexicanicidios en toda la República de Ciudad Juárez, antes México.

Germán Dehesa y Armando Fuentes Aguirre “Catón” fueron los primeros columnistas que leí cuando ni ojeaba política porque me produce ASCO.

Como escribieran El Fisgón y Helguera, hoy me da risa este sexenio, mucho más que el anterior porque Fox y Martita de perdis son pendejamente simpáticos (les recomiendo los ejemplares de “El BicenteNarco” y “Espejito espejito, ¿cuál es la mejor estrategia contra el narco?” de la revista El Chamuco y los Hijos del Averno).

Aunque realmente temo el 2012, no por “la profecía maya” sino por el ya pactado triunfo del Aerogavioto y su “Código Paulette”.

 

Ya no estará el Charro Negro de México para señalarlos.

 

Para hacer activismo social en favor de la seguridad y de la PAZ que tanta falta le hace a Calderonlandia… Qué pena que nuestro H. Presidente ya no se pueda echar para atrás y que prefiera que la marabunta se trague a sus “compatriautas” antes que reconocer que JAMÁS debió echarle agüita al pequeñísimo hormiguero.

Eeen fin. Yo que no vi ni leí noticias toooda esta semana para no saber detalles del cómo Ken encontró repentinamente a La Barbie (¿y El Chapo, CUÁNDO?). O de los setenta y tantos indocumentados asesinados en Tamaulipas y otros veintiséis más recientes, o algo así, no sé ni me interesa…

Pero hoy un amigo de Sogem escribió que la muerte de Germán Dehesa por cáncer, la enfermedad de moda, le recordaba el adiós de su padre, y yo así de QUÉ, NO ES CIERTO, ESTO SÍ ES IMPORTANTE (¿cuáles asesinatos del Soldado Bala Perdida?, ¡éste es el Gobierno del Empleo!!!).

ES LO ÚNICO QUE LE FALTA A LO QUE AÚN QUEDA DE ESTE PAÍS: QUE DIOS NOS QUITE A LOS POCOS BUENOS.

Descanse en paz Germán Dehesa y su Gaceta del Ángel. Va para ti este pequeño post, mamá, por haberle sido tan fiel a tu “novio”…