Desde que salí del hospital duermo diez, doce horas al día, y me siento cansada por la cantidad de estupideces que sueño:
…con ese chico guapo de 21 años que me declaró amor cuando yo tenía 14 y no me cabía en la cabeza que alguien sano se pudiera fijar en la gran basura que siempre me consideré;
…con ese otro chico guapísimo que se fue a otro país y que me invitó a visitarlo, y que terminó viviendo tres años con una groupie que sí dejó todo para irse con él hasta allá (mientras, yo cortándome las venas, literalmente hablando, por \”la nueva golfa de turno\” con que mi ex prometidooo intentaba demostrarme su cuestionable amor).
Luego de haber escrito en mi blog en inglés los pretextos que tengo para no escribir más cuentos o novelas (http://english.todomepasa.com/2012/02/have-you-ever-liked-something-you-kinda.html), soñé una historia medio erótica que pensé que valía el intento de recomenzar el show: escribir el argumento de principio a fin y luego darle tratamiento literario…
Mis colegas en el DF andan felices de la vida en la Feria de Minería, aquella que me hizo tan feliz cuando presenté el sonado libro de Fantasiofrenia II, Antología del cuento dañado. Podría decirse que estoy viendo pasar la vida que soñé para mí en los textos publicados de escritores que admiro pero que a la vez me hacen sentir rezagada; como decía aquella dizque enemiga mía: soy la escritora que no escribe nada, jaja.
Sí, sí escribo en mi blog, y con eso he sido medianamente feliz, debrayando tonterías políticas y una que otra personal… Lo que no logro entender es por qué demonios NECESITO escribir literatura cuando escribir ha sido más un trauma que un gusto (\”liked something I kinda hate\”). En la extinta Escuela de Escritores de SOGEM Coyoacán -y que conste que nosotros les advertimos que esa escuela estaba por valer gorro- nos adoctrinaron con que si te sientes escritor es porque estás medio enfermito de la cabeza, y si acaso te animas a intentar ser escritor mejor date por mentalmente muerto.
Llevo más de un año, luego de ese último concurso al que le entré en mayo y que nada, puras habas; desde entonces cada día despierto pensando qué pinche historia puedo escribir, que valga la pena el intento y que tenga futuro en términos editoriales. Tengo dos novelas terminadas y un libro de cuentos (más otro inédito), están a la venta en formato electrónico en Amazon Kindle, pero no les he dado difusión suficiente o no he hecho una presentación o tal vez simplemente no tengo el \”currículo necesario\” para que alguien considere siquiera comprarlas, léase que no tengo un libro mío de mí publicado \”en papeeel\” como para hablar de mi graaan y envidiable trayectoria, jajaja. Mi última novela, In Crescendo, robó TRES AÑOS de mi vida entre correcciones y replanteamientos, y definitivamente me dejó agotada y sin ganas de inventarme nuevos personajes con nuevos conflictos a resolver, ¿para qué?, ¿para que terminen en la carpeta de \”Novelas inéditas\”?
Me he entretenido con la ingeniería virtual, aunque soy desidiosa y agarro el paso dos semanas antes de los primeros exámenes, pero ahí voy (las últimas calificaciones: 95 Contabilidad financiera, 91 Gestión Estratégica Organizacional, 89 Cálculo Diferencial). Estoy contenta de tener con qué desaburrirme en un Rancho-Pueblo donde no tengo \”permiso\” de salir sola a la calle por aquello del crimen organizado (yo que viajaba en Metro y Trolebús y nunca pasé de sustos menores, bah). Mi esposo no quiere que trabaje para que me ponga a escribir… pero:
Desde que corté no por lo sano mi última relación tóxica (¡maldita sea Lady Gaga y su alegrísima \”Bad Romance\”!) y huí a mi Rancho-Pueblo -obvio que nunca jamás viví en Estados Unidos, fue la mentira más creíble para que mi ex prometidooo dejara de insistirme y de fregar en casa de mi jefa-, no decidí conscientemente cambiar, pero cambié: dejé mis actitudes ridículas, mis reacciones Borderline (BPD = TLP), dejé de estarme jodiendo física y emocionalmente… y entonces perdí \”mi estilo\”, JAJAJA, mismo estilo que según vomitaban los \”acosadores\” de Facebook que chuleaban mis fotos. Valieron gorro los proyectos literarios que construí desde adolescente: la triste historia de dos primas violadas por el papá cartero -sí sí, los mismos personajes de mi cuento premiado por la UAM, \”Crímenes de Familia\”-, aquella novela porno-gore sobre swingers, escorts y ligues online que lamentablemente conocí tanto en mi relación anterior; aquel otro proyecto sobre la chica suicida que se enamora de un chico que resulta ser la Muerte que ella misma buscó durante años, bla bla blaaa. No sé, simplemente ya no se me daba pensar en esas cosas. Gracias a mi autoterapia con el Tarot y al amor de mi esposo resolví muchos de mis conflictos existenciales, pero por ahora me encuentro en una vil nada donde soy feliz escribiendo en mi blog aunque no tan feliz por no estar escribiendo \”el libro que México esperaba\”, ¿me explico?
Siempre me jacté de no tener amigos, de no necesitarlos, de que gracias a mi antisocialidad -por no decir asocialidad- había comenzado mi queridísimo diario Sam Neill, el gran trampolín para aprender a escribir lo que realmente bullía en mi interior. Cuando publiqué en Amazon Kindle comencé a transcribir esos viejos diarios con intención de publicarlos, pero así de nel, son mis secretos y de la gente que me conoció en mis otras vidas y tampoco me interesa que ahora sí me demanden en serio, ¿verdad?
Hace poco llegué a la conclusión de que ahora que no vivo \”rindiendo culto al pasado\” (como escribió la gran Kala Ruíz en mi horóscopo diario) es hora no de publicar esos diarios sino de quemarlos, quemarlos todos. Alguna vez pensé en reescribirlos de la manera feliz y alegre y la la laaa en que me hubiese gustado vivir toda esa sarta de estupideces, pero el pasado está ahí y quemar esas cincuenta y tantas libretas sería tan liberador… Aún me pregunto si antes debiera leerlas para recordar que esto y aquello, los pocos momentos felices y bla bla, pero viví tantas cosas que no vale la pena recordar y más porque quienes compartieron momentos mágicos y traumantes conmigo ya no están aquí.
Cuando iba en la preparatoria y no tenía internet, decidí que quien quisiera saber de mí pues que me buscara; ahora resulta que luego de años de que me demostraron desinterés y de pronto nos encontramos, ¡chin!, me salen con la patraña de que \”siempre se preguntaron qué había sido de mí\”. Pues bueno: uno de mis propósitos de año nuevo que SÍ he cumplido fue precisamente no estarme preguntando por la gente con que aún sueño (la ex mejor amiga que se fue a Argentina sin decir adiós, la ex mejor amiga gorda que me dejó de hablar porque su guapo quiero-que-sea-mi-galán me tiró el can -claaásico de los clásicos en mi historia-, la que no me invitó a su boda porque no me encontrara con la amiga gorda… el ex mejor
amigo que me dejó de hablar cuando lo encaré sobre si había \”molestado\” a mis primas menores cuando dormidas, la ex prima que agüitó mi boda porque no le pareció que le dijera que deje de estarse acostando con chavitos por respeto al papá de sus niños, el dizque amigo que me salió con que qué hago estudiando ciencias cuando él quiere que me ponga a escribir, JA JAJA, ni que fuera mi esposo para obligarme a hacer algo o no).
Tengo la ventaja de que ya soy inmune a las canciones tristes.