Literatura

Primer cumpleaños

El viernes 25 de marzo fue tu primer cumpleaños. Tu abuelita Blanca y tu bisabuela Lupe (Mamá Grande) llegaron desde el miércoles por la noche para estar contigo (\”tres días completos de bebé\”, les dije para convencerlas). Ayer domingo regresaron a la Ciudad de México (CDMX) por la tarde. Tu abuela llegó cargando, como siempre, y en esta ocasión se trataba del regalo que le encargó a tu tía Mariné, quien fue hace poco a Orlando, Florida: una linda alberca inflable con todo y resbaladilla, porque le dije que te subí al tobogán de un restaurante -obviamente sin soltarte ni un momento- y que te encantó. Estrenaste tu piscina el jueves, y más bien te la pasaste lloriqueando a pesar de que me metí (lo más posible) contigo. Y nuestra primera y segunda \”nadada\” finalizaron con shampoo y jabón para no desperdiciar el agua de esa nueva tina. [caption id=\"attachment_363\" align=\"alignleft\" width=\"640\"]\"Alberca Alberca inflable para bebé.[/caption] Ya con tu papá la pasaste mejor en la alberca. Él se encargó de darte la seguridad para que te sintieras a gusto en el agua. Estuvimos mojando al Domi, que también quería meterse con nosotros, y molestando al Tifón y salpicando a Doña Lupe mientras tu abuelita hacía de \”aguadora\”, cual buena fan de Adam Sandler. Celebramos tu primer cumpleaños en el bufet del Sirloin Stockade. Tu papá cometió el pequeñísimo error de darte primero pastel de bombón con chocolate, y luego… nada, desde ese día no has querido comer nada que no sea dulce, todavía hoy estuviste escupiendo los frijolitos con pollo que antes devorabas ante la sorprendida mirada de familia y amigos. Nosotros, en cambio, salimos del restaurante casi rebotando.

Y he aquí una foto de tu primer diente:

[caption id=\"attachment_362\" align=\"alignleft\" width=\"840\"]\"El El primer diente de mi bebé en su cumpleaños.[/caption] (y que conste que ya te está saliendo uno de arriba). El sábado nos levantamos temprano para preparar tu primera fiesta de cumpleaños. En realidad la empezamos a preparar mucho antes: desde hace un mes o más comencé a grabar tu playlist en Youtube, puras canciones infantiles o más bien canciones de cuando yo era niña, y tu papá montó en el comedor nuestra tele analógica (ahora sin antena de conejo) para ver internet con el Wii o usarla con el DVD. También hice a mano tus invitaciones, que en realidad son recuerdos para quienes sí llegaron, con motivos de Twin Little Stars, mis personajes favoritos de Sanrio. [caption id=\"attachment_360\" align=\"alignnone\" width=\"840\"]\"Fiesta Fiesta de primer cumpleaños con tu vestido de Dumbo.[/caption]

¡Ah!, y un centro de mesa, también de Twin Little Stars.

[caption id=\"attachment_366\" align=\"alignleft\" width=\"600\"]\"Invitaciones Invitaciones recuerdos para fiesta infantil.[/caption] No asistieron todos los invitados por ser vacaciones de Semana Santa, pero la pasamos de lo más a gusto y nos sobró comida, jeje. Tu papá cocinó tan rico como acostumbra: pollo, chorizo, sus famosas papas con queso, champiñones… Llegaron Anggye y Memo con la pequeña Sofía, \”los abuelitos\” Miguel Ángel y Josefina (faltaron mis ex alumnos Miguel y Astrid más sus mamis, y Raziel y Yared que ahora viven en Nicaragua), Maricela de San Pancho con su hijo Rickys y novia (con \”La Panza\” de siete meses de gestación), Lolita, y de sorpresa llegó Lorena cuando salió del turno en nuestro periódico. Montse no pudo ir también por chamba, pero hace un ratito me entregó tu regalo (¡gracias!). [caption id=\"attachment_365\" align=\"aligncenter\" width=\"840\"]\"Bisabuela Bisabuela, abuela, madre y bebé.[/caption] Fue increíble lo rápido que se pasó tu primer año de vida. Hoy por la mañana nació tu prima Romina, y es inevitable comparar y recordar cómo naciste pesando tres kilos con cincuenta gramos, y ahora estás más o menos en los nueve. Dejaste de ser un bebé berrinchudo para convertirte en una niña voluntariosa, un poco enojona y pegalona, pero en general adorable que hace reír a cuantos te conocen. Ha sido maravilloso verte crecer, nunca pensé que tendría tanta dicha y tampoco puedo esperar para verte caminar solita, para escucharte decir frases completas, para llevarte a la escuela y ver cómo cargas a tu futuro hermanito o hermanita…

Feliz primer cumpleaños, mi nena hermosa.

]]>

Entre jefes horribles te veas (2)

Continuación de Entre jefes horribles te veas, mi columna de este mes para la Revista Delatripa (narrativa y algo más). [caption id=\"attachment_325\" align=\"aligncenter\" width=\"840\"]\"Entre Entre jefes horribles te veas.[/caption]

La Niña TodoMePasa dice:

Soy más bien huevona.

…o al menos eso es lo que ha pensado de mí el noventa y nueve por ciento de mis familiares, profesores, colegas, ex lectores… y mis jefes. Oh sí. Cientos de miles de ex jefes.

Con decirles que mi ex empleada doméstica se quejó con mi mamá y con mi abuela (\”historia verífica\”, decía Adal Ramones hace veinte años cuando era medio famosón) de que, cito: \”Cómo es posible que una mujer de veintidieciséis años se queje porque no le tienen listos los uniformes de la oficina\”. Oh sí: la ex terapeuta freudiana que cada semana barría y trapeaba mi hogar se quejó por tener que… ¡lavar cinco playeras extras!!! ¿Será que debí facilitarle un poco el trabajo?, ¿hacerle un martini con doble aceituna mientras yo pasaba el plumero por los rincones de mi casa que ella considerara indispensables? (Pero, como nunca falla la Ley de Murphy: clásico que cambias de doméstica porque la actual ya es más amiga molona que empleada… y llega una nueva que te roba la medalla de oro que te regaló tu abuelita hace veintidiez años, cuando hiciste tu Primera Comunión. ¡AUCHHH!!! ¡Sóbese donde más le duela!) Vaya: hasta la numerología me tacha de tal forma, porque al sumar los dígitos de mi fecha de nacimiento encontré que mi destino era (según Kala Ruíz) trabajar el doble que el resto de las personas para obtener la mitad de resultados, y todo por el \”karma\” de que en mis innumerables y desconocidas vidas pasadas fui de lo más perezosa. Bueno, puesn: ¿Y qué culpa tengo (Fatmagül) de que mis yo de otros siglos hayan sido emperatrices cleopatrescas que no movían media uña porque sus esclavos les complacían el más mínimo berrinche, y hasta las viboritas se encargaban de \”suicidarlas\”?, porque qué flojera y cero fashion andarse haciendo cortaditas cuya sangre de inmediato coagula, y doble pereza estar tragando una aspirina tras otra para facilitar el show… (quien lo sabe lo sabe, y quien no pues que investigue eso de la aspirina, porque qué flojera estarles explicando la historia de mi vida a ustedes, mis queridos ex lectores del mañana. ¡Y ahora hasta la historia de mis vidas pasadas les tengo que inventar! ¡Habrase visto!) Pero como que ya me estoy desviando del tema, y pues qué flojera escribir ciento cuarenta caracteres de más (por eso todos me unfollowean de Twitter, I guess). Estábamos en que: ¿Quién no ha tenido un mal jefe? ¿O dos? O diez… ¿diez mil?, ¿eh? ¡Diiigo!, porque no todos somos capaces de tener la estabilidad laboral, mental, anímica, amorosa, espiritual y bla bla bla que supuestamente tiene la \”gente normal\” (lo que sea que eso signifique para nosotros los \”anormales\”). Les contaba que mi primera chamba fue en una Tienda de la Esquina en Coyoacán, con una mujercita de ascendencia extranjera que se sentía -y sospecho que aún se siente- con el derecho de esclavizar al pueblo mexicano de lunes a sábado, en jornada completa y pagando sólo diez pesos de entonces por cada hora extra. Luego de darle las gracias por hacerme vivir una experiencia tan pero tan proletaria, decidí ponerme las pilas para la universidad… propósito que no me duró demasiado, como siempre cuando se trata de mis buenas intenciones. Se podría decir que mi segundo trabajo fue un avance notable: cajera en el restaurante de un \’benefactor\’ de mi familia. Más que restaurante era algo así como una cantina privada para amigos, conocidos y demás, porque no había mucha concurrencia a pesar de que la comida -y, ejem, la bebida- era buenérrima, los mejores dedos de queso que he probado jamás. En esta chamba hice lo que el resto del planeta bien sabe que es mi actividad favorita: procrastinar. Según mi mala memoria, llegaba al restaurante después de la una de la tarde, y si había seis o siete mesas en todo el día era mucho. Así que mientras tanto no me quedaba de otra que leer un libro tras otro, ya qué ya qué, o ponerme a ver videos de MTV en la pantalla gigante que tenía justo enfrente. Creo que fue una de las fases en que más leí en toda mi vida, así hayan sido puras mafufadas como El Manifiesto Comunista, ya saben: de cuando tienes 18 años y quieres irte unos meses con tus tíos de Cuba \”para conocer el marxismo de cerca\”, o sea guauu, el sueño de cualquier PP (por \”Princess Prole\”… no por Pau Peña, ¡eh!): ir a convivir con otros más pobres que tú. Era esa época antigua en que Sean Lennon se lanzó como cantante, Plastilina Mosh revivió a Lyn May para uno de sus videos más famosos -de los tres que recuerdo de ellos… o dos…-, y una de mis mayores obsesiones comenzó cuando tuve la mala malísima idea de pedirle a mi mamá que me comprara en Liverpool un disco compacto \”de un tal AntiCristo Superestrella\”. Mis quincenas completas servían para comprar libros que no recuerdo si al menos abrí, y en música que cierto ex parásito me desapareció. En cuanto a los jefes de esa segunda chambita, eran lo más relax del mundo, básicamente porque (ventaja del nepotismo) tenían que tratar con mi jefa-jefa: el encargado y su encargado, el cual me caía superbien porque se la pasaba bromeando (su frase clásica era: \”Niña, qué tienen tus ojos… y era bizca, ¿no?\”). Estuve ahí hasta que regresé a la universidad, mientras el horario me lo permitió, aguantando a uno que otro ente extraño que iba a verme para ligar aunque el tipo apenas si abría la boca. Y después… @todomepasa]]>

Nos mudamos… oootra vez

Logotipo de TodoMePasa.com[/caption]   …aunque esta vez no cambiamos de dominio (pfff, ¡para variar!!!) sino de plataforma: WordPress. Si yo les contara que pasé de tener 3 mil visitas diarias -lo crean o no mis viperinos ex amiguis- a… apenas un puñito de ellas cuando me cambié a Blogger/Blogspot. ¡Bahhh! ¿Quién iba a decir que el publicador de Google iba a tener tan poca visibilidad???   En algún momento de la vida tengo que migrar lo que aún está en Blogger (me encuentro en un dominio temporal) aquí, que son maso mis archivos desde 2011; y también una base de datos sql de la primera fase de TodoMePasa.com, de 2007 a 2011… el problema es que no tengo ni idea de cómo lo haré, juar.   Mientras tanto dejen configuro esta cosa…]]>

El valor de un compuesto químico

Un compuesto químico: pastillitas de la felicidad.[/caption]  

El valor de un compuesto químico…

Este es un texto recién salidito del horno. 

Lo escribí por petición de un buen amigo (saluditos), quien hace tiempo padeció trastorno de ansiedad, del cual se recuperó gracias a terapia  y al uso de medicamentos de prescripción. Quien me conoce sabrá que a mí en lo personal nunca jamás me funcionó nada de eso. Desde los 13 años yendo con psicólogos con mi letrero de \”Niña Problema\” en la frente, y desde los 20 con psiquiatras por iniciativa propia. Sólo con una doctora me sentí lo suficientemente a gusto para seguir yendo e intentando diversos medicamentos que a mi juicio no sirvieron de nada contra una recalcitrante distimia (depresión mayor) que tuve desde tiempos prehistóricos. Bla bla. Recurrí a eventos y cuestiones poco ortodoxas que al menos ayudaron a distraerme un poco y aprender a disfrutar de la vida, pero tal y como le comenté a mi amigo: lo único que realmente me ha servido es el amor de mi esposo, y punto.

Y el amor de mi hija, bueno: ni se diga.

Aunque esa haya sido mi experiencia, he de decir que cada quien vive su vida y lo que a uno le funciona maravillosamente a otros no les hace ni cosquillas, y viceversa. Así que comparto aquí este texto a la espera de que tal vez pudiera servirle al menos a una sola persona en el universo.
 

El valor de un compuesto químico

 

Basado en la experiencia de mi amigo Sergio R.
No tendría que haber vergüenza en ponerse de pie y admitir si se ha padecido una enfermedad o trastorno mental. Pocos se atreven por el estigma, por miedo a ser señalados y reducir sus experiencias a una etiqueta psiquiátrica. Es distinto con los alcohólicos y adictos a drogas en proceso de remisión. La recuperación exige transmitir el mensaje, ir a reuniones para hablar y escuchar las diferencias y similitudes. \”Me llamo tal, y soy alcohólico\” es una frase que se dice millones de veces a diario en los recintos de Doble A alrededor del mundo. En cambio son pocas las personas comunes, que no sean parte de la vida pública, que se atreven a levantar la mano para decir: Soy bipolar. Sufro distimia. Me diagnosticaron Border. ¿Y qué hay sobre la ansiedad, un padecimiento que es compañero secundario de los arriba mencionados? La ansiedad per se, la ansiedad como un cuadro clínico, que no permite pasar un día sin llevarse la mano al pecho, con miedo a que el corazón estalle en un ataque de pánico. La ansiedad de salir a la calle, causada por el estrés posterior a un evento -digamos, después de aquel fatídico once de septiembre-, o por un desbalance neuroquímico, tal vez un cambio en la dieta que bajó los niveles de serotonina en el cerebro. No ha pasado de moda el decir que uno va a terapia, como si fuera el equivalente a ir al gimnasio a ejercitar el cuerpo. Terapia Gestalt, Constelaciones Familiares, Psicoanálisis Freudiano y todas sus variantes… Pero nunca, jamás ha estado \”de moda\” decir: me recetaron tal medicamento para vencer un mal anímico que me acongojaba. ¿Por qué uno sí presume cuántas cajetillas se fumó, cuántas cervezas bebió al hilo para pasarla \”bien\” en una fiesta o concierto? No sé quién sería capaz de decir: Traigo encima media diazepam para controlar el cotidiano estrés laboral. O un: Me recetaron medio Sinogan para vencer mis delirantes alucinaciones. No debiera haber pena en admitir que se venció un problema gracias a un medicamento. ¿Por qué no darle crédito, por qué no agradecer al compuesto químico que fue capaz de permitirnos respirar tranquilos una vez más? No sólo admitir, sino proclamar -con orgullo, ¿por qué no?-: Sí, tomo amitriptilina según me indicó la doctora, y ahora soy capaz de salir a la calle sin temor alguno. Sí, la consumí durante algún tiempo, el necesario para no tener miedo a los lugares abiertos, y hoy puedo subirme a mi moto y conducir al lugar que yo quiera… ¿Por qué no recorrer en ella el continente americano y decirle a quienes hoy padecen agorafobia: Sí, es posible salir del infierno mental y volver a ser libre? Porque esta es mi historia, porque sé lo que se siente, y que sí es posible vivir otra vez.]]>

Entre jefes horribles te veas (I)

\"Entre
 
Columna de La Niña TodoMePasa publicada en la Revista Delatripa – Narrativa y algo más:

Entre jefes horribles te veas.

Porque todos hemos tenido un jefe, dos jefes, cientos de miles de jefes que aguantar.
Y la historia dice así:
 

 

 Eso le pasa a uno por no estudiar…


Tienes 18 añitos. Luego de varias semanas haciéndote idiota leyendo los chistes del periódico en vez de revisar la sección de Falsificados, que diga, la sección de Clasificados, por fin tu madre te pone un ultimatum: o vas a pedir equis chamba por la que ella ya preguntó y en la que te pueden recibir de inmediato, o mejor ve buscando a dónde caerle porque ya no quieren parásitos en esa tu casa. Hace ya algunas semanas que abandonaste la universidad (por primera vez, jojo), y los \”amigos\” con que echabas desmadre bien, gracias, desaparecidos sin mayor aviso y tú haciendo el gran drama como si en serio hubieras perdido contacto con gente medianamente importante.

Total que te pones el vestidote floreado de cuando te dio por usar vestidotes floreados, la blusa de cuello alto y el primer saco negro que encuentras en el guardarropa materno, porque tú por supuesto no tienes nada formal que ponerte (y eso que tampoco tenías ropa de antro porque no salías, en ese entonces eras medio amargueitor). Llegas con tu currículo impreso en una hoja, ¡cuál!!! No es ni media página, ni siquiera un cuarto de párrafo porque hasta la fecha no habías hecho absolutamente nada, pero llegas seriecita con tu currículo impreso y lo más arreglada posible a pedir trabajo en…
…en cierto Supermercado De La Esquina de Coyoacán.
Llegas, preguntas por el empleo, la señorita que te atiende te mira y te dice que sí, que está bien, que puedes colgar tu saco en un gancho en el sanitario y que agarres un trapo para ponerte a…
…a limpiar vitrinas.
Sí: ese fue tu primer empleo. Perdiste tu fabulosa media beca en el college más nice para terminar limpiando vitrinas con un trapo mugriento. Tú que te sentías la reina del universo, ¡qué He-Man ni qué nada!

¿Sueldo? El mínimo.


¿Horas extras? Diez pesos.

¿Días laborables? De lunes a sábado.
¿Internet? Sí, cómo no.
Esa es la primera vez en tu corta existencia en que te ves inmersa en algo llamado EL MUNDO REAL y que tienes que enfrentarte con algo mucho PEOR que los profesores de la prepa, las monjitas de la secu y tus ex compañeros bulleros:

UN JEFE.

Y con el paso del tiempo:

MUCHOS JEFES.


Tu trabajo consiste básicamente en aguantar el cambiante genio, que más bien tiende a ser de malo a pésimo, de una señora señorita cuyos padres tienen toda la lana del mundo y que estudió Administración en una de esas universidades que sólo pueden pagar los hijos de políticos o de empresarios (o de narcos, que no sabes si cuentan como políticos o como empresarios: para el caso da lo mismo) para terminar ahí, en una tiendita perdida en una esquina de la Ciudad de México, viviendo de aumentar el cincuenta por ciento a los precios de los productos luego de atorarles el IVA y un montón de impuestos inventados.

Obvio que comienzas limpiando vitrinas y empacando sushi casero, pero terminas revisando cuentas bancarias y manejando archivos varios de Excel, en una época en que nadie sabía para qué era Excel y que tú aprendiste a manejarlo en uno de esos veranos sin nada mejor que hacer excepto jugar Tetris por horas.
Pasan uno, dos, tres meses y ¡por fin!!! decides pedirle de rodillas a tu madre que te deje regresar a la escuela, que no la vuelves a regar (¿por qué nadie te dice que por favor NO seas tan idiota de pretender estudiar una ingeniería cuando eres una papa en Física???) ni vuelves a tener amigos dudosos ni nada de nada de nada, es más: te comprometes a ir a misa y hasta hacer de monaguilla voluntaria cada año bisiesto. (Léase: ¡Este año te toca!)
Terminas librándote de la chamba alegando que sólo puedes seguir yendo media jornada porque vas a tomar unas inexistentes clases, y finalizas dando las gracias cuando tu jefa y hasta su madre te ruegan que por favor por favor no te vayas.
Tu siguiente empleo es como cajera en el restaurante del jefe de tu mamá (ese con el que siempre quisiste casarte, y nomás ni se enteró de que dejaste la adolescencia), entre meseros guapos e intentos de galanes fumadísimos… pero esa ya es otra historia, digna de la siguiente entrega de esta columna.

Bebé: No creí que llegarías

21 de octubre de 2014.

 

Seis años atrás elegí tu nombre por si eres niña: Aranza. Y hace cuatro decidí que de ser varón te llamarás Héctor, como tu padre.

Bebé: No creí que llegarías a mi vida. Como hija de divorciados no quise repetir la historia de tu abuela y bisabuela, que apenas si tuvieron tiempo para disfrutar de sus hijas por tener que trabajar para sacarlas adelante.

Pero hace cuatro años me reencontré con ese profesor de secundaria, mi primer amor que ya no fue tan imposible. Me pidió unir nuestras vidas, y desde el primer instante pensamos en ti, bebé. Te soñamos tu papá y yo sobre la misma almohada: tu aroma a manzanilla y talco de bebé, cómo cantarás las canciones con que crecí, cómo te enseñaremos a tocar guitarra.

El plan era buscarte en cuanto nos casamos, pero un revés económico lo impidió y no quisimos traerte al mundo sin darte lo mejor. Hace doce meses decidimos no esperar más… y apenas hace cuatro supe que tú causaste mi repentina necesidad de comer pepinos y papas fritas.

A las siete semanas de gestación fue el primer ultrasonido: eras una bolita cabezona de pocos milímetros. Tu corazón sonaba a ciento cuarenta y un latidos por minuto. No pude creer, aún no puedo creer cómo apareciste de la nada, cómo te hiciste un hueco en mí para tenerme toda ilusionada.

En el segundo ultrasonido, con doce semanas de embarazo, tu papá y yo supimos que nada es perfecto: el doctor detectó contracciones que no debo tener. Salí del consultorio con la prohibición de hacer ejercicio, evitar escaleras y olvidarme de caminar, entre otras. A tomar medicamento y repasar qué hacer en caso de urgencia, por si presento señales de amenaza de… de esa palabra tan fea que ninguna embarazada feliz desea escuchar.
Al tercer ultrasonido fui sola: tu papá se perdió de ver tu rostro y cómo te mueves, cómo agitas tus bracitos y piernas, cómo arqueas la espalda y te acomodas. De nuevo me detectaron contracciones, otra vez a tomar medicamento.

En dos días iré con el doctor y confío en que todo irá mejor, bebé, que ya no corro riesgo de perderte. Cada que me tomo fotos para tus tías, cada día al despertar ruego que por favor llegues bien, que nazcas el día previsto, por parto normal o cesárea pero que respires, que llores pidiendo alimento, que me mires con tus ojitos y que mis brazos te envuelvan con agradecimiento.

Ya quiero tenerte aquí, te necesito para quererte porque aún no has nacido y ya nos has hecho tan, tan felices…

Espero que pronto leas o me escuchas leerte este texto.

Feria de León 2016: una probadita

\"Ya
¿Ya probaste las delicias artesanales del Pabellón Guanajuato de la Feria de León 2016?

¿Ya fueron a la Feria de León 2016?

¿Todavía no?, ¿en serio?

¿Quieren decir que aún no se han echado la primera gordita michoacana / gordita tarasca de este año?, ¿que no pasaron por los puestos de comida pensando \”Pero qué pena que no estoy embarazada para comer todo lo que quiera\”?

¿No han visto la rueda de la fortuna gigante, el carrusel al que me pienso subir con Arancita, el juego de los toros del que todo el mundo se cae mientras los demás ríen de lo lindo?

Pues yo sí: ya fui. No podía perderme el primer día ni dejar de pasar por el Pabellón Guanajuato, donde emprendedores locales colocan sus stands y te explican cómo elaboran sus productos de forma artesanal mientras te dan una muestra gratis para convencerte…

¿Qué cajeta te gustó más?, ¿y los nopales en escabeche que nunca antes probamos? Gastas lo que te queda de quincena en una bolsita de chocolate que está más bueno que el de Oaxaca, y haces planes de cuándo regresarás a zamparte una torta alemana con su papa al horno, la dichosa cebadina que sigo sin beber, y te preguntas si la siguiente vez tendrás tiempo suficiente de recorrer \”Luciérnaga, La Casita Sustentable\” de la hermana Universidad Meridiano, si al fin sabrás qué es eso del Laboratorio Mágico de Ednovi, si podrás admirar a los Voladores de Papantla o bailarás aunque sea un poquito con la banda enmascarada de ska. ¿Y mis fresas congeladas de Irapuato?, ¿y el pan de nuez de castilla, el pan de nata y el de pulque, y ese de soya que tanto me recomendaron? ¿Qué tal la milanesa de cereales?

Yo quiero un vaso de tamarindo con mango, un cappuccino con pastel de zarzamora y queso, una paleta de hielo gigante nomás que se me quite esta gripa. Quiero caminar despacio empujando la gigantesca carreola para ahora ser yo quien le estorbe a la gente.

Y que \”la cuesta de enero\” se vaya por un tubo y que me alcance para comprar los nopalitos en escabeche Valtierrilla (Sociedad Corporativa Pronopval), de Salamanca; también los nopalitos de La Rielera, del municipio de  Salvatierra; un atole de El Molino de Cabrera, de Valle de Santiago; los dulces mexicanos de Productos Aldama; el Mole SanPablo, el almendrado dulce y el picoso ranchero, de Apaseo El Alto; también el Mole Real de León; las carnes vegetarianas de NutriGOS; la miel de agave Agavex y el Tequila Huanímaro; el queso provolone ahumado y a las finas hierbas de Productos Bonalife, en Celaya, las Conservas Santa Rosa (Conservas 1998), de Santa Rosa de Lima…

…eso sin contar todo lo que me falta probar. Y explorar. Subiré sin pena los diecinueve kilos (de veinticinco) de embarazo de los que ya me deshice…

…okey, ¡no!!! Pero sí pienso tragar harrrto. Dorielotes y dorilocos, manzanas con chamoy y las cubiertas de chocolate blanco, huaraches king-size y flautas de barbacoa, sopes y enchiladas y todo, todo lo que engorde. ¡Ya me dio hambre otra vez!

Chapo Guzmán vs Carlos Slim: Por qué tu negocio pega más fuerte que el mío

\"Recapturan
Dicen que la tercera es la vencida… ¿Quién se cansará primero: el Chapo que escapa o el Peña Nieto que lo atrapa?

Hace muuuchos años, antes de que la marihuana fuera legalizada en bastantes pero bastantes estados de Norteamérica, y en uno que otro país como Uruguay (y de forma más reciente en Colombia, para uso medicinal)…

Antes de que los padres de la regiomontana niña Graciela Elizalde, \’Grace\’, tuvieran autorización para importar un aceite derivado del cannabis para tratar con las graves crisis epilépticas causadas por el síndrome Lennox-Gastaut…

Antes de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación autorizara a los cuatro miembros del grupo Smart (Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante, A.C.) para que cultiven y consuman la planta con fines recreativos…

…y antes, mucho antes de que Joaquín \’El Chapo\’ Guzmán Loera fuese recapturado el 22 de febrero de 2014…


…y antes de que escapara, el 11 de julio de 2015, del penal federal de máxima seguridad El Altiplano gracias a un célebre túnel en la ducha…

…y antes de que fuera recapturado el día de hoy, oh glorioso día 8 de enero de 2016…

…mucho antes de todo eso, su servidora tuvo a bien escribir el siguiente texto, clásico de la primera etapa de mi intento de blog, TodoMePasa.com, sobre cómo sería una guerra de egos y/o de billeteras entre Carlos Slim, el hombre más rico de México, y el Joaquín Guzmán Loera alias \’El Chapo\’.

En México aún no es legal la marihuana con fines medicinales excepto para la pequeña Grace Elizalde. Y tampoco lo es con fines recreativos excepto para las cuatro personas que conforman el grupo Smart, quienes, por cierto, dicen que ni siquiera fuman ni tienen intención alguna de hacerlo.

¿Cuáles son las consecuencias que ha tenido la legalización del cannabis en distintos estados de Norteamérica? Lo más reciente ha sido la epidemia de la heroína, que es \’el nuevo crack\’, porque según es de lo más barata y adictiva, y porque está en todas partes.

Otra consecuencia es que periódicos como The New York Times y The Washington Post a cada rato publican artículos sobre drogas de diseño como el Spice, vendida como \’marihuana legal\’ en internet, y drogas naturales como el Kratom, planta de Tailandia con efectos parecidos al opio y que ha hecho recaer a adictos a la heroína.

La verdadera pregunta es:

¿Cuáles son las consecuencias en cuestión de seguridad y violencia de que en México siga siendo ilegal esta planta? ¿Si la marihuana \’saliera del clóset\’, habría más ricos o habría más pobres?, ¿se acabaría la corrupción?, ¿en Chiapas dejarían de darle Coca-Cola a los niños lactantes? ¿Bajará el dólar? ¿Subirá el petróleo? ¿Bajaré de peso?, ¿subiré otra vez 25 kilos en mi siguiente embarazo???

Piénsenle y a\’i me avisan si se les ocurre algo.

¡Canvio y juera!

***

Chapo Guzmán vs Carlos Slim: Por qué tu negocio pega más fuerte que el mío

\"¿Cómo
Carlos Slim Helú y Joaquín Guzmán Loera \’El Chapo\’, dos de los mexicanos más poderosos del mundo.

Hace algún tiempo hubo una graaan controversia casi constitucional:

Javier Lozano le reclamó al hombre más rico de México por no crear más empleos.

¿Y qué hizo Carlos Slim en respuesta? Pues… ¡comprar la Secretaría del Trabajo!

¡OBVIO!!!

Como primer paso, Slim contrató a David Henry Sterry para escribir en El Huffington Post un post con el título:

\”Narcotraficante mexicano oficialmente agradece a legisladores estadounidenses por mantener ilegales las drogas\”.

¿Que qué tiene que ver Joaquín Guzmán Loera, alias \”El Chapo Guzmán\”, con Carlos Slim?

¡MUY SENCILLO!!!

Carlos Slim quiere demostrar que la inimaginable fortuna de El Chapo NO se debe a la venta de narcóticos sino a la evasión de impuestos.

Señor Chapo: debe usted tener máximo cuidado con lo que dice por celular. Por lo pronto parece que alguien lo grabó diciendo esto por accidente (según usté, la conversación ya se había terminado):

\”Nunca me habría vuelto tan apestosamente rico sin George Bush, George Bush Jr., Ronald Reagan, incluso el presidente Obama; ninguno de ellos tienen los cajones para detener todo el dinero que quiere que esto siga siendo ilegal. Desde el fondo de mi corazón, quiero decir, Gracias Amigos, les debo todo mi imperio a ustedes\”.

¿Que ni Obama tiene los cajones? ¿cAjones?, ¿\”cAjones\” con A?

Pues… ah, ¡caray!

Según David Henry Sterry (ya se aprendieron su nombrecito, ¿verdad?), el presidente Calderón se la pasa escuchando una rola de Peter Tosh llamada \”Legalize it\”.

-Oh sí -dijo un oficial cercano al Presidente-, ahora lo recuerdo, hasta parece que sucedió ayer. Felipillo está re loquillo y habla de Eliot Ness, gangsters y una ley de Prohibición. Acá, los niños juegan a que son El Chapo, el hombre más malo de todo el maldito pueblo\”.

A Carlos Slim le brillaron los ojitos cuando David Henry Sterry dijo algo sobre \”ganar billones de dólares en impuestos a las drogas (como se hace con cigarros y alcohol)\”.


1. Yo no sé cómo el autor afirma  nada sobre el Presidente. En México, a nadie le interesan las intimidades de los mandatarios y mucho menos las de los Secretarios de Estado.

2. El misterio de \”cómo es que Forbes obtuvo la contabilidad de El Chapo\” se resuelve al descubrir que tenientes de distintos cárteles han abierto cuentas de Twitter para mantenernos al tanto de las últimas declaraciones de sus jefes.

3. El Chapo debe tener much
o cuidado porque es más fácil que lo agarre Hacienda por evasión de impuestos…

Ahora: hemos hecho cuentas de todos los empleos que se generarían si fuese legal crear una empresa llamada \”Churros el Chapo, Inc\”:

*Contratar contadores, secretarias, gente de oficina, y darles capacitación.

*Pagar el IMSS de: tenientes, comandantes, cocineros, cuidadores de tigres, campesinos y de tooodos los familiares.

*¡Publicidad!!! Las pobrecitas televisoras se harían millonarias con anuncios de por qué preferir Acapulco Golden. Los famosos contratados donarán parte de sus ganancias a Centros de Integración Juvenil, así como Ana Claudia Talancón, Jesús Ochoa y Molotov acaban de financiar edificios nuevos para Alcohólicos Anónimos, cortesía de la Fundación Saúl Lisazo \”para un Bacacho sin Cirrosis\”.

*Anuncios en la publicación de Marco Beteta, quien nos deleitaría con la lista actualizada de \”Los mejores 100 coffee shops para ponerse hasta la eme\”.

*Fertilizantes para churros orgánicos (nada de \”mota trasgénica, modificada para impedir el monchis\”).

*Promociones: En la compra de un kilo, te llevas gratis una pasta (raticida de a treinta varitos). O paga a 12 meses sin intereses… como la tenencia.

*Vigilantes para que nadie se fume la mercancía antes.

*Donar a enfermos crónicos es deducible.

Ya, en serio: yo no sé por qué la hacen tanto \”de tos\”.