Cuentos infantiles ilustrados:
Un trompo de aire
De: Jéssica de la Portilla Montaño.
En exclusiva para AntologArte, Literatura Infantil y Juvenil.
Ilustración: abtuno.
TodoMePasa.com
–¿Alguien sabe qué es un huracán? –¡Un trompo de aire que sirve para volar! Varias niñas rieron. Otras, abuchearon. Mariela se recostó en su pupitre con la esperanza de que nadie la viera. –¿Quién dijo esa tontería? –Ash. –La alumna más odiosa se puso de pie para señalar a la culpable. –¡Quién más iba a ser, Miss! [caption id=\"attachment_1048\" align=\"aligncenter\" width=\"768\"] Cuentos infantiles ilustrados: Un trompo de aire, Jéssica de la Portilla Montaño (México).[/caption] En el carro, la mamá ojeó el reporte. –“Imaginación excesiva, alejamiento de la realidad, se solicita evaluación psicológica”… ¡Ay, niña! Te he dicho mil veces que la magia no existe. ¿No entiendes? –¿Y las sirenas, mamá? ¿Y las haditas? –¡Que no existen, niña! Ya deja de leer tonterías y mejor ponte a estudiar. Mariela cerró con seguro la puerta de su habitación. Guardaba el cuaderno azul en un cofre bajo la cama. En una hoja blanca esparció pétalos de tulipán antes de escribir con zumo de limón: “Estoy en el salón de clase. De pronto, un trompo de aire del tamaño de un gato atraviesa la ventana y atrapa a mis compañeras. Se van volando hasta… ¡Cancún! ¡Sí! ¡Hasta Cancún!”. –Qué raro… Vamos a esperar a que lleguen, ¿no? –¡Sí, Miss! –Bueno. Ponte a leer lo que quieras mientras califico exámenes. –¡Sí, Miss! La niña abrió su mochila para tomar el libro de Hans Christian Andersen. [caption id=\"attachment_1047\" align=\"aligncenter\" width=\"768\"] Cuentos infantiles ilustrados: Un trompo de aire, Jéssica de la Portilla Montaño (México).[/caption] Dos horas más tarde, el Director del colegio entró al salón. –Carmina… ¿Carmina? ¡Despierta! La profesora abrió los ojos de golpe. Mariela se aguantaba la risa. –Te hablan por teléfono. De larga distancia. ¡Dicen que son tus alumnas!
Jajajaja¡¡¡ este cuento siempre me encantó, ojalá y así, con solo desearlo desapareciera la gente nefasta de tu vida y apareciera en otro lado, lejos de ti, aunque yo no las mandaría a Cancún, es como un premio. Las enviaría a otro lado.