Exhibe New York Times a José Murat Alejandro Murat, periódico AM

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Hoy en la página 8 de la sección AM2 del Periódico AM encuentran el artículo: \”Hacen los Murat en EU shopping inmobiliario\”. Traducción: Jéssica de la Portilla Montaño.
http://www.am.com.mx/leon/mexico/exhibe-nyt-a-familia-murat-179871.html


The New York Times detalla en su edición de hoy las seis propiedades que tiene en Estados Unidos la familia de Alejandro Murat, director del Infonavit, e hijo del ex Gobernador de Oaxaca, José Murat.
Bajo el título “Familia política mexicana con estrechos vínculos al PRI y casas en Estados Unidos”, el reportaje hace un recuento de las propiedades y los métodos para ocultar la verdadera identidad de los propietarios que siempre apuntan al ex gobernador de Oaxaca y sus hijos.
Los inmuebles incluyen dos condominios cerca de un centro de ski en Utah adquiridos en 2004, otra en la isla texana de South Padre en 1984, una en Florida en 2013 y al menos una en Manhattan, de acuerdo con documentos y entrevistas realizadas por el diario.
Además, agrega, Alejandro Murat y su hermana Lorena han ocupado en distintos momentos un departamento en el complejo de lujo Time Warner con vista al Central Park de Manhattan.
La propiedad de estos inmuebles, afirma el rotativo, se ha ocultado a través de variaciones en los nombres de familiares que aparecen como socios de fideicomisos o empresas pantallas.
La esposa de Alejandro Murat, Ivette Morán, adquirió en 2007 un departamento en el número 40 de la calle 55 oeste de Nueva York, afirma the NYT.
En ese mismo complejo, añade el diario, también son propietarios Melissa Alcántara, hija de la novia de Murat Casab, y el hijo del ex Gobernador de Veracruz Fidel Herrera.
Tanto Murat Casab como Alejandro Murat negaron ser propietarios de las residencias, a excepción de las de Utah.
El diario asegura que, en cartas enviadas a “The Times” “José Murat y Alejandro Murat dijeron que la riqueza de la familia viene, en parte, de dinero heredado, y que varios de los inmuebles son propiedad de otros familiares”.
La agente de bienes raíces que se encargó de la compraventa de los condominios de la calle 55 aseveró que tanto ese como el del Time Warner les pertenecen.
“Compraron en el Time Warner antes que en la Calle 55. La familia de Alejandro tiene propiedades en el Time Warner”, declaró al NYT Louise Phillipe Forbes, de Halstead Property.

Rechaza abrir declaración
El Infonavit aseguró que su director general, Alejandro Murat, no está obligado a presentar declaración de bienes y patrimonio porque no es funcionario público.
El organismo no es una entidad gubernamental, ni forma parte de la estructura de la Administración Pública Federal, aseguró el área de Comunicación Social del Instituto.
Sin embargo, según el artículo 5 de la Ley del Infonavit, el patrimonio del organismo se integra, entre otros, con aportaciones en servicios y subsidios que proporcione el Gobierno Federal.
Se pidió la postura de Alejandro Murat, pero al cierre de la edición no respondió.
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Hacen los Murat en EUshopping inmobiliario
En el otoño de 2013, uno de los funcionarios de vivienda más importante de México escribió en Twitter sobre una campaña publicitaria que promovía hipotecas para los mexicanos de bajos recursos. El mensaje de la campaña era simple: “Lo más importante de la vida está en tu casa”.
Contenía el eslogan: “Hogares con valor”.
El funcionario, Alejandro Murat Hinojosa, sabe algo sobre hogares con valor, especialmente cruzando la frontera.
A través de los años, él y miembros de su familia inmediata -comenzando por su padre, José Murat Casab, ex gobernador de Oaxaca- han comprado al menos seis propiedades en los Estados Unidos, incluyendo dos condominios cerca de un centro turístico de esquí en Utah, otro en una playa al sur de Texas y al menos uno en Manhattan, de acuerdo con registros y entrevistas. En Nueva York, los hijos de José Murat también vivieron por periodos de tiempo en uno de los condominios más modestos en el lujoso Time Warner Center, con vista a Central Park.
La propiedad de los hogares a menudo ha sido oscurecida a través de cambios en los apellidos listados en escrituras o a través de compañías fantasma, de acuerdo a registros examinados por el New York Times. El día que el Murat más joven tuiteó sobre el programa de vivienda, documentos públicos en Florida asentaron la transferencia de un condominio de $750 mil dólares en Boca Ratón, mismo que había sido comprado a nombre de su esposa a una entidad llamada IMRO 2013 Trust (Fideicomiso IMRO 2013).
Las participaciones en bienes raíces de los Murat contrastan con la imagen que José Murat, reconocido por su poder político y atractiva personalidad, trabajó para proyectarse como gobernador.
“Llegué a la gubernatura estatal con mi esposa, Lupita, y mis cuatro hijos”, dijo un año antes de que su mandato finalizara en 2004. “Y me voy como llegué, con los mismos pantalones, con los mismos zapatos, con las mismas camisas y el mismo automóvil”.
Las propiedades de los Murat, las cuales emergieron durante la investigación del Times sobre las personas detrás de las compañías fantasma que poseen condominios en el Time Warner Center, no han sido objeto de ninguna investigación oficial y no hay evidencia de delito alguno tras sus compras. Pero las propiedades privadas de los servidores públicos de México han estado bajo intenso escrutinio recientemente por una serie de revelaciones y protestas centradas en la corrupción endémica del País.
El otoño pasado hubo un escándalo por los reportes de que un contratista del gobierno había construido una casa de varios millones de dólares para la esposa del presidente de México, Enrique Peña Nieto. Mientras que la esposa de Peña Nieto, Angélica Rivera, dijo que la estaba pagando con dinero que ganó protagonizando telenovelas, también reveló que poseía un condominio en Florida. Al mismo tiempo, Peña Nieto reveló su patrimonio de $3.3 millones de dólares en bienes raíces, alhajas, arte y otras inversiones. La semana pasada dijo que un nuevo interventor federal examinaría las compras de casas en México efectuadas por él y por su esposa.
Y en diciembre, un funcionario de Infonavit, la agencia de vivienda que maneja Alejandro Murat, renunció luego de que una imagen de su hijo con un Porsche fue publicada en redes sociales, desatando furor y provocando investigaciones federales. El funcionario dijo que la publicación era broma y que el coche no pertenecía a su familia.
Estas revelaciones se añaden al enojo generalizado por acusaciones de que policías corruptos estuvieron involucrados en el secuestro y presunto asesinato de 43 estudiantes universitarios por un cártel de la droga el año pasado. Conforme las manifestaciones se fueron propagando, Peña Nieto se tambaleó. Su Partido Revolucionario Institucional, PRI, había gobernado el País por siete décadas hasta el año 2000, y se comprometió a borrar su legado de corrupción cuando él asumió la Presidencia hace más de dos años.
José Murat, ex gobernador de Oaxaca, ha sido priísta privilegiado durante mucho tiempo. Vivió su infancia en uno de los estados más pobres de México hasta lograr una posición como agente de poder que tiene el oído del Presidente. Hubo un atentado contra su vida que algunos escépticos tachan de falso; una larga campaña para bloquear una auditoría federal del gasto estatal; y un registro de tácticas políticas agresivas. Murat, quien también ha sido legislador federal, recientemente elevó su perfil al liderar un esfuerzo de la administración de Peña Nieto para construir una agenda legislativa entre distintos partidos.
Alejandro, hijo de Murat de 39 años de edad, contrariamente subestimado y esmerado, trabajó para Peña Nieto en el gobierno estatal antes de ser nombrado para el puesto federal de vivienda. En algunas formas, el padre y el hijo representan lo nuevo y lo viejo del PRI, dijo Edward L. Gibson, profesor de la Universidad de Northwestern que estudió Oaxaca para un libro sobre gobiernos autoritarios.
“Peña Nieto podrá ser el nuevo rostro del PRI”, dijo Gibson, “pero los dinosaurios aún son parte de la coalición”.
José y Alejandro Murat negaron la propiedad de varias residencias en todo el País que The Times rastreó.
José Murat dijo que el condominio del Time Warner es de un familiar. Alejandro Murat dijo que el condominio de Florida era de su madrastra. Otro condominio de Manhattan, cuyos registros muestran que fue originalmente comprado a nombre de la esposa de Alejandro, pertenece a un tío, dijo.
En un correo electrónico, José Murat afirmó que las únicas propiedades poseídas en Estados Unidos por su familia inmediata eran los dos condominios en Park City, Utah. Fueron adquiridos en 2004 -uno por sus dos hijos y el otro por sus dos hijas- por un total de $690 mil dólares. Al menos uno de los chicos Murat era un adolescente en aquel entonces. Pero Murat dijo: “Yo no poseo de forma personal ninguna propiedad inmobiliaria, directa o indirectamente, en Estados Unidos”.
Las propiedades de los Murat muestran cómo los mecanismos legales disponibles en los Estados Unidos para poseer bienes sin revelar el nombre del propietario actual puede dificultar el rastreo del dinero. Esto puede ser un problema particular para México que, al igual que muchas naciones en desarrollo, ha experimentado durante mucho tiempo la fuga de capitales tanto lícitos como ilícitos.
The Times descubrió que los mexicanos pudientes están comprando propiedades en los Estados Unidos a un ritmo enérgico y ante pocas preguntas, incluso mientras la seguridad fronteriza se endurece contra los migrantes pobres que tratan de cruzar.
“Tienes a todos estos gobernadores yendo y viniendo, y tienen propiedades de inversión en los Estados Unidos con dinero hecho en México”, dijo Juan Ruiz-Healy, un periodista mexicano que presentaba la versión local del programa “60 Minutos” y que ha escrito sobre José Murat durante años. “Estados Unidos nunca les dirá: ‘¿De dónde proviene el dinero?’”.
En 1998, Murat, entonces de unos 50 años de edad, fue elegido para un mandato de seis años como gobernador de Oaxaca. Los gobernadores en México tienen un poder considerable, en especial debido a las grandes cantidades de dinero federal a su discreción, sobre todo en los estados más pobres, como Oaxaca.
Ha habido pocos controles sobre cómo se gasta el dinero público, y Murat tenía una reputación de control estricto de la distribución de fondos federales para las autoridades locales como una manera de mantener el poder.
Manuela Garza, quien laboró en la oficina estatal de planificación, dijo: “La distribución de las políticas y todo eso no era equitativa”. Como parte de su trabajo, Garza visitó pueblos donde la gente vivía sin electricidad, agua o atención sanitaria adecuada, y ella dijo que la percepción era que Murat “no estaba priorizando a la gente, que estaba dirigiendo el dinero hacia sus regiones”.
Poco después de que Murat se convirtiera en gobernador, una nueva comisión federal auditó el uso de los fondos federales en Oaxaca. El Congreso mexicano también propuso observar el dinero que el estado había comenzado a dirigir hacia un puñado de empresas, esto de acuerdo con registros del Congreso.
Por años Murat y otros gobernadores argumentaron que las auditorías federales eran una extralimitación del poder. Cuando la agencia de auditoría envió oficiales a Oaxaca, Murat los bloqueó. Los auditores obtuvieron acceso sólo después de una batalla legal que llegó hasta la Suprema Corte, pero para entonces Murat habían dejado el cargo. Su paso nunca fue auditado completamente.
Hace poco Murat fue arrastrado a una controversia que involucra a otros dos ex gobernadores, incluyendo a su amigo de los años 70, Fidel Herrera Beltrán, de Veracruz. Se centra en las acusaciones presentadas en un juicio por un activista y abogado de Chiapas quien alegó que el ex gobernador dirigió los negocios del estado hacia empresas de construcción. El abogado, Horacio Culebro, ha dicho que Murat y Herrera tienen intereses en esas compañías.
En el verano de 2013, los legisladores de la oposición urgieron a los fiscales a investigar las denuncias bajo el dicho “lo que vemos es una gran red de corrupción que involucra a ex gobernadores”. Un tribunal federal está decidiendo si un fiscal general estatal debe revisar la evidencia. Herrera y Murat han negado cualquier implicación.
Los mexicanos están entre quienes han utilizado cada vez más empresas fantasma y fideicomisos para mover dinero en el extranjero, dijo Geralda Buckley Kral, un asesor monetario en Zurich. Estos mecanismos proporcionan privacidad, pero también permiten a una persona negar la propiedad. “Si a él se le interroga acerca de estos activos, legalmente puede decir que no los posee porque no están a su nombre”.
El condominio Time Warner usado por los Murat es propiedad de una empresa fantasma llamada Nivea Management, constituida en las Islas Vírgenes Británicas. El condominio, comprado por un millón 760 mil dólares, fue uno de los dos que se vendieron juntos el 12 de enero de 2004; el otro costó $3 millones 680 mil dólares. Pero es complicado averiguar de quién es el dinero detrás de cualquier empresa fantasma.
John Zampino, el abogado que creó ambas empresas, se negó a identificar a los compradores, diciendo que su trabajo exige discreción. “Es una situación muy delicada, y puedo ser criticado”, dijo. “Ni siquiera puedo decir a quién represento”.
A fines del año pasado, un día después de que The Times contactó a los Murat con una solicitud de entrevista, los cuatro hijos de José Murat transfirieron sus condominios de Utah a empresas fantasma. Ambas empresas -XILA Co. y LOMA AEAI- fueron incorporadas en Florida en 2013 por la esposa de Alejandro Murat. La dirección de reenvío para una de las empresas era el condominio de Florida.
La hija más joven de José Murat, Lorena, ha sido el Murat que más recientemente ha ocupado el condominio del Time Warner Center, viviendo allí durante dos años mientras estudiaba moda en la Nueva Escuela de Diseño Parsons. Ahora tiene un blog de moda llamado The Fancy Archive (El Archivo de Lujo). El registro de la web (http://thefancyarchive.com/) lista el condominio del Time Warner como su sede.
Traducción: Jéssica de la Portilla Montaño.

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