Johnny Depp perdió contra The Sun por mentiroso y por GÜEY

Johnny Depp perdió su juicio legal contra el periódico The Sun por mentiroso y por GÜEY

Johnny Depp perdió su juicio legal contra el periódico The Sun por mentiroso y por GÜEY

 
Amo a Johnny Depp. Como todos. Es como un Toño de Valdés que adoramos desde Comando Especial. Nos enamoró como a Winona Ryder en Joven Manos de Tijera. Logró recordarnos a Madonna (o a Luis Miguel antes del dentista) en Alicia en el País de las Maravillas. El muso de Tim Burton ha protagonizado personajes espectaculares, aunque imagino que aburrió con tantos Piratas del Caribe. Pero nada como su actuación en Fear and loath in Las Vegas (Pánico y locura en Las Vegas).
Siempre querido, amado, admirado, deseado, morboseado.
Me pasó como en el temblor de 1985 y el veredicto del juicio contra Gloria Trevi:
Recuerdo exactamente dónde estuve y con quién cuando explotó el gran escándalo.
Johnny Depp, golpeador de mujeres…
¿Qué QUÉ???
Entonces trabajaba en un periódico. Había que publicar la nota e indagar más al respecto. Pero nadie, NADIE se la creía. Ni una sola persona. ¿Qué te pasa? ¿Cuál de sus ex novias se ha quejado de él?
¡Amber Heard miente! – esa fue la opinión generalizada.
Amber Heard había pasado desapercibida en lo que a mí respecta. Que Johnny Depp dejó su concubinato de años con Vanessa Paradis (cantante con un one hit wonder bailable) y a dos hijos. Que si Angelina Jolie (y luego esa bruja) le advirtió que no se casara con una cazafortunas. Etc.
 

Por supuesto que Amber Heard me cayó mal.

 
¿Mal, dije? Hasta firmé las peticiones en change.org para que la sacaran de la saga Aquaman (detesto a los superhéroes excepto DeadPool y Batman). ¡Jamás me vuelvo a pintar el cabello con L’oreal!
Luego de la batahola del divorcio y el silencio de Johnny Depp, vino la venganza: Demandó al diario The Sun por el artículo, ensayo u lo que sea. Oh, pero qué tragedia: un periódico publicó algo implicando que un actor golpea mujeres.
Quienes hayan seguido este caso, como yo que tengo el placer culpable de leer los detalles legales de las celebridades (qué quieren: nueve años y medio casada con un jurista), lo saben:
Amber Heard fue acusada de violencia por parejas anteriores. La fotógrafa Tasya Van Reed en 2009. Y seguro habrá otros novios y novias y demás que no levantaron cargos, como siempre.
Y salieron los audios donde Amber Heard ADMITE haber golpeado a Johnny Depp.
Testimonios de fuentes diversas.
Hasta videos de Amber Heard, casada, llevando a Elon Musk (el de Tesla y SpaceX) al nidito de amor conyugal.
Y así.
Johnny Depp negó haberle puesto un dedo encima a Amber. Nunca jamás en la vida y por nada del mundo…
Sí admitió, en pleno juicio, tener un problema de alcohol y de drogas.
Pero, digo:
¿Quién NO tiene un problema con el alcohol u otras drogas???
(Y quien diga que no, que esconda la colilla de su último tabaco. O la bacha. Y la última taza de café. O analgésicos opioides como el tramadol.)
Por Dios: si basta un par de benzodiacepinas para tener amnesia anterógrada.
“¿Que yo hice qué? ¿Cuándo? No sé, yo desperté y estaba ahí. Maldita cruda / Maldito bajón / Estúpido pavo frío”.
 

Johnny Depp perdió su juicio legal contra The Sun porque NO FUE DIFAMADO.

 
Pero claro que SÍ abusó de Amber Heard. Poco importa que ella también lo haya agredido. Difamación no hubo, a fin de cuentas. En Leyes, la clave es la elección de palabras. Hasta el peor criminal se libera de los cargos si el proceso se entabla de forma incorrecta.
Si eres mujer puedes lanzar el primer golpe para lastimar. O el segundo, y cuantos más quieras para intentar defenderte.
Aquí entramos en cuestiones peliagudas. Sobre todo en esta época de la Generación de Cristal. Ahora resulta que la caracterización de Anne Hathaway en la nueva versión de Las Brujas (Roald Dahl) ofende a quienes nacieron con ectrodactilia… Discapacidad de la que nunca escuché hasta que quienes nacieron con ella se quejaron de la película. Vaya: la controversia sirvió para que yo me enterara de este problema congénito.
Hoy día todo todo TODO ofende. Todo es políticamente incorrecto.
 

Algunos argumentos (totalmente discutibles) en contra de Amber Heard.

 

  1. A las mujeres nos encanta hacernos las víctimas.

Somos reinas del drama. Y desde niñas manipulamos. Chantajeamos a nuestros hijos hasta la muerte, e inclusive desde el más allá podemos hacerlos sentir culpables.
Hasta hace unos años que perdí a mi perrito Domi y comencé a trabajar con ángeles y arcángeles, dejé la conmiseración. Basta con el título de mi blog: todo me pasa, sí, pero todo lo  malo. “Todos me acosan porque estoy guapa. Todos me envidian porque soy exitosa. Pobrecita de mí, no sé qué le hice a tal persona para que me odiara. ¡Equis se quiere colgar de mi fama!”.
 

  1. Por supuesto que nos gusta provocar peleas.

¿A quién no? Pero miren nomás cómo dejó la Cobrita Luna a la pobre Barby Juárez. Todas las mujeres buscamos pelea con alguien. Porque sí. Porque es nuestra naturaleza. Y el chisme es a la mujer lo que al hombre las fotos cachondas.
 

  1. Claro que hay mujeres que golpean a sus parejas.

Habrá los que son caballeros y aguanten hasta que prefieren cortar por lo sano. Hay otros que responden… Y así nos va cuando ellos se defienden.
 
((Aquí había escrito una cuartilla sobre mi experiencia personal. Pero desde hace diez años soy tan feliz que para qué invoco cadáveres podridos.))
 
Amber Heard habrá podido iniciar muchas peleas físicas. PERO jamás tendrá la fuerza de Johnny Depp. Solo que reencarne en hombre, ja. Por muy desnutrido que Jack Sparrow esté. En la vida real, una Jennifer Lopez difícilmente mataría a golpe limpio al marido abusador.
 

Argumentos en contra de Johnny Depp:

 

  1. Hay hombres que también se hacen los inocentes.

La vístima… Su reputación lo precede… Podrá ser naco, feo, decir “amplietud” o quejarse a los treinta años de lo que su mami le hizo de niño. ¿Pero swinger? ¿Marihuano?? ¿Golpeador de mujeres??? ¡Cómo crees!
 

  1. Luego de la primera vez se les hace tan fácil.

Y esto aplica para los dos. Las mujeres también golpeamos, para comenzar la pelea o para defendernos. Y perdonamos. Nos lloran. Y los hacemos llorar diciéndoles que hasta un perro es más leal que él. Luego otra pelea que termina a golpes. Viene la reconciliación.
Y así, hasta que uno toca fondo o nada en un charco de sangre. Para la codependencia aplica lo dicho en Alcohólicos Anónimos y Narcóticos Anónimos: esto termina en el hospital, en la cárcel o en el panteón.
El abogado chupasangre de Johnny Depp eligió mal las palabras. Debió demandar a Amber Heard por haber abusado de él, y ya. Él también lo hizo. Drogado o no, borracho o no, ¿eso qué? ¿De cuándo acá el estar intoxicado te exime de haber cometido un delito?
 
A ninguno le importó el revelar detalles tan ridículos como el que alguien defecó en la cama matrimonial. O tan lamentables como el dedo desaparecido tras supuestamente aventar una botella de licor. Grafitear la pared con tu propia sangre ya es nivel experto.
Sí: experto en ser un tóxico imbécil.
La persona más tranquila del universo puede volverse un monstruo sin mayor aviso. Solo necesita toparse con alguien que saque lo peor de sí.
 

Por mal que me caiga Amber Heard, me da gusto que The Sun haya ganado.

 
La Justicia es ciega, y el Juez habló luego de examinar con detalle catorce incidentes de los cuales nosotros solo tenemos indicios.
Amber Heard podrá aventar celulares y botellas con ron.
Podrá arañar, insultar, dar bofetadas.
Puede, incluso, colocar sus delicadas manitas alrededor de una prominente manzana de Adán.
Pero, en definitiva, todos los Johnny Depp SIEMPRE tendrán más fuerza física que una mujer.
Es cuestión de simple genética.
 

LA IGUALDAD DE GÉNERO ES UNA MENTIRA DE LAS “FEMINISTAS”.

 
Por más que yo esté con mi hermoso saco de box Orenday, hasta el más ñango y hambriento de mis vecinos hombres podría dejarme tirada en el piso. Por más que haga las rutinas de box de Nike Training Club y por más que me entrene la mismísima Slim Hiller para matar a Billy Campbell.
Tal vez Soraya Jiménez sí pueda romperle su mandarina en gajos a mi vecino el ratero. En chinga le arranca la peluca a Carlos El Capi Pérez… Pero imaginen a la atleta jugando a las manitas calientes contra Vin Diesel o Terry Crews.
Una mujer deportista difícilmente podrá madrear impunemente a un hombre promedio.
Alguna atleta o fisicoculturista tendrá más posibilidades de ponerle una buena paliza a un hombre de fuerza regular. Pero JAMÁS vencería a un hombre de su nivel. Aquí no aplica lo de “ponte con alguien de tu tamaño”. Y, por regla general, las mujeres latinas somos mucho más chaparras que nuestras contrapartes masculinas.
No dudo que Amber Heard realmente haya sentido que su vida corría peligro en más de una ocasión. Por supuesto que no hay forma de salir de la casa o del continente si el pendejo en cuestión no te deja. Imagínate tú, con tus cincuenta o sesenta y tantos kilos en dieta permanente, que haces Yoga y Pilates para cuidar tus articulaciones… con un gorila de setenta y tantos kilos o más encima de ti. Inmovilizándote.
O propinándote un rodillazo en el estómago.
 

Por supuesto que es más fácil golpear, violar y matar a una mujer.

 
Y en México, ni se diga.
Si quisieras acusar a tu ex pareja por violencia doméstica, qué crees: que no aplica. No existe sino el delito de lesiones. No aplica la prescripción pues se debe denunciar inmediatamente (cinco o diez años después que por fin andas de “empoderada” —odio esa palabra—, ni al caso). Y depende de la gravedad de las lesiones: si hay cicatrices visibles, daño de órganos, etcétera.
Por eso es que nadie denuncia.
La única vez que acompañé a alguien a Atención a Víctimas, una mujer le dijo que su nariz golpeada y mi dedo roto había sido su culpa. Culpa de la agredida.
Veamos ahora qué sucede con Eleazar Gómez, aprehendido ayer por intentar estrangular a su novia Stephanie Valenzuela. Hoy día ya está en el reclusorio…
No dudo que haya sufrido algo parecido Danna Paola, quien fue sexualizada desde los 13 años de edad por sus propios padres y la revista Quién.

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