Mes: abril 2020

Pandemia

Pandemia

Pandemia.

Hace tiempo que nuestro tiempo perdió sentido. Tantas veces nos quejamos de su falta, y ahora no hallamos qué más hacer con él.
Apenas hace un par de meses teníamos tanto por vivir. Cientos de sueños por realizar. Ya estábamos planeando las fechas exactas para ver a nuestras familias, a dónde íbamos a ir a comer y a pasear, cuántos lugares insospechados había por conocer. Vacaciones de Semana Santa con las abuelas, una excursión con amigas en el verano, regresar a las playas de Mazatlán. Cumpleaños, varios cumpleaños y obsequios que ya habíamos comprado, la renta del salón y el apartado de la comida, el adelanto de los payasos y el mago y hasta un pequeño salón de belleza para consentir a las niñas…
Pero de un momento a otro las ilusiones desaparecieron. Los sueños se fueron esfumando sin despedirse siquiera. Cualquier esperanza se diluyó ante la noticia de una pandemia importada desde el rincón más oscuro, lejano y restringido de nuestro planeta.
De un momento a otro periódicos, televisión y radio se llenaron de la palabra con c. La nueva y temible palabra con c que sustituyó a la enfermedad de siempre, esa que arrasa con el ser humano en cuestión de meses pero que se combate con quimioterapia.
El nuevo coronavirus comenzó su ataque con discreción. Un par de muertos del otro lado de otro continente. El mismo par de muertos que se ha ido haciendo legión. Un par de muertos multiplicándose diariamente.
Un desconocido, que probablemente siga vivo a estas alturas de la pandemia, escribió:

“Doce muertos, y todos pierden la cabeza”…

–Mientras no estén sus muertos o los míos entre esos doce, supongo que no hay problema.
(O al menos eso piensa la mayoría de los vivos, los que siguen vivos y que aún no se han visto obligados a enterrar a nadie.)
“Yo no creo en el coronavirus, pero pues cada quien”, dijo una señora cuando le preguntaron por qué fue al mercado de mariscos. Será que acaso confundió cuarentena y cuaresma. Ni que el coronavirus fuera Santa Claus o el Espíritu Santo.
El coronavirus llegó desde Oriente con un tsunami de desesperación a crear nuevas cortinas de humo en el deplorable y de por sí ya patético panorama internacional.

Saldo gratis por Covid-19

Saldo gratis por Covid-19

Saldo gratis por Covid-19

Sí, leíste bien:
Saldo gratis para tu celular por Covid-19 en México.
Por la contingencia sanitaria por la pandemia del coronavirus, Covid-19, las compañías de prepago están dando saldo gratis de celular. ¿Cómo activarlo?
Sí, leíste bien: Gracias a la intervención del Instituto Federal de Telecomunicaciones, IFT, u compañía de prepago en México te está dando saldo gratis para tu celular.
\"Saldo
Yo ya lo comprobé, activé mi saldo gratis con Amigo de Telcel.
Desde que comenzó la cuarentena por el coronavirus no me había depositado saldo al celular, como para qué si no estoy saliendo de casa, ¿cierto?
Para Amigo de Telcel lo único que hay que hacer es enviar un SMS al 5050 con la palabra contigo. De vuelta recibí un mensaje de texto (de hecho me llegó dos veces) con la siguiente leyenda:
\"Saldo
\”Se activó el beneficio gratuito por contingencia Amigo Contigo. Incluye 100 minutos y 150 SMS para uso nacional.
Vigencia al 23/04/2020.\”
Tomé capturas de pantalla con el mayor escepticismo del mundo a pesar de que ayer leí la nota en dos periódicos de circulación nacional. La encuentran también en la revista Entrepreneur. Lo primero que hice fue marcar al teléfono de mi casa y pues sí, tengo saldo gratis de Amigos de Telcel.
Los usuarios de Movistar deben llamar al *734256 para validar el servicio.
Y los clientes de At&t deben llamar al *611.

Saldo gratis, sí. Promociones falsas, cupones hechizos, ayudas del gobierno… No.

Seguramente han recibido, sobre todo por WhatsApp, innumerables mensajes de promociones falsas: Ayer me llegó una donde Walmart según te regala un cupón de 5 mil pesos, jajaja, sí claro. Cuando comenzó la pandemia de coronavirus en Estados Unidos recibí varios mensajes de supuesto apoyo que el gobierno nos va a dar…
¡Atención Todos esos mensajes hechizos básicamente son phishing, esto es, son links que fingen ser de la url oficial, pero no, por ejemplo un mensaje de Walmart sería de la página Walmart.com.mx, y pues no.
La primera vez caí en un enlace que me llevó a una página de Blogspot (me sorprendió mucho ver que aún existe Blogspot/Blogger. Ahí me pidieron que reenviara el mismo link a doce contactos para recibir mi supuesta ayuda de 500 dólares, lo cual me pareció tan absurdo como ganar dinero con encuestas por internet.
Poco después vi en las Noticias de Google (leo los encabezados diario) que están robando datos de los celulares con estas falsas ayudas. Lo mejor es simplemente no dar clic a ninguna URL sospechosa, y mucho menos reenviarla.
 

Fake news del Covid-19

Ya dejaré para otra ocasión mi extensa queja por los memes y fake news del coronavirus:

  • Que China ganó la “guerra fría” (¿con 3 mil muertos?, ¡no me digas!).
  • La centuria falsa de Nostradamus.
  • Que el libro bíblico de Isaías predijo que estaríamos en casa el día 26 del año 20.
  • Un supuesto discurso de Vladimir Putin amenazando al resto del mundo.

…y otro par de babosadas así.
En esta cuarentena donde todos estamos encerrados en nuestra casa, la forma en que nos hemos mantenido en contacto ha sido gracias a las redes sociales.
Y en verdad es enfadoso y frustrante entrar a Facebook y encontrarse con que ahora medio mundo está compartiendo fake news. Dan ganas de ya no entrar, de por sí solo entro a publicar y ya, pero como para enterarse de qué hay de nuevo pues no. Facebook no es ninguna fuente confiable de noticias.

Cuando el futuro nos alcance

Cuando el futuro nos alcance

Cuando el futuro nos alcance

Lic. Héctor Juárez Lorencilla.

 
El futuro es lo que todavía no sucede, lo que no ha pasado. No es objeto de estudio de ningún área del conocimiento simplemente porque no ha ocurrido.
Quienes se dicen estudiar el futuro se autodenominan futurólogos. Hacen estudios, análisis, cuentas, comparaciones, etc. Tratan de dar una explicación sobre lo que ocurrirá en un tiempo próximo.
Sin embargo, las pandemias han demostrado la fragilidad de la humanidad a lo largo de la historia cuando el futuro nos alcance. La existencia desnuda de quienes somos, nuestra banalidad, futilidad y arrogancia con la que vivimos cotidianamente.
No somos los títulos, no somos las propiedades, no somos las religiones o los sistemas políticos, no somos las ideologías ni los miles o millones de pesos o de dólares.
Somos un animal pensante indefenso, frente a otra especie. El coronavirus ha demostrado que la humanidad esta muy lejos de saber y controlar el futuro.
El rumbo tomado por la humanidad ha sido y seguirá siendo errado mientras no entendamos que las iniciativas, estudios, desarrollos, y procesos de crecimiento deben de apuntar hacia el crecimiento de la humanidad. Hacia las esperanzas como ciudadanos del mundo, la ciudadanía terrestre.
Las divisiones políticas, fronteras, religiones, sistemas económicos, políticos, ideológicos son diseños para dañarnos a nosotros mismos, separarnos, vivir con miedo, con rabia y con dolor.

No hace falta revisar la historia para darnos cuenta de que no hemos aprendido nada para cuando el futuro nos alcance:

Blancos contra negros, latinos contra americanos, pobres contra ricos, capitalistas contra comunistas, socialistas etc.
Demócratas contra republicanos, panistas contra priistas, contra morenistas y todos los contra que quieran agregar.
La lucha del hombre contra el hombre es corta, no hace falta enfrentar especies diferentes. Creemos que estamos por arriba de todas las especies, somos modernos, creativos, empresariales, industriales etc. Pero una organización de otra especie arrasa a la humanidad en días, semanas, meses y quizá hasta años.
El humano es una especie antropófaga, una especie de riesgos, una especie sin límites, una especie que crece aniquilando a la propia especie. ¿Cuál es nuestro futuro?
Para la humanidad el futuro siempre es incierto y lleno de esperanzas, buenos deseos. Pero ante la pandemia quisiéramos que el futuro se detenga, que no exista, inexorablemente el futuro incierto llegará a cada miembro de la humanidad.