Hoy hace seis meses llegaste connmigo. A estas horas ya estabas en mis brazos, dormida o llorando, no sé, los recuerdos son confusos gracias a la doble dosis de anestesia y veintitrés horas de \”parto natural\” que terminaron en dolorosa cesárea.
Pero ahí estabas. Desde que desperté en el quirófano los médicos me señalaron el lugar donde te encontrabas. Lo primero que vi fue tu cabello negro, idéntico al de tu padre, las mejillas rojas, ojitos hinchados y ese rostro enojado de \”¿Qué demonios hago aquí?\”.
La segunda en conocerte en el hospital fue tu abuela Blanca, quien ha viajado del DF a León cada tres semanas para que tú la conozcas a ella.
Después, el jueves 26 de marzo, por fin dejaron entrar a tu abuelita Lupe, quien no nos visita con tanta frecuencia debido a su latosa salud.
Y con ella llegó tu papá, quien se asombró al cargar al pequeño ser al que juntos dimos vida.
Hoy que es tu \”medio cumpleaños\”, quiero agradecerte por todo lo bueno que has traído contigo, porque -cuando no tienes hambre- despiertas con una sonrisa y te carcajeas si muerdo tu pancita.
Gracias, Jéssica Aranza, por habernos elegido para cuidar de ti.