Sam Neill, mi querido diario, mi mejor y más fiel amigo, mi primer gran crush gracias a Jurassic Park… Ya lo he dicho: ¿Qué tal si la memoria me engaña? Por eso fue que a los catorce años de edad comencé con mi infame Querido Diario Sam Neill (antes tuve otro llamado Norma, por una prima que no es mi prima sino como una hermana… pero lo rompí en alguno de mis inusitados berrinches). Y que nadie me diga y que nadie me cuente que las cosas no pasaron así como las viví yo. [caption id=\"attachment_2007\" align=\"aligncenter\" width=\"723\"] Sam Neill, mi novio eterno de Jurassic Park.[/caption] Siempre dije que eso del Querido Diario Sam Neill fue inspirado por Ana Frank, pero nel: Mi no-prima llevaba años y años escribiéndole al Dr. Peter Venkman, pero el de la caricatura, ehhh… Me llevé una gran decepción con el cero guapo Bill Murray de la película la primera vez. No dudo ni tantito que me siga dando miedo el Hombre de Malvavisco porque se parece a las benditas estampas Garbage Pails Kids. [caption id=\"attachment_2008\" align=\"aligncenter\" width=\"905\"] Pinche Javier Duarte JaviDú, neta que me recuerda a alguien pero no sé a quién…[/caption] De hecho fue gracias a ese “Peter Venkman” ajeno que me enteré de que no sólo fui una niña exasperante: también era más cabroncita que hermosa, toda una troll. Diría que lo sigo siendo, pero ahora soy una irrespetable profesora y madre de familia. En unas vacaciones esa prima se quedó en mi casa, y aproveché mientras se bañaba para abrir su diario a escondidas. Así me enteré con que ella soñaba con “ser tan mula como Jéssica”… ¡Ah, chi!, ¿que yo soy queeé? Y sí: podría decirse que esa chica cumplió su sueño, y con creces.