Lectura en México: algunos datos
La UNESCO informa sobre el índice de lectura en México. De 108 naciones, ocupamos el penúltimo lugar.
El promedio en los hábitos de lectura de los mexicanos es de 2.8 libros al año, de acuerdo con el informe. Sin embargo, dudo que haya subido tanto pues, hace un lustro, los hábitos eran de medio libro al año y sólo 2% de la población la tiene como hábito permanente.
La Encuesta Nacional de Lectura arroja datos interesantes; los hábitos de lectura de los jóvenes entre 12 a 17 años son:
30% dice que no les gusta leer;
61% que no tiene tiempo; y
48% nunca ha acudido a una biblioteca.
La Comisión del Senado para el fomento de la lectura manifestó en el Día Internacional del Libro que la lectura de la población general en México disminuyó, es decir, menos de la mitad de la población lee.
Estos hábitos de lectura se ven manifestados en los resultados de la prueba del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) 2012, la cual señala que México es el peor de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en educación. Nuestro desempeño en matemáticas, ciencias y, por supuesto, en lectura, es el más bajo.
Los resultados de 2012 del PISA concluyen que:
A México le tomará más de 25 años alcanzar el nivel de los 34 países de la OCDE en matemáticas, y más de 65 años en lectura. Un estudiante mexicano con el más alto rendimiento apenas logra obtener el mismo puntaje que un alumno promedio de los diez países con mejores resultados.
El 55% de los alumnos mexicanos no alcanzan el nivel de competencia básico en matemáticas, ciencias y lectura, lo que implica un retroceso en comparación con los resultados de 2009.
México se ubica en el último lugar de la OCDE y en el sitio 53 entre los 65 países que participan en la prueba.
El propósito de la prueba PISA que se aplica cada tres años es determinar en qué medida los estudiantes de educación básica, de entre 15 y 16 años, han desarrollado, construido y adquirido conocimientos, habilidades, destrezas, capacidades y competencias.
El resultado de los alumnos que asisten a escuelas privadas no fue superior a los obtenidos en escuelas públicas. La capacidad de México para brindar a todos sus alumnos la oportunidad de tener una educación de calidad es baja, sólo el 3.8% de los estudiantes logran sobreponerse a un contexto de desventaja social, contra el promedio de 6.5% de la OCDE.
Me pregunto si la reforma educativa está diseñada para enfrentar estas deficiencias colosales. Según el Secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet, la solución está en dicha reforma. ¿Será eso cierto? Él dijo que la base será la formación de los maestros como agente central del cambio educativo.
Por su parte, el INBA diseñó un programa de fomento titulado: “Leo, luego existo”, programa en el que participan actores con una trayectoria en televisión y cine, fomentando la lectura en grupos e individual.
Esta redacción aporta su granito de arena al fomento de los hábitos lectores: los invitamos a seguir los cuentos del proyecto de literatura mexicana Antologarte, Literatura Infantil y Juvenil, con la lectura de textos ilustrados de Bernardo Monroy, Manuel Arduino Pavón y Abraham Téllez España; próximamente con cuentos de Ana Segovia, Jéssica de la Portilla Montaño y su servidor Héctor Juárez Lorencilla.
Puras vergüenzas¡¡¡¡¡¡