Este San Valentín 2015: Entre amigos te veas (iii)

\"San


 Lee la primera parte de esta saga de San Valentín aquí:


Historias de una preparatoria católica cualquiera:

¿Te acuerdas de tu amiga la Butthead?, ¿de la Matuza (¿o Matusa?) ¿Y qué tal de la gigantona a la que tus caballerosos compañeros rebautizaron como “Shaq”? (y qué tal el poster tamaño natural que pegaste en el techo, dizque para verlo antes de dormir y así soñar con “el Chilaquil O’Neal”… ¿Y tu mamá qué culpa tenía de tus obsesiones de adolescente?)

Pues así como existen los “amigos Hallmark”, porque hay uno para cada ocasión, también tenemos los “apodos Hallmark”.

–Psss, ¿ya viste la minifalda que trae la de Biología? –te dice la Butthead.

Sí: en ese entonces “Beavis y Butthead” eran lo máximo, o al menos eso juraban tus amigas “las cool”… Nomás nunca decidieron qué era más cool: ¿escuchar Aerosmith o a Shakira?

–Sí, Butt –le contestas–. ¡Pobre Miss! (Ves que a tooodas las maestras les dicen “Miss”.) Parece porrista de los Pumas con su suéter de la Unam. Y aparte tiene las patas más flacas que la mensa de Vanessa.

(Vanessa era una chica granosa que sostenía una silenciosa guerra contra ti a causa del amor de Fulano de Tal… quien, como es obvio en esos casos, no las pelaba ni a ti ni a la otra babosa. Quince años después de tu graduación de preparatoria, gracias a una chismosita en común, te enteraste de que Vanessa se divorció porque su ex esposo la encontró en una comprometedora y horizontal situación, pero no con un chico ni con un joven ni un ruquito sino con… emmmhhh… ¿has oído el dicho: “a falta de pan, tortilla”?)

–Psss psss nel, mai. ¡Pa’ patas flacas, nadie como la de Química! –Media escuela juraba que la gritona horrorosa de Química era anoréxica, sin contar que las simonjitas la dejaban fumar en pleno patio a la hora del recreo, como si la gran cosa–. Oyesss, ¿ya vistesss que el NezaYork ya no anda sólo con la Felina?

“NezaYork”… La misma amiga chismosita se botó de la risa cuando dijiste que tu primer novio había nacido en Ciudad Nezahualcóyotl, pero no entendías cuál era la gracia pues, hasta eso, tú no eras taaan clasista como el resto de tus compañeras fresas. ¡Qué bueno que nunca les contastesss que creciste en la prestigiosa colonia Vallejo, maiii!

–¡Ah, chi! ¿Neta? –gritas emocionadísima.

Aún tienes la esperanza de que ese hijo de su eme algún día recapacite y te pida perdón de rodillas… “¡aunque sea nada más para decirle que ya no lo quiero!”.

(Y, sí: el NezaYork sí te pidió perdón cinco años después, y hasta saliste con él uno o dos meses aprovechando que estaba estudiando hasta Chimalhuacán y que tú habías conocido a un chavito pseudorrico de la universidad… ¡con carro propio y toda la cosa, o sea: uf! Total que mandaste a la goma a tu ex con el pretexto de “amor de lejos, habla por Lada”, pero más bien querías andar chido con el de la uni… Y te quedaste como el perro de las dos tortas, guau guau. Qué bueno que no seguiste saliendo con el de la uni: tus primas adolescentes le hacían burla porque el menso tartamudeaba cada cinco segundos. ¡Si te digo que tienes cada historia que contar…!)

–¡Oye, Butt! Me carcome esta duda: yo siempre veo que la Felina y el NezaYork van juntos a todas partes con la Marimar… ¿Por eso dices que no anda solo, solito con la Felina?

–Psss, ¡tonta! Es que lo dije mal, mai… A ver a ver a verrr, otra vez desde el principio: ¡Hola, Jessy!, ¿cómo estás? Oyesss, ¿ya vistesss que el NezaYork ya no anda solamente (no solo, solito) con la Felina?

¡Ah, caray!!!

–¿…o sea? ¿Con quién más anda?

–¡Pus con la Marimar, mensa! ¡Obviooo! Anda con las dos: con Marimar y con la Felina. ¿Por qué crees que les decimos “las Amigas Compartidas”?

¡Ah, chi!

Y hasta doble, si quieren: ¡Aaah, chiii!!!

¡Pero qué impresión! Abres los ojos lo más que puedes y miras a la Butthead con la misma cara que te puso la Michelle cuando le explicaste el binomio al cuadrado.

Ja: hablando de ecuaciones con dos términos, ¿no?

¡Qué onda con su “Trisomía cuadrada perfecta”!

Ahora resulta que el hulero de tu ex novio tiene no una sino dos novias. DOS. Y ambas oficiales, ¡eh! Si hasta la monja que era su titular les echó un chorote mareador por semejante atentado a la moral…

–¿Neto, Butt? ¿Pero cómo estuvo eso?

–Pus no sé bien, mai. Pero la Gusanette me dijo que el Chupacabras le dijo que Fulano de Tal le dijo que Sharinachas le dijo que el Danonino le dijo que la Shaquila le dijo que la Niña Lagaña le dijo que el NezaYork le contó tooodo todo todo. ¡Pero la neta que ya ni me acuerdo! Maldito teléfono descompuesto…

¡Uuuta, ma! ¡Inshi Butt! Tú nomás querías saber el chisme, no la ruta completa de dónde llegó tan fidedigna información. El caso es que la Butthead ya te dejó con la duda y, como casi no eres chismosa, te empiezas a fijar bien bien bien en los presuntos implicados.

Pues sí: el NezaYork, tu primer ex novio, te dejó para andar con la Felina. Pero ahora también anda con la Marimar. Y los tres van en el mismo salón, ¡y se llevan de poca! ¡Qué lindos! ¡Y qué modernos, qué prepos pubertos tan open mind!

Aunque no lo creas, ésa fue la primera parejita de “swingers” que conociste en tu vida.

Al día siguiente llega la Butt corriendo al aburrido laboratorio de Química Mi Alegría.

–Psss ya le pregunté bien el chisme a la Gusanette. Resulta que el NezaYork sí te puso el cuerno con la Felina.

–¡Nooo! ¡A poco! Jamás lo hubiera imaginado… ¡Eso ya lo sabía (so mensa)!

–¡Ah! Pero lo que no sabes es que el NezaYork le puso el cuerno a la Felina con la Marimar.

–¿En serio? ¿Y por qué andan tan felices los tres?

–La Marimar y la Felina son amigas desde Pañales y Mamilas I (léase: desde primero de kínder), así que decidieron que no había pecs y que mejor salieran todos juntos.

–¿De verda
d???

–¡Claro, Jessy! ¿Por qué crees que tu ex anda como Pancho Villa, tomado de la mano de cada una de sus viejas? Pero estaca brown: ya vimos que ese tipo tiene vocación de infiel. La pregunta es si les pondrá el cuerno con una tercera, o si además de la tercera necesitará a una cuarta vieja para sustituir a estas dos zorrillas.

¡Una prueba de que las historias más inverosímiles NO son producto de la imaginación de una mente febril! ¿Por qué siguen sin creerme que a mí tooodo me pasa?

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

A %d blogueros les gusta esto: