Verdad a la mexicana

Verdad a la mexicana

En estos días tan acuciantes, la verdad del 2 de octubre de 1968 o de los 43 de Ayotzinapa o sobre la corrupción del sexenio de Enrique Peña Nieto, se demanda, se exige a través de comisiones de la verdad, se solicita a través de averiguaciones que no alteren o falsifiquen los hechos.
La violencia generada y la inseguridad cotidiana ha hecho que grupos sociales tomen la justicia por su propia mano, alejándose de la verdad. Se manifiesta un encono social por todos estos hecho de la política. Andrés Manuel López Obrador AMLO prefiere paz y amor, olvidar la verdad, el crimen, el delito, los hechos de violencia y de injusticia, ¿será lo correcto? ¿Será eso lo que espera la sociedad dolida?, ¿será esa la actitud que debemos tomar todos los ciudadanos?, ¿será la nueva forma de vivir, olvidar el daño causado por personas inmorales, delincuentes, asesinos y dar pie al nuevo día?, ¿será esa la verdad?

Nada más lejos de la verdad.

El perdón no borra la verdad, la enfrenta. La sociedad dolida, la sociedad de luto no quiere olvidar, dejar atrás las cosas como si nada hubiera pasado. La sociedad quiere la verdad, exige la verdad, necesita la verdad. ¿Qué sociedad del siglo XXI quiere la mentira?, ¿qué sociedad quiere abrazar la falsedad y vivir como si no hubiera pasado nada?
Los desaparecidos de Iguala. ¿Dónde están? ¿Quién los ocultó?, ¿por qué ninguna corporación civil, pública o internacional los encuentra? Dónde están los jóvenes del 2 de octubre de 1968, ¿cuántos murieron? ¿Quiénes los asesinaron?, ¿se tiene el nombre de los asesinos? Ningún soldado fue fusilado o encarcelado por haber atacado a civiles. Esas manos asesinas siguen ocultas y formaron y forman parte de las instituciones que deben proteger a la sociedad y no asesinarla.
El poder enferma y la cura es la verdad, pero los políticos prefieren la enfermedad, prefieren los síntomas de descomposición que la cura. Ocultar siempre la verdad por el bien de la nación es una imbecilidad, ocultar la verdad hace cómplices a todos los que la conocen, los vuelve delincuentes. Dejar pasar la verdad es peor que ser cómplice, los vuelve cobardes, mentirosos, deshonestos y peor que los delincuentes. Para un Presidente, el camino aunque doloroso y peligrosos es la verdad.
La historia de México y las decisiones de los presidentes y políticos mexicanos es que prefieren la mentira, la falsedad, lo mendaz, antes que la verdad, antes que la realidad, antes de lo honesto.

Saber la verdad nos conduce a lo justo y correcto.

Este binomio es al que más le temen las personas: verdad y justicia. El mexicano dice ser valiente, bien macho y que busca siempre la verdad; sin embargo, los hechos demuestran que la mayoría de mexicanos prefiere la mentira y la ocultación en todos los niveles. No es gratuito que  México tenga niveles bajos de procuración de justicia y que nuestra historia sea una falsificación de la realidad. Existen miles de empresarios que engañan al fisco, miles de empresarios que engañan a sus trabajadores, miles de trabajadores que hacen simulaciones de trabajo, miles de obreros que a la primera oportunidad roban al patrón, miles de delitos diarios que quedan impunes.
Será que la solución es darle la espalda a la verdad, paz y amor y lo que sigue…
No, no y no. Debemos como sociedad empezar a  ser más dignos y enfrentar la verdad con valentía, así se llega a la justicia y a la construcción de una sociedad sólida y correcta.
 

Imagen: Explosión Sandía.

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