Cada día vivo con lo que siempre soñé. Por las noches sueño con lo que antes perdí.
Si hago un balance entre lo que quise y lo que ya no necesito pedir, salgo ganando pues nada me falta, cuento con lo indispensable para forjar mi existencia. Nunca creí que sería feliz pero así es: hago lo que quiero, estoy con quien amo y duermo sin preocupación ni prisa.
Cada mañana despierto contenta sabiendo que comeré rico, que mi mami y mi hermana me esperan en Messenger, que Héctor llegará a medio día para apoyarme con dos loquitos que son mis alumnos, que mi perrito está sano. Por las noches me cubro con cobijas y besos y lunas y estrellas.
Ya quiero que amanezca otra vez… cada vez…