Creí que habías huido para siempre, Nostalgia. Hace tanto te anoté en mis pesadillas de ayer… Finjamos que es el descenso de grados centígrados, que basta con un París, una playa o San Miguel de Allende; pero otra vez llegas y me abrazas con tu disfraz de Tristeza.
Las palabras que aún quedaban, tantas historias… hoy sólo tengo letras inconclusas y algunos borrones.