Fiesta perfecta: comida, invitados, globos… ¿Qué necesitas?
Todos alguna vez hemos armado una fiesta. Y por supuesto, lo que más nos importa es que salga perfecta.
Ya sea una fiesta de cumpleaños, aniversario de novios o de casados, graduación, un Halloween, o algo más tradicional como la cena navideña, o mucho más destrampado como una loca celebración de Año Nuevo.
La importancia está en los detalles: cuidar desde la comida hasta los recuerdos, sin pasar por alto la lista de invitados (no queremos que se cuele algún indeseable, aunque siempre hay por ahí algún gorrón que resulta ser primo del amigo del sobrino del nieto de un vecino al que ni siquiera le hablamos). [caption id=\"attachment_817\" align=\"aligncenter\" width=\"750\"]
Cuando se trata de fiestas para niños, la decoración resulta indispensable. Prácticamente será lo primero que ven nuestros invitados, además de fijarse en la ropa y peinado del celebrado (nada peor que un niño chamagoso, todo embarrado de, amhhh… Hoy mi hija se batió ropa, cabello y rostro de fresas con crema. Justo después de que la bañé). Para mi baby shower, por ejemplo, mi esposo compró bebés hechos de foami y carteles que decían \”¡Es una niña!\”.
Después de mucho discutirlo, decidimos que el mejor lugar para hacer la primera fiesta de cumpleaños de Aranza era aquí mismo, en la casa, aprovechando que a mi esposo le fascina cocinar –hace poco le dije de broma que él invita a sus amigos nada más para poder cocinarles, no porque le interese reunirse con ellos-. Yo, como siempre, me encargué de hacer las invitaciones a mano, que más bien terminan siendo recuerdos porque obviamenteee no le vas a dar una invitación hecha a mano a alguien que no llega y que ni siquiera avisa que no piensa llegar. También intenté hacer centros de mesa de Twin Little Stars, mis personajes favoritos de Sanrio, pero me tardé años con las invitaciones-recuerdos, así que solamente me dio tiempo de hacer un centro de mesa que con el viento de León Guanajuato salió volando al primer chiflón. Los globos fueron otra historia. Yo quería comprarlos ya inflados con helio para adornar las mesas, pero Héctor consiguió algunos en las tiendas del centro y una bomba de aire de segunda mano que después adquirimos para inflar la alberca que nos regaló la abuelita Blanca. Claro que la bomba no era de helio sino de aire industrial contaminado de León, jeje. El problema fue inflarlos con esa bomba mecánica porque es harto cansado, tampoco sabíamos cómo amarrarlos para que no se desinflaran, y a fin de cuentas al menos la mitad de ellos se rompieron porque eran de baja calidad o los inflamos de más, y de plano optamos por pegarlos en la pared, así, desinflados, para que no se desperdiciaran y al menos se vieran bonitos. [caption id=\"attachment_818\" align=\"aligncenter\" width=\"750\"]

Qué hermosa se veía mi bebé cuando cumplió un año. Aunque ha sido hermosa desde que nació y cada día más la AMO¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡