Canción de hielo y fuego
Estaba embarazada cuando empecé a ver la serie “Juego de tronos” que tenía loco a medio mundo. Pero no aguanté tanta violencia gráfica teniendo una niña en la panza. Así que mejor empecé a leer el primer libro en la Biblioteca Central Estatal Guanajuato Wigberto Jiménez Moreno. El nombre de la saga es Canción de hielo y fuego.
Luego empezó mi incapacidad por maternidad. Y como nunca saqué credencial de la biblioteca, bajé el libro en formato pdf (¡pobre de mí!).
El resto de la incapacidad me dediqué a ver tooodas y cada una de las películas de Adam Sandler. Desde las primeras que hizo como actor secundario (una bastante estúpida llamada “Airheads”, con el feo del Brendan Fraser) hasta la aburridísima “Zapatero a tus zapatos”. Vaya, hasta volví a ver “Jack and Jill”… Por eso NOOO me extraña ni tantito que mi triste laptop haya optado por una muerte rápida. De un día a otro simplemente ya no quiso encender, buah.
Descargué el primer libro de la saga Canción de hielo y fuego.
Y después de terminarlo intenté leer varios libros más. Pero todos los dejé a la mitad: Tokio blues, de Haruki Murakami, Todo un hombre, de Tom Wolfe (y eso que repetí el megatoste I am Charlotte Simmons nomás porque me dio pereza buscar otro libro)…
Así que después de El sueño más dulce, de Doris Lessing, y Brothers, del chino Yu Hua (una maravilla que nomás no puedes soltar)… No pude leer nada que no fuera la Canción de hielo y fuego / Juego de tronos.
Cuando se descompuso mi laptop por culpa de Adam Sandler, comencé a usar la abandonada tablet que mi esposo me regaló hace como diez navidades. ¡De hecho es gracias a ella que sobreviví meses sin computadora!
Total que fui leyendo y bajando cada uno de los cuatro libros restantes de la saga:
* Choque de reyes,
* Tormenta de espadas,
* Festín de cuervos, y
* Danza de dragones.
Claro que no todos están igual de apasionantes.
Cuando empiezan a meter personajes nuevos como los krakens o calamares y a la bola de serpientes de arena, les vas perdiendo el interés porque no sabes quién es quién y sólo te interesan dos o tres personajes (amo a los Lannister, parece un cuento de hadas de alma gemela kármica). Uno comienza adorando a la Khaleesi, pero luego de cinco libros se vuelve medio Bruteesi y lo único que quieres es darle un buen golpe en la cabezota a ver si la babosa reacciona.
Ya no sabía qué leer que no lo fuera a dejar a la mitad: El señor de los anillos no estaba a la mano en mi pequeña biblioteca, El Hobbit sí estaba… PERO me acostumbré a leer en la comodidad de mi tablet, misma que luego sustituí por el Amazon Kindle, sin tener que estar cargando tres kilos de hojas empastadas.