Les contaba cómo nos fue de Año Nuevo 2015:
Fuimos a dar una pequeña vuelta al centro de León, pequeñísima porque todo todo estaba cerrado, así de buuu, yo con antojo de un cappuccino descafeinado o de perdida un heladito pa\’l frío y no, nada, había poca gente si se compara por ejemplo con el día de muertos que media humanidad cae para comprar alfeñiques.
Así que tomamos algunas fotos, admiramos el bello paisaje, y nos fuimos directo a la casa.
Tifón nunca sale en las fotos jajaja. No es que yo diga que está negro ni que lo discriminemos por su hermoso color, pero en verdad casi nunca sale en las fotos. Estrenó su traje de Chapulín Colorado…
…pero para lo que le duró: en la semana encontré ese y el traje de abejita de Domi tirados en el patio, ya sin las bolas de las antenitas de vinil.
¿Quién fue el culpable?
Como sea, esa última noche de 2014 se veían monos y estrenando ropita. El Domi es un relajo de perro al que literalmente le encanta la fiesta, mientras Tifón apenas está aprendiendo a dejarse acariciar. Desde que me lo traje a casa de un Adoptón de Fundación Animare León, no ha aprendido más que a sentarse cuando se lo ordeno. Pero vamos bien porque hasta a mí se me escondía. No queremos ni pensar qué tantas cosas horrendas le habrán hecho en sus vidas anteriores, basta decir que tiene como fracturado un hueso de su colita =( El Domi tardó unas semanas en aceptarlo, y ahora andan de un lado para otro mordiéndose y felices de la vida.
Mi mamá y mi abuela, felices de estar una vez más en León compartiendo con Héctor (que no sale en las fotos porque alguien tiene que tomarlas), con Aranza (antes conocida como \”La Panza\”), con mi Chapulín Colorado y mi Abejita, y por supuesto conmigo (la mejor hija y nieta de todo el universo, jaja).
Lo mejor de todo vino después: LA CENA.
A mi esposo le encanta presumir sus dotes culinarias, ¿y quién soy yo para decirle que no prepare semejante deliciosidad? En esta ocasión se aventó su clásico pozole verde de tres carnes (pollo, res y cerdo), simplemente increíble. La receta es algo así como un secreto que ni yo conozco, buah. Y ya saben que lo mejor de la cena de Navidad y Año Nuevo es el recalentado, que dura como cinco días jaja. Por si la nutrióloga del IMSS que me hace bullying se pregunta por qué subí como 5 kgs nada más durante las fiestas.
Las clásicas \”selfies p\’al Face\”.
Mientras tanto, el Domi Abeja buscaba comida en el piso. Chéquese mi improvisada mesa de centro: la caja de cartón en la que mi H. empresa nos dio la cena, y arriba la caja del juego de sartenes de cerámica que le regalé a mi familia (lo divertido fue cómo cargaron con todo y regalos en el camioncito de regreso a la Ciudad de México).
Mientras tanto, el Domi Abeja buscaba comida en el piso. Chéquese mi improvisada mesa de centro: la caja de cartón en la que mi H. empresa nos dio la cena, y arriba la caja del juego de sartenes de cerámica que le regalé a mi familia (lo divertido fue cómo cargaron con todo y regalos en el camioncito de regreso a la Ciudad de México).
¡Ese Domi! Quien lo vea dirá que en serio en serio no se le da de comer ni media croqueta remojada en agua. ¡Se pasaaa!