Mes: agosto 2018

Clases de regularización en León Guanajuato

Clases de regularización en León Guanajuato. [embedyt] https://www.youtube.com/watch?v=OkRbKzGNkZs[/embedyt][embedyt] https://www.youtube.com/watch?v=OkRbKzGNkZs[/embedyt] ¡Aparta tu lugar! Tenemos agenda abierta para: \"🎸\"Clases de guitarra y artes. Literatura para niños. Manualidades. \"✍\" Clases de regularización, todos los niveles y materias. Nuestro método permite que el alumno aprenda a aprender para que no requiera clases de regularización más adelante. \"✍\" Club de tareas. Lectoescritura para niños. Matemáticas. \"🎈\"Problemas de lenguaje, dislalia, discalculia, dislexia, autismo, Asperger, retraso, hiperactividad. \"⚖\"Asesorías legales según el nuevo sistema. \"📋\"Actualizaciones, talleres y capacitaciones a empresas y escuelas. Información de costos y horarios: hjltextos@gmail.com Profesor Héctor Juárez Lorencilla, licenciado en: Leyes (La Salle Benjamín Franklin), Educación (Normal Cristóbal Colón), Relaciones Internacionales (UNAM). Desarrollador de proyectos educativos, conferencista y tallerista. Cuenta con 37 años de experiencia como docente, especialista en niños con problemas de aprendizaje. Resultados garantizados. Él te enseñará a aprender. Facebook: Asesorías legales y educativas. Visita su blog: Educación y leyes para todos.]]>

Volver a enamorarme de ti año tras año: nuestra octava rapsodia

Volver a enamorarme de ti año tras año: nuestra octava rapsodia

Aniversario es un volver, un andar de nueva cuenta. Comparte raíz con la palabra rapsodia, un canto que se repite o repite hazañas; además, en un lapso de tiempo, lo que vuelve cada año.
Y sí, cada año celebro que un día 27 de agosto decidí hacer mi vida aquí en León Guanajuato con mi esposa Jéssica de la Portilla Montaño, exactamente hace ocho años.

Un volver a recordar la decisión de permanecer juntos en tiempos buenos y tiempos malos.

Un volver a recordar un juramento.
Un volver a un abrazo.
Un volver a un beso.
Un volver a una palabra.
Un volver al tiempo.
Su voz, canto de sirena, me envolvió y me enamoré.
Su escritura, verso enigmático que resuena como eco.
Su palabra, misterio que resuena en mi corazón.
Su mirada, espejo mágico que llega a todo lo imaginable.
Un volver a ella cada día.
Un volver a un cálido abrazo.
Un volver a su amor.
Te amo.

Aniversario de novios número ocho con Héctor

Aniversario de novios número ocho… Hoy cumplo años viviendo en León Guanajuato con Héctor Juárez Lorencilla, mi esposo. Celebramos siempre que se puede, y hoy toca agradecer por nuestro aniversario de novios número ocho. He escrito tantas veces cómo fue que llegué aquí al Bajío, con ropa suficiente para solo tres días, exclusivamente para \”conocer la ciudad\” y reencontrarme con un buen amigo que apareció por primera vez hace ya veintiséis años y con quien hoy escribo mi destino. Cuando me di cuenta ya estábamos comprometidos solo un día después de que volvimos a vernos luego de casi trece años de ausencia. Eso es amor de verdad, o qué =D A los nueve meses ya estaba casada con el primer amor de mi vida. Y disfrutando de las nubes sin edificios, las estrellas sin smog, y ciento por ciento libre de la gripa que me daba cada semana sin falta desde que nací en la Ciudad de México. Me encanta provincia. Desde que trabajo en casa leyendo las cartas de Tarot (y ahora con el nuevo servicio de lectura de ángeles y arcángeles, que funciona como oráculo pero más bien es terapia) he podido estar todo el día con mi hija Jéssica Aranza, y además retomé la carrera de Ingeniería en Gestión de Tecnologías de la Información en la Universidad Virtual del Estado de Guanajuato UVEG.

Apenas este año he descubierto que el mundo está hecho de pequeños milagros que otros llaman magia.

Es sencillo manifestar abundancia siempre y cuando dejes atrás cualquier situación y persona que ya no funcione: relaciones de almas gemelas kármicas, amistades que no aman ni a su propia familia, vicios que hoy día se toman como inocuos. Tal y como dice el libro El secreto, del cabalista Michael Berg, ser feliz es tan sencillo como hacer todo con ganas, con ánimo de dar y no de recibir, no como obligación sino por generosidad. Y tal como dicen millones de fuentes, tener bendiciones es tan sencillo como agradecer cada día por los bienes y las personas con que contamos. Por eso es que hoy quiero dar las gracias a quienes siguen leyéndome, a quienes me conocieron como chilanga y hoy me leen leonesa, a quienes han contratado una lectura de cartas o edición y corrección de textos, a mis alumnos de inglés y regularización, a quienes me dejan saludos y felicitaciones. Y, por supuesto, el día de hoy agradezco a mi Ser Superior porque sigo viva, por demostrarme que existe a pesar de la opinión de desencantados y escépticos. A los ángeles que literalmente me han salvado de morir en más de una ocasión y que de paso me sacaron de situaciones horrendas y me alejaron de personas dañinas. Agradezco a toda la gente que he conocido, incluso a quienes se portaron de lo peor, porque algo aprendí. Agradezco sobre todo a quienes me han enseñado algo bueno, a quienes me han amado sin condiciones ni límite, empezando por mi señora madre y mi abuela. Y, por supuesto, agradezco a mi esposo por haber cambiado mi existencia para mejor, por su infinita paciencia y por todo el amor que a diario me brinda.

Héctor: Feliz aniversario de novios número ocho.

Muchas gracias por estar conmigo, por trabajar a mi lado sin salir de casa, porque hoy somos nuestros propios jefes, por ayudarme cuando tengo clientes y tarea, por enseñar a leer a nuestra hija, nuestra actual alumna de lectoescritura. Gracias por todas las maravillas que has hecho por nuestra casa, nuestro hogar. Por la suculenta comida que ya me hizo subir como cinco kilos en un mes. Cuentas conmigo en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en el emprendimiento, en el trabajo en casa con tus alumnos de clases de regularización y clientes de asesorías legales. Te apoyaré siempre en lo que sea que decidas porque lo mío es tuyo y viceversa. No solo eres parte de mi vida: eres quien le ha dado significado a mi paso por esta tierra. Un millón de gracias por nuestro aniversario de novios número ocho, por nuestro matrimonio de siete años, y por la niña loca de tres y medio que nos alegra cada día. Te amo. PD. Gracias por cocinarme el pozole verde con cabeza que estoy a minutos de saborearme.]]>

A la deriva

A LA DERIVA Jéssica de la Portilla Montaño. Somos una ola que va a la deriva en la mente del otro. Eres un charco que hago un océano cada que respiro. Vamos a la deriva como una partícula de polvo en el viento. Sin dirección ni destino, como un remolino que arrasa recuerdos. Soy tu risa incómoda, la travesura que nunca confiesas. Eres mi biografía, un momento cursi mirando a la Luna. Sigo esperando algún día mirar tu reflejo. Haces olas y mareas, a la deriva. Yo lanzo piedras al charco que me traga hasta las rodillas. Así vamos los dos, a la deriva, cada quien por su lado. A la deriva, y en algún punto muerto tal vez nos encontramos. No existe frase que no hayamos dicho, no existen sueños que no hemos soñado. Fuimos un accidente geográfico, un volcán extinto, un secreto olvidado. Eres personaje ficticio, jamás exististe, te inventé en mi insomnio.]]>

La cultura de las competencias

La cultura de las competencias

¿Por qué tanta exigencia a las escuelas en la formación de los estudiantes? Después de todo, los futuros trabajadores llegarán a empresas que en su mayoría están en condiciones deplorables, malos salarios, malas instalaciones, malos jefes, cultura de subordinación y agachamiento, la barbería, lambiscones y un largo etc.
Competencias, ¿para qué? Si el futuro de México es incierto, para qué queremos desarrollar las competencias.
¿Para qué desarrollar planes que no se cumplen?, ¿para qué desarrollar libros que no se leen?, ¿para qué formar maestros que no cambian su forma de dar clases?, ¿para qué formar a los alumnos en competencias para la vida, si la vida es la mejor escuela?
Qué contradicciones. La mayoría de padres de familia desconoce los objetivos de la educación nacional: manda a sus hijos a las escuelas y espera que se les forme para que en un futuro puedan conseguir un trabajo.
Los estudiantes salen de sus casas para ir a la escuela, llegan a la escuela para que se les formen competencias sociales y laborales, regresan a sus casas alegres de que terminó la jornada y esperan ansiosamente salir a la calle con sus amigos o ver tele o utilizar cualquier videojuego.

¿Y las competencias? Se desarrollan en la escuela, ¡claro!

Muchos maestros bien intencionados saben lo que hacen, y muchos otros hacen como que trabajan, como que enseñan; regañan a los padres de familia porque el hijo no sabe leer ni escribir, no sabe hacer cuentas básicas. Y cierran su discurso irresponsable con: “La escuela es solo un apoyo para sus hijos, los verdaderos educadores son ustedes”.
Si la intención es formar competencias para la vida, para el trabajo y la sociedad, se debe transformar todo, no únicamente los planes, programas, maestros y directivos: también los medios de comunicación, empresas, fábricas, clubes, instituciones públicas y privadas. Todo debe cambiar.
Los padres de familia deben dejar de ver a las escuelas como guarderías, deben apoyar a las instituciones educativas para que desarrollen bien los planes y programas, deben exigir que los docentes enseñen bien, exigir a los medios de comunicación que se tengan programas educativos. Y todas las instituciones públicas y privadas deben apoyar la educación de todos los estudiantes.
A los padres que no presten atención a sus hijos en el desempeño escolar, deberían cobrarles la educación, ya que esa sí es una carga para toda la sociedad. Y a los que no hacen nada por educar a sus hijos, imponerles una sanción privativa de su libertad. No merecen su libertad.

Qué exigencias deberían imponerse a los padres de familia en el desarrollo de las competencias:

1. Acudir a museos con sus hijos
2. Acudir a centros deportivos
3. Tocar algún instrumento musical
4. Acudir a academias de lenguas extranjeras
Merecemos una sociedad mejor, pero nosotros debemos iniciar el cambio.

Imagen: ElCerebroHabla

Infame corazón

Infame corazón – Liberto Guerrero He pasado los últimos mil años de mi vida deambulando como un espectro, o como su sombra, o como su feto: arrodillado, oculto, vencido y desollado. De mi pecho, cuando lo oprimo, salen ácaros y polvo nauseabundo, es un sitio deshabitado, un pueblo fantasma que subsiste de rencores ahogados con alcohol. Mi inteligencia, a falta de agua fresca, se volvió una flor marchita, sus aromas se desvanecieron y los pétalos que acompañaban mis palabras ya no llegan a mis labios, pareciera que se fueron a huelga y que solo habrán de volver cuando haya que adornar mi féretro por última vez. Y mi respiración, mi aliento, ese aire que escapa por las fauces, no puede ser otra cosa más que un débil pero sofocante viento del desierto. He vivido con miedo de levantar la voz y hacerme oír, de decir mi nombre letra por letra, aunque me sangre la lengua, y luego preguntar quién me conoce, hijos de puta; miedo de que la respuesta sea nadie, y terror también de que la respuesta sea todos. Todos conocen mi infame corazón. Me he escondido muchos siglos como un insecto bajo las piedras, o bajo el escritorio de las oficinas donde vivo, detrás de copas y copas de vino, o detrás de los archivos de un ordenador. A veces me corto las uñas y el cabello y salgo a las calles en una inútil búsqueda de sangre, de mi sangre, y de la sangre de mi sangre; pero ha quedado poco a poco salpicada en las paredes de este inframundo. Al final de la faena suspiro, contengo el llanto un momento, y después lloro por horas bajo las sábanas de mi ataúd. Por las mañanas me levanto a recoger el tiradero, azorado por el hecho de que aún queden restos de mí por amontonar, y agradecido de que cada día sean menos. Sigo adelante, consciente de que me limito a seguir los pasos que alguien más dejó estampados antes que yo. Alguien, quizá, con mejor suerte. O quizá no.  

Más textos de Liberto Guerrero en:

http://anatomiaincorporea.todomepasa.com

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Regreso a clases

Regreso a clases

Cada ciclo escolar es una nueva aventura, los niños llegan a su escuela con renovada disposición, ¿qué maestra tendrán?, ¿qué aprenderán?, ¿será un mejor año? Los papás esperan lo mejor de sus hijos, que aprendan, que sean felices, que tengan buenos amigos. El deseo de cada padre de familia también se renueva, sus esperanzas y sus ilusiones.
El tiempo pasa rápidamente, desde que nace un hijo, año con año vemos cómo van creciendo, sus primeros pasos, sus primeras letras, sus primeras lecturas, cada paso es una alegría familiar, cada logro es una esperanza. El orgullo de un padre de familia, de una madre, es que sus hijos lleven las mejores calificaciones, medallas de aprovechamiento, diplomas y reconocimientos, no por presunción sino por lo que significa para los hijos, asegurar su futuro. Desde que nace el hijo los padres tienen los mejores pensamientos para ellos, el amor más transparente y puro que puede existir, dan todo para que sus hijos logren lo mejor. Un hijo feliz es un estudiante feliz, y sus propósitos de vida tienden a cumplirse ya que cuenta con el mejor apoyo que puede tener, una mamá y un papá incondicional.

¿De qué otra forma puede asegurarse la felicidad y el éxito de los hijos?

La responsabilidad más grande de los padres de familia hacia los hijos es darle las herramientas necesarias para que tengan éxito. Y las primeras y más importantes que deben darse desde el seno materno son: amor, atención y seguridad. Esto significa hablar permanentemente con ellos, desde que son chiquitos, jugar con ellos, enseñarles hablar, a ser limpios, a ser ordenados, a darles pequeñas tareas y que se cumplan, como poner cucharas en la mesa o manteles, lavarse las manos, llevar los platos al fregadero.
Después en tiempo de regreso a clases, llevarlos, arreglarlos para que los hijos lleguen a la escuela limpios y con sus útiles completos para que puedan trabajar, dar tiempo de calidad para que los hijos desarrollen la lectura y la escritura, brindarles cuentos para que lean todos los días y desarrollen su pensamiento lógico. Contar, sumar, ordenar, seriar números y cosas, son ejercicios básicos que deben hacerse todos los días para que maduren su pensamiento lógico y no tengan conflictos en las asignaturas fundamentales de Español y Matemáticas.
Regresar a la escuela es retomar el proyecto de vida de sus hijos, proyecto que debe ser tomado con la mayor seriedad por parte de los padres de familia y no permitir que los hijos desistan de los estudios por la flojera o la desatención. Den tiempo y atención a los hijos y tendrán resultados favorables en la construcción del futuro de sus hijos. Lo contrario sería catastrófico, como lo confirman los millones de jóvenes que abandonan los estudios. La principal causa: desatención por parte de los padres de familia a sus hijos.
¿Por qué los padres de familia no prestan atención a este aspecto? Porque no lo saben, y porque los problemas propios no les permiten ver que en ese momento el mayor asunto es atender a los hijos.
A buena hora, buen regreso a clases.
 

Imagen: Jéssica de la Portilla Montaño.

Elba Esther Gordillo, santa patrona de los analfabetos ricos

Elba Esther Gordillo, santa patrona de los analfabetos ricos Y que exoneran a la Elba Esther Gordillo. Ya casi sueltan a nuestra leona dormida, a la inocente fierecilla domada que pasó un buen ratito encerrada entre cómplices y delincuentes que por una lana la atienden en su departamento de lujo. Nuestra maestra favorita, la muñequita Chanel, maniquí y modelo de los nuevos ricos, santa patrona de los analfabetas de Latinoamérica, la que en cada hilarante vídeo muestran los vicios de lectura y lenguaje que arrastran las víctimas del sistema educativo en México. En mi casa le tenemos especial cariño, pues gracias a su legado no nos falta leche con bolillo. A veces no nos damos abasto con tantos alumnos de clases de regularización en León Guanajuato cada que finaliza el año escolar o el semestre. Cada que llega un chavito de prepa o de secu que no se sabe a cuánto es igual dos por dos. Ahí es cuando Héctor y yo recordamos a a la grandiosa Elba Esther Gordillo y secuaces, máxima exponente del materialismo sindicalizado, esa que se pasea por todas partes con ropa bonita y cirugías faciales que la emparentan con Juan Gabriel, que en paz descanse. Pronto estarás de regreso, amada Elba Esther Gordillo, cereza del pastel de la corrupción en México, crema y nata de las cochinadas y del batidillo político interno, causante de que las escuelas oficiales no tengan primer año de kínder, y de que los jardines de niños se dediquen exclusivamente a enseñar juegos y demás malabares. Mientras, tus aprendices educadoras tienen la vocación de exigir a las madres de familia que enseñen números y vocales a los chamaquitos que el día de mañana limpiarán parabrisas en una esquina cualquiera.

Bendita seas, Elba Esther Gordillo, gracias a ti la educación es un negocio donde quien menos importa es el dizque alumno.

Los ábacos se venden como pan caliente pero nadie sabe para qué son, las calculadoras permiten que en la tiendita de la esquina hagan cuentas sin usar los dedos ni la imaginación. Las monografías de héroes de la Patria se intercambian como estampitas de anime japonés, con historias igual de ficticias y tan infladas como tus pómulos y tu cuenta bancaria. Mientras tanto el vulgo se pregunta por qué el país no avanza hacia adelante, cómo mover a México a donde sí nos convenga, por qué hay que vivir de las transas y por qué hay que dar mordida para absolutamente todo, incluyendo el terminar la primaria. Gracias, Elba Esther Gordillo, por no reprobar a los burros, por dejarlos llegar a sus respectivas curules. Agradecemos nuestra presumible ignorancia mientras te das la gran vida, cortesía de quienes te pagan su cuota magisterial sin detenerse a leer de cuánto es el descuento en su nómina. No tardes mucho, Elba Esther Gordillo, que ya me hartó el homóplato con h de los libros de texto de la SEP. Amén.]]>