Prueba de estrés del amor – Modern Love (Amor moderno)

The New York Times Traducción: Jéssica de la Portilla Montaño. Hace varios años, en una hermosa tarde de San Valentín en San Francisco, una amiga y yo decidimos visitar la Academia de Ciencias de California. El museo tenía temática de amor para la ocasión, con conferencias sobre citas y exhibiciones de vibradores antiguos, artilugios que parecían dispositivos de tortura medieval. Luego de examinar los juguetes sexuales históricos con creciente horror, deambulamos a una conferencia donde una mujer estaba compartiendo los pros y contras de varios sitios de citas en línea. Su plática hizo que mi amiga sugiriera que yo creara un perfil en OkCupid. Acababa de mudarme al área de la bahía y quería conocer gente, pero no estaba lista para citas. Así que en la sección de \”Deberías enviarme un mensajes si-\” escribí un párrafo sobre por qué alguien no debería mandar un mensaje. Al principio de mi lista: \”No me envíes un mensaje si estás interesado en citas\”. Un par de días después, recibí un mensaje de alguien que afirmaba que teníamos mucho en común, pero insistía en que yo contestara más que sólo 25 preguntas para que él pudiera \”evaluar más confiablemente\” nuestra compatibilidad. La curiosidad me condujo a su perfil, donde me di cuenta de que él había contestado casi 500 preguntas. Resultó que él, también, había creado una elaborada lista de \”No me envíes un mensaje si\” que incluía todo lo que yo habría escrito si hubiera pasado más tiempo en mi perfil. Acordamos conocernos ese fin de semana en una cafetería. Él era delgado, con ojos azules y cabello café, y tenía el look geek por excelencia de San Francisco. Para completar el estereotipo, era fundador de una startup de tecnología, el equivalente de San Francisco a conocer a un escritor en Hollywood. La única cosa que resaltaba sobre él, además de su acento esloveno, eran sus lentes. En lugar de descansar en sus orejas como los lentes normales, colgaban a los lados de su cabeza como una enorme araña. (No se veían tan raros como suena.) Tomamos lattes, no sentamos en el patio y nos sumergimos directo en una profunda conversación sobre política y nuestros pasados. No hubo plática ligera sobre el clima o pasatiempos. El café se convirtió en cena, y pasamos la tarde entera discutiendo todo desde religión hasta robótica, desenterrando sorprendentes cosas en común una tras otra. Ambos éramos geeks tecnológicos, pero nuestra superposición iba más allá de eso, con nosotros compartiendo primeros empleos idénticos, visiones del mundo, todo. Incluso nuestras madres parecían la misma persona. Nos topamos con el extraño hecho de que cada una nos había urgido (inapropiadamente) a enmarcar y exhibir nuestros certificados de exámenes de tecnología de la información de Microsoft porque Bill Gates los había firmado. Ninguna sabía mucho de nada sobre nuestro trabajo, pero ambas habían escuchado sobre Gates. A las 10pm decidimos dar por terminada la noche. Él había tomado el tranvía local para encontrarse conmigo, así que le ofrecí conducirlo a casa. Nuestras experiencias y personalidades eran tan sorprendentemente similares que no pude evitar preguntarme si este encuentro era una elaborada broma práctica orquestada por mis amigos. Conforme me dijo cómo llegar a su casa, mi sospecha solamente creció, porque me estaba dirigiendo a mi propio departamento. Resultó que vivía justo cruzando la calle de mi edificio, un hecho que ninguno de nosotros había sabido cuando nos conocimos pocas horas antes. Para descubrir nuestras diferencias, pasé la semana contestando cada pregunta que él había contestado en OkCupid, pero sólo encontré más similitudes. Tenía que dar mis respuestas antes de poder ver las suyas, pero una tras otra, nuestras respuestas eran idénticas. Nos encontramos el siguiente fin de semana para cenar, donde pasé cinco horas buscando razones para vehementemente disentir con él en algo, cualquier cosa. Luego de tres meses, el único desacuerdo que teníamos era sobre manzanas; a mí me gustaban, y a él no. Pero ese es el asunto: nuestra ridícula falta de diferencias me preocupaba. Mi idea de una relación exitosa había sido esa del diagrama de Venn con una intersección saludable, no con dos círculos mayormente superpuestos, y que el mejor partido era aquel con el cual te complementas, no replicarse el uno al otro. Tal vez me estaba perdiendo de algo. \”Las cenas y actividades de fin de semana son fabulosas\”, dejé escapar un día. \”Pero necesitamos encontrar una forma más eficiente de descubrir nuestras diferencias reales\”. \”Ambos tenemos la misma meta\”, dijo. \”¿Qué propones?\”. En desarrollo de software, algunas veces fuerzas intencionalmente los límites para ver si el sistema se colapsa. Se le llama prueba de estrés, similar en concepto al examen de caminadora que lleva a cabo un médico para medir la condición del corazón de un paciente. \”¿Por qué no ponemos a prueba de estrés nuestra relación?\”, pregunté. Él estaba dispuesto, así que pasamos los siguientes 30 minutos discutiendo detalles. En esencia, queríamos crear el ambiente de matrimonio de décadas para ver qué tan bien se sostenía nuestra relación. Él se iría a vivir conmigo durante cuatro semanas, tiempo durante el cual nos ocuparíamos de nuestra vida sin ningún tipo de fachada: evitar el romance y no hacer nada para tratar de impresionar a la otra persona, al tiempo de ser francos sobre los desacuerdos y directos acerca de nuestras insuficiencias. Además, creamos criterios de salida. Si durante o después de la prueba de estrés cualquiera de nosotros sentía que la relación no iba a funcionar, nos separaríamos amigablemente sin drama o culpabilidad. Con nuestros términos acordados, se mudó el día siguiente (era bastante conveniente que ya fuera mi vecino), y nuestra prueba de estrés comenzó. Normalmente no uso maquillaje, y él nunca me había visto utilizar otra cosa que brillo para los labios, así que no había mucho para probar allí. Pero, ¿qué pasa con las piernas peludas? Que yo podía hacerlo. Si viviera con alguien durante cinco años (o incluso cinco meses), habría un montón de veces en que él tendría que tratar con mis no tan suaves piernas. Luego de un par de semanas, había logrado lo que mi ex solía llamar \”piernas de Wookie\”. Para amplificar el efecto, vestí shorts. Luego vagué por la sala de estar donde él estaba agachado en el escritorio en su laptop. \”¿Cómo vas?\”, pregunté casualmente. \”Casi he terminado\”, dijo sin levantar la vista. \”Oh no, ¡mi camiseta está manchada!\”, dije, señalando una mancha de aceite de un experimento previo de cocina. \”Apenas si se nota\”, dijo. Esa mancha no era la única cosa que apenas si notaba. \”¿Esto te molesta?\”, pregunté señalando mis piernas. \”¿Qué me molesta?\”. \”Vello en mis piernas\”. \”¿Por qué habría de molestar eso a nadie?\”. Siguió corrigiendo su código. Así, como eso, hizo de la molestia obligatoria de afeitarme en invierno una cosa del pasado. [caption id=\"attachment_790\" align=\"aligncenter\" width=\"427\"]\"Modern Modern Love: Poniendo el amor a prueba de estrés. Jasmine Jaksic. Traducción: Jéssica de la Portilla Montaño.[/caption] Para probar su propensión a los celos y la inseguridad, lo dejé solo casi todas las noches para ir a cenar y ver películas con mis amigos. Pero él estaba bien con la soledad, y lo único que hice fue agotarme con tanta socialización. Una vez que cumplí los 30 años, mi apetito por \”salir\” había disminuido significativamente. Todo lo que quería era ver un documental en piyama e ir a la cama temprano. Por su parte, dormía tarde todos los días, dejaba tazas de café sobre la mesa de noche y ponía el termostato a unos templados 24 grados Celsius, todas las cosas por las que su ex habría lanzado un ataque. Pero yo no podía siquiera fingir que me molestaba ya que eran cosas que normalmente hago. También dejó resurgir su personalidad boba, bajando la guardia que había puesto después de destrozar nuestro primer encuentro íntimo antes de que comenzara la prueba de estrés. La primera vez que vino a mi departamento, estaba ocupada investigando algo en mi computadora de escritorio. Se quedó allí mirando inquieto. \”¿Está todo bien?\”, pregunté. \”¿Te importaría si hiciera algo?\”, preguntó, mirándome directamente a los ojos. Estaba nerviosa, pensando que quería besarme. \”Tal vez,\” dije. La tensión estaba aumentando. Luego se acercó y me pasó de largo rumbo a mi escritorio. La siguiente cosa que supe fue que él estaba cambiando la configuración de energía de mi computadora de escritorio y de mi laptop de modo que utilizaran menos energía cuando estuvieran inactivas. Me eché a reír, aunque no le expliqué inmediatamente por qué. Cuando eventualmente supo que yo había esperado que me besara, estaba tan avergonzado que se hizo aún más cauteloso de lo que decía y hacía a mi alrededor. Durante nuestra prueba de estrés, sin embargo, supe que él había vuelto a ser el mismo cuando en vez de decir \”¡Te extrañé!\” de alguna forma genérica, me abrazó y dijo cosas como: \”Es una lástima que no pueda abrazarte más cerca de lo que es físicamente posible, lo cual es irónico porque los átomos son principalmente espacio vacío\”. El geek en mí verdaderamente apreció esto. Después de que pasamos todos nuestros casos de prueba de estrés y la cuarta semana terminó, nos quedamos con una pregunta: \”¿Ahora qué?\”. Dijo que quería mudarse conmigo de forma permanente. Incapaz de oponerme con cualquier razón lógica para no hacerlo, acepté. Unas semanas más tarde me propuso matrimonio, y nos casamos 12 meses después. En los dos años desde entonces, nuestro diagrama de Venn de círculos mayormente superpuestos se ha mantenido intacto.]]>

Lectura en México: algunos datos

Lectura en México: algunos datos

La UNESCO informa sobre el índice de lectura en México. De 108 naciones, ocupamos el penúltimo lugar.
El promedio en los hábitos de lectura de los mexicanos es de 2.8 libros al año, de acuerdo con el informe. Sin embargo, dudo que haya subido tanto pues, hace un lustro, los hábitos eran de medio libro al año y sólo 2% de la población la tiene como hábito permanente.
La Encuesta Nacional de Lectura arroja datos interesantes; los hábitos de lectura de los jóvenes entre 12 a 17 años son: …

Lactancia materna (y la lata de justificarla)

Lactancia materna (y la lata de justificarla)

LACTANCIA MATERNA

Y LA LATA DE JUSTIFICARLA

 
Hace una semana vinieron a la oficina enfermeras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para hacernos un chequeo anual. Peso y glucosa en la sangre (colesterol no, porque “se les olvidaron las tiritas” de control), y detección de cáncer cérvicouterino y cáncer de mama.
Le comenté a la enfermera que me atendió que yo aún no puedo hacerme el último examen pues sigo amamantando a mi bebé que ya tiene un año con cinco meses de edad. Y, como era de esperarse, la señorita salió con algo tan parecido a la insufrible cantaleta con que me han perseguido. Amigos, enemigos, parientes, vecinos, desconocidos, enfermeras y médicos, casi desde que salí del quirófano donde me abrieron en dos:

“Su bebé ya está grande. Ya no obtendrá beneficios de la lactancia materna. No le nutre. Nos llegan muchos niños bajos de peso porque las mamás les siguen dando pecho”.

Lo increíble no fue eso, sino lo que la enfermera contestó cuando argumenté que la Organización Mundial de la Salud recomienda seguir amamantando a un bebé hasta al menos los dos años de edad: “Ah, sí. Eso decía la OMS. Pero acaban de cambiar las directrices. Ahora es hasta el año, año y medio”.
¿…Es en serio? Sí: ¡es en serio que dijo eso!

La enfermera mintió vilmente sobre la lactancia materna, con algún propósito que desconozco yo.

¿Por qué una profesional de la salud haría eso?, ¿qué gana? Pero no por nada me dicen WikiJessy o JessyPedia: en cuanto me senté frente a la computadora googleé “OMS y lactancia materna”, encontrando la página http://www.who.int/topics/breastfeeding/es/ donde se lee literalmente:

“La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante seis meses, la introducción de alimentos apropiados para la edad y seguros a partir de entonces, y el mantenimiento de la lactancia materna hasta los 2 años o más.”

Lactancia materna hasta los 2 años o más.

Lo primero que hice fue copiar el link y el texto anterior y enviárselos a mi esposo por Skype. Como para que no me vuelva a decir que nuestra niña ya está grande. Que voy a retrasar su aprendizaje y competencias (él es profesor normalista, pero no de esos que golpean policías y bloquean carreteras) y no sé qué más.
También debí enviárselos a mi señora madre. Se burla ante la posibilidad de ver a su nieta con el vestido de fiesta de XV años -o de novia- y todavía “pidiendo chichi”, como decimos aquí.
De paso también tendría que habérselos enviado a:
Esa enfermera de la semana pasada.
A otro médico del IMSS que dijo que pecho hasta los seis meses de edad y no más porque “después la leche materna ya es pura agua”.
Y a mi abuela que se ríe cuando ve que mi hija literalmente corre cuando me levanto la blusa (mi niña de plano no duda en levantarme ella misma la prenda, esté quien esté presente, para exigir su parte del nutritivo botín).
A la mamá de la tía Mariné.
Al primo de un amigo, a Fulana, Mengana y Zutana…

¡Tendría que habérselos enviado a media humanidad, pues!

Hace poco regresó a la oficina una amiga que dio a luz hace dos meses. Inevitablemente le pregunté cómo le iba con el latoso asunto de la lactancia materna, porque en verdad es una lata tanto el darla como el defenderla. Y contestó que le molesta cómo el mundo entero juzga lo que uno hace o deja de hacer con su bebé. Si no le das leche te salen con el recuento de todos los beneficios de la lactancia materna. Como para hacerte sentir que no te importa tu hijo por no darle.
Y cuando le sigues dando, ¡resulta que es malo también!

Todos tienen algo que opinar sobre la lactancia materna.

Empezando por hombres como los legisladores mexicanos (muchos de ellos ni hijos tienen) que pretenden que no se venda leche de fórmula si no es con receta médica. Dizque “para promover la lactancia materna”… Cuando en realidad sólo beneficiarían a los doctores que nos darán dicha receta tras cobrarnos la consulta.

¿Pues qué se creen estos congresistas anti leche materna?

¿Que es muy fácil seguir amamantando a tu hijo –si es que acaso logras deshacerte de la interferencia de terceros que le dan leche artificial a tu bebé sin preguntarte siquiera, como me sucedió con una enfermera nocturna de la clínica donde di a luz– luego de sólo mes y medio de incapacidad laboral tras el parto?
¿Creen que una podrá dar lactancia materna exclusiva cuando la Ley Federal del Trabajo en México establece a duras penas una “hora de lactancia” al día durante seis meses tras el nacimiento?
¿Pensarán que una logra extraerse los miles de millones de litros?

Germán Dehesa, el Charro negro

Germán Dehesa, el Charro negro

GERMÁN DEHESA

EL CHARRO NEGRO

 

Cuando murió Germán Dehesa hace seis años publiqué esto:

Este post está dedicado a mi mamá, fan número 1 del Charro Negro.

Ella leía su columna sin cansancio (hoy es viernes, hoy toca… hoy tocaba).

Fue a ver su espectáculo a La Planta de Luz (¿también la cerraron por decreto presidencial 100% constitucional??? Ora hasta tenemos que comprar televisores digitales aunque estemos sin empleo, ¡pero qué NECESARIO!!!).

Y se la pasaba hablando sobre qué tal durmió Montiel -¿qué tal duermes, Peña Nieto de Gebara Farah?- y de los feminicidios de Ciudad Juárez, Chihuahua… Aunque hoy hablamos de Mexicanicidios en toda la República de Ciudad Juárez, antes México.

Germán Dehesa y Armando Fuentes Aguirre “Catón” fueron los primeros columnistas que leí cuando ni ojeaba política porque me produce ASCO.

Como escribieran El Fisgón y Helguera, hoy me da risa este sexenio, mucho más que el anterior porque Fox y Martita de perdis son pendejamente simpáticos (les recomiendo los ejemplares de “El BicenteNarco” y “Espejito espejito, ¿cuál es la mejor estrategia contra el narco?” de la revista El Chamuco y los Hijos del Averno).

Aunque realmente temo el 2012, no por “la profecía maya” sino por el ya pactado triunfo del Aerogavioto y su “Código Paulette”.

 

Ya no estará el Charro Negro de México para señalarlos.

 

Para hacer activismo social en favor de la seguridad y de la PAZ que tanta falta le hace a Calderonlandia… Qué pena que nuestro H. Presidente ya no se pueda echar para atrás y que prefiera que la marabunta se trague a sus “compatriautas” antes que reconocer que JAMÁS debió echarle agüita al pequeñísimo hormiguero.

Eeen fin. Yo que no vi ni leí noticias toooda esta semana para no saber detalles del cómo Ken encontró repentinamente a La Barbie (¿y El Chapo, CUÁNDO?). O de los setenta y tantos indocumentados asesinados en Tamaulipas y otros veintiséis más recientes, o algo así, no sé ni me interesa…

Pero hoy un amigo de Sogem escribió que la muerte de Germán Dehesa por cáncer, la enfermedad de moda, le recordaba el adiós de su padre, y yo así de QUÉ, NO ES CIERTO, ESTO SÍ ES IMPORTANTE (¿cuáles asesinatos del Soldado Bala Perdida?, ¡éste es el Gobierno del Empleo!!!).

ES LO ÚNICO QUE LE FALTA A LO QUE AÚN QUEDA DE ESTE PAÍS: QUE DIOS NOS QUITE A LOS POCOS BUENOS.

Descanse en paz Germán Dehesa y su Gaceta del Ángel. Va para ti este pequeño post, mamá, por haberle sido tan fiel a tu “novio”…

Modelo Educativo 2016 de México

Modelo Educativo 2016 de México

En las esferas de los especialistas, estudiosos de la educación, gobernadores, líderes e investigadores, el modelo educativo 2016 es pasado por lupa; que si es política pública se queda corto, que si es un modelo pedagógico no se hizo con la metodología correcta, que no hubo convocatorias para su generación, que es impuesto, que solo sirve a intereses gringos, que no es un modelo, que solo se nombre a dos secretarios y sean olvidados muchos más, que Aurelio Nuño Mayer es un creído y el favorito de quién sabe quién, que no fueron consultados para su elaboración, que es para distraer a la sociedad por la caída en la reputación y prestigio del presidente Peña Nieto, que no cumple con las exigencia de los tiempos, que no incluyó a los marginados ni a las tribus perdidas de Sinaí, que es una reforma sin modelo y que no hicieron las ideas que traían en la cabeza y tantos sermones, reclamos, vindictas y escarnios que han hecho de este modelo, a sus creadores y a sus voceros.
¿Por qué no presentan una propuesta más sólida las voces disidentes, detractoras, inconformes, …

Frases de amor para nuestro aniversario

Frases de amor para nuestro aniversario

FRASES DE AMOR

PARA NUESTRO ANIVERSARIO

 
Hace 24 años que te conocí no imaginaba tanta felicidad. Hace seis años y tres semanas que te reencontré, o que más bien tú me reencontraste a mí…

Fue el viernes 27 de agosto de 2010 que subí a un autobús sin agua porque al chofer se le olvidó conectarla. Salí del entonces Distrito Federal, hoy llamada Ciudad de México (CDMX) y aproveché para escribirte algunas frases de amor en un cuadernito que llevé en mi mochila junto a tres mudas de ropa.

La intención era quedarme únicamente tres días para conocer León, en Guanajuato, el “Rancho-Pueblo” (como le decía de cariño en mi columna del periódico Heraldo del Bajío) al que años atrás se mudó mi profesor de Civismo del Colegio Simón Bolívar.

Fuiste tú mi primera ilusión.

No cuento a Sam Neill, ni a Terry Grandchester, o Egon Spengler, Peter Venkman, Pablito Ruiz, Fred Savage y un largo etcétera de personajes de caricatura y artistas. Porque ninguno me inspiró a escribir frases de amor en un querido diario que se transformó en cuarenta y tantos cuadernos.

Ninguno de esos seres imaginarios y ni una sola de mis ex parejas me puso a soñar con redactar poemas y cartas que terminarían siendo una realidad. Realidad que no termina y por la que ambos luchamos cada noche y cada mañana.
Aún conservo el testimonio documental de nuestra historia en varias cajas que se confunden con las de adornos navideños. En una ocasión la titular de cuarto de preparatoria del Colegio Simón Bolívar, la Madre Martha, me dijo que si un amor no era correspondido entonces no era amor, tan sencillo como eso. No sé si lo dice la Biblia o qué tanto puede saber una monja sobre el tema, porque un amor de este tipo es intelectual, afectivo y físico… Pero, sí: tenía razón.

Nunca un amor fue tan correspondido como este.

Nadie que no fuera de mi familia materna me trató ni la cuarta parte de bien de lo que me tratas tú. Nunca nadie cumplió con casi todas sus promesas (con excepción de unas cortinas que por ahí me faltan). Nadie quiso aventarse el reto de estar con una chavorruca confundida y conflictiva. No buscaba nada más de este mundo que no fuera el vivir con alguien como tú los cuentos en mi cabeza. Y las novelas no escritas, todos los textos cursis que ya ni hace falta redactar.

Hoy hace seis años llegué a tu casa que hoy tamb<peién es mía. Llegué a comer una “pizza” de tortilla de harina con salsa de tomate y llegué a escucharte hablar de tener niños.
Al día siguiente me diste un anillo, hablaste de casarnos y yo no hice más que decirte que sí a todo, que sí, acepto.
Y acepté quedarme contigo en esta ciudad que he adoptado y en la que aún no he hecho vida artística porque me gusta la vida familiar.
Mis palabras malditas las limito a uno o dos días del mes, no más. Y el resto del tiempo sólo estoy ideando frases de amor para ti y para la niña loca que tanto nos hace reír.

Historia y el fantasma de Ulrich Beck

Historia y el fantasma de Ulrich Beck

“A río revuelto, ganancia de todos”, esto lo saben bien en todos los países pobres, las oportunidades para sacar y saquear más beneficios; revisen la historia de los programas y promesas de priístas, panistas, morenistas, perredista, ecologistas, laboristas, conservadores, demócratas, republicanos, monarquistas, etc.
Las reconstrucciones de las ciudades dejan bastantes dividendos para los que ya tienen y quieren tenar más, utilizan la mano de obra del que no tiene y quiere tener para subsistir. La individualización.
Sus últimas obras contenían análisis de las condiciones cambiantes del trabajo en un mundo de capitalismo salvaje – global y la individualización, la pérdida de poder de …

Solidaridad y el fantasma de Ulrich Beck

Solidaridad y el fantasma de Ulrich Beck (I)

Hace más de un año, para ser más exacto en enero del 2015, murió el sociólogo alemán Ulrich Beck, el gran estudioso de la modernización, la globalización y el medio ambiente. Fue profesor de la Universidad de Múnich y de la Escuela de Economía de Londres.
Ulrich Beck propuso los conceptos de \”sociedad del riesgo\” y la \”segunda modernidad\”.
Expresó que la sociedad moderna está lejos de los programas asistenciales y de solidaridad, los gobiernos han perdido la capacidad para brindar apoyo a sus respectivas sociedades y la ayuda humanitaria es cada vez menor. …