KFC y su excelente atención al cliente
No voy a hablar bien de KFC México (antes Kentucky Fried Chicken) nada más porque me dieron un Megabox de cortesía…
Tampoco estoy escribiendo un comercial. Bueno fuera que una empresa como ellos me pagara por publicar en mi blog, jaja.
Pero he de decir que estoy muy, MUY contenta con ellos.
Más o menos mayo, ya en plena pandemia y todo, empezaron a pasar sus comerciales de servicio a domicilio. Yo duro y dale con que iba a pedir algo, y nada. Se me iba la onda. Y como en León todo está lejos, por el coronavirus casi no salimos, y según yo solo hay un KFC cercano a mi casa, a unos 30 minutos.
Aquí debo decir que desde niña soy fan de KFC. Me puedo comer cinco purés con salsa gravy tamaño familiar sin problema. Bueno, el problema es después por el dolor de panza. Pero me encanta, es mi puré favorito en el universo. Ni el mío queda tan bueno. El del Sirloin Stockade se parece bastante, ¿pero quién va a comer puré de papa en un bufet? (solo yo, jeje). También me encanta la ensalada de col, que aquí llaman repollo. Tengo recuerdos de infancia comiendo elotes amarillos en KFC con mi abuelita Lupe.
Hace unos meses KFC sacó la publicidad de Play Box y Play Bucket. Desde niña soy fan de los comerciales, solo por eso prefiero ver televisión abierta que en demanda… Me gustaron tanto los anuncios: una pierna de pollo con anteojos y que baila, como las latas ochenteras de Coca-Cola, ¡siempre quise una!
Cada vez que salían en la tele, Arancita me gritaba: \”¡Mamá, tu comercial!\”. Mi hija y yo somos felices viendo publicidad.
Por fin me decidí y le pedí a un amigo que tiene Uber que me trajera un paquete, y zas. Decepción total. No diré exactamente qué pasó para que no anden de copiones, pero digamos que mandé evidencia fotográfica a KFC de un problema en el servicio de mi sucursal más cercana.
Cuál no fue mi sorpresa cuando KFC me contactó por mensaje directo para pedirme mis datos.
Megabox de compensación
Al día siguiente una señorita se puso en contacto conmigo vía telefónica. A modo de compensación me darían un paquete Megabox: tres piezas Cruji, un puré y una ensalada individuales, un bísquet original y una lata de refresco.
La lata me la tomé en el carro, jeje. Nunca una Coca-Cola me supo tan rica, tal vez porque casi no bebo refresco. Pero qué delicia. Fue hace un sábado que llegué a otra sucursal de KFC en León, me llamaron por teléfono para que preguntara por tal persona, y salí de ahí feliz de la vida con mi bolsa de comida.
En verdad me quedé sorprendida. No porque me haya ganado algo “gratis”, sino por la excelente atención de KFC México al saber de mi queja. Lo que menos esperaba era poder disfrutar un rico paquete de pollo frito sin costo alguno.
Tan traumada estoy tras esta experiencia, que busqué en internet la receta de la ensalada de col. No la hice exactamente igual, y la verdad es que me quedó espantosa. Ya tiene en el refri como tres días. Para la otra mejor voy a KFC por una. Gracias a la estúpida pandemia solo salimos a hacer pagos, e ir al supermercado en familia es casi casi una cita romántica… Pero el servicio a domicilio siempre resulta conveniente, sobre todo fuera de Ciudad de México donde no hay una sucursal en cada esquina.