La cultura de las competencias
¿Por qué tanta exigencia a las escuelas en la formación de los estudiantes? Después de todo, los futuros trabajadores llegarán a empresas que en su mayoría están en condiciones deplorables, malos salarios, malas instalaciones, malos jefes, cultura de subordinación y agachamiento, la barbería, lambiscones y un largo etc.
Competencias, ¿para qué? Si el futuro de México es incierto, para qué queremos desarrollar las competencias.
¿Para qué desarrollar planes que no se cumplen?, ¿para qué desarrollar libros que no se leen?, ¿para qué formar maestros que no cambian su forma de dar clases?, ¿para qué formar a los alumnos en competencias para la vida, si la vida es la mejor escuela?
Qué contradicciones. La mayoría de padres de familia desconoce los objetivos de la educación nacional: manda a sus hijos a las escuelas y espera que se les forme para que en un futuro puedan conseguir un trabajo.
Los estudiantes salen de sus casas para ir a la escuela, llegan a la escuela para que se les formen competencias sociales y laborales, regresan a sus casas alegres de que terminó la jornada y esperan ansiosamente salir a la calle con sus amigos o ver tele o utilizar cualquier videojuego.
¿Y las competencias? Se desarrollan en la escuela, ¡claro!
Muchos maestros bien intencionados saben lo que hacen, y muchos otros hacen como que trabajan, como que enseñan; regañan a los padres de familia porque el hijo no sabe leer ni escribir, no sabe hacer cuentas básicas. Y cierran su discurso irresponsable con: “La escuela es solo un apoyo para sus hijos, los verdaderos educadores son ustedes”.
Si la intención es formar competencias para la vida, para el trabajo y la sociedad, se debe transformar todo, no únicamente los planes, programas, maestros y directivos: también los medios de comunicación, empresas, fábricas, clubes, instituciones públicas y privadas. Todo debe cambiar.
Los padres de familia deben dejar de ver a las escuelas como guarderías, deben apoyar a las instituciones educativas para que desarrollen bien los planes y programas, deben exigir que los docentes enseñen bien, exigir a los medios de comunicación que se tengan programas educativos. Y todas las instituciones públicas y privadas deben apoyar la educación de todos los estudiantes.
A los padres que no presten atención a sus hijos en el desempeño escolar, deberían cobrarles la educación, ya que esa sí es una carga para toda la sociedad. Y a los que no hacen nada por educar a sus hijos, imponerles una sanción privativa de su libertad. No merecen su libertad.
Qué exigencias deberían imponerse a los padres de familia en el desarrollo de las competencias:
1. Acudir a museos con sus hijos
2. Acudir a centros deportivos
3. Tocar algún instrumento musical
4. Acudir a academias de lenguas extranjeras
Merecemos una sociedad mejor, pero nosotros debemos iniciar el cambio.
Imagen: ElCerebroHabla