Literatura

Ansiedad

ANSIEDAD

Daría lo que fuera, lo mucho o lo poco que tengo, lo que aún me queda con tal de que me consueles una vez más, con tal de poder recurrir a ti cada que necesito una salida que otros tachan de sencilla, una simple forma de olvidar que se supone que ya maduré, que ahora sí tengo responsabilidad que cumplir. Sólo desearía elegir una vez más cómo es que quiero caer y con qué, el arma que utilizaré para seguir mutilando mis entrañas y también mi cabeza. ¿Por qué de pronto es tan complicado hacer lo que debo, y no lo que necesite para fingir no sentir?
Quisiera perder el sentido del tacto. Ansiedad.
Ahora es cuando extraño esa única mañana o tarde en que desperté de anestesia: no recuerdo si acaso soñé, pero sí que fue lindo no saber dónde estaba ni quién era. A veces extraño el derecho a estar deprimida y sin esperanza, llorar porque pasa una mosca y porque tengo que matarla para que nadie más lo haga.
Quisiera tanto tenerte de nuevo en una cajita secreta, poder mirarte y que la boca se me haga agua porque no quiero tocar, no porque de antemano sé bien que de nuevo echarás a perder mis esfuerzos de ser una persona normal, de ser quien no dependa de nada ni nadie. En cuanto te desaparezco reniego de ti, yo misma soy quien tira a la basura tus pocos restos que guardé para devorar cuando en serio en serio me hicieras falta, para atascarme otra vez hasta perder la razón. Ansiedad.
Yo que rogué volverme loca porque creí que era mejor que sentirme así, Dios, mi \”distimia de adolescente\” que me sirvió para tres cosas. ¿Por qué carajos comencé a escribir sobre esto si lo que menos deseo es recordar?
Claro que te agradezco por haber hecho humo los últimos diez años o más, ya no sé, hay miles de sucesos difusos que se perdieron en alguna zona de mi neblina mental. ¿Qué caso tiene hacer nada si nuevamente llegaré a este punto en que quisiera no ser, no estar, morirme una semana como decía Sabines?
Y sé que justo es ahora cuando debo ser fuerte y no dejarme llevar por el ansia que aún me provocas tú y todo lo que se parezca a ti. Da igual, simplemente da igual porque quiero buscarte cuando estoy triste o porque tengo algo que celebrar, porque quiero aventar el mucho o poco dinero que tenga con tal de sobornarte, con tal de que ya no me dañes y que todo sea como antes, cuando comencé. Nunca creí que se cumplirían las nefastas profecías ajenas, que en verdad ibas a resultarme peor que mi enfermedad; nunca creí que esas obvias verdades son negadas sólo por quienes no saben lo que es estar en el fondo del agujero y con ganas de que te caiga el piano de la caricatura Acme.
Poco a poco comprendo (¿ya para qué?) que mi necedad de ti es una idea que yo solita creé, me tragué una mitología donde eres algo milagroso que me curará de cualquier mal pero no, no fue así. Han sido al menos ya seis veces en que no la veía llegar y sin embargo estoy aquí, lamentando pendejadas como el no ser valiente, lamentando cada una de mis quejas siendo que existen otros más jodidos y con más mierda irreversible que cargar. ¿Cuántos años llevo ya tratando de superarte, de hacerme la ilusión de que no fuiste más que alegría artificial que no pude atrapar para mí?
Sólo debo dejar que transcurran veintisiete horas, sobrevivir día tras día agradeciendo porque puedo abrir los ojos aunque vea borroso entre lágrimas idiotas. Mientras seguiré riendo anónimamente de quienes caen en tu misma trampa, de quienes no escarmienten en cabeza ajena habiendo cientos de películas que hablan de que sólo hace falta pisar una cárcel, maldita sea por siempre mi obsesión de ti. Sólo la cárcel y una tumba sin lápida para que nadie se burle porque terminé ahí, como antes tanto soñé.
¿Por qué son tan críticos los primeros días, los primeros meses? Ni siquiera eres tú, hace tiempo me di cuenta de que sólo me gustas durante un tiempo límite. Ya me da igual si te sustituyo y froto la primera lámpara de Aladino que aparezca frente a mí. Nunca tuviste sentido, sólo desperdicié mi tiempo acosándote, googleando información sobre ti cuando ya la sabía de memoria. Por eso espero no volver a abrir mis venas para encajarte a la fuerza, aunque no me atreva jamás a desgarrarlas de nuevo por más berrinches insoportables que haga.
Yo que te elegí por sobre todas las cosas, carajo, yo que dejé mi vida por un objeto inanimado que olvidó su alma para que yo me perdiera en esta ansiedad cuesta abajo que no termina, no termina…
]]>

Sorry I missed your life.

Sorry I missed your life.

Sorry I missed your life.

Jéssica de la Portilla Montaño.

\"Sorry
A veces me quedo así, con la tele encendida pero en silencio, escuchando a lo lejos las risas de fiestas a las que no me invitaron.
A veces tomo cientos de fotos que con nadie comparto, miro publicaciones sin comentarlas, descarto muertes de personas que jamás me conocieron y que tampoco supieron que existo.
A veces tarareo las canciones de mis borrachos vecinos y sus amistades de rato, esos que ni saludo y que tampoco harán nada si un día me asesina un intruso.
Vivo mi nula realidad sin más ruido, paso desapercibida y congelo los platillos de quienes no me avisaron que nunca más llegarían.
Ya estoy muy vieja para sufrir por la ausencia de relaciones temporales, amistades que no supe en qué momento dejaron de ser confidentes para transformarse en un like de tantos.
Ya estoy muy vieja para insistirle a fantasmas, para sentir celos por no haber sido requerida en tu evento nocturno, por no aparecer en las fotos de vicios y besos que al final avergūenzan.
Ya estoy muy vieja para envidiar tu gran círculo, para vivir en otra tierra donde los sueños se cumplan.
No haré más que ignorarme y hacer como que esto fue escrito al azar, porque me preguntarías si acaso estoy triste como a veces acostumbro, con intención de consolarme otra vez. Y la verdad es que no: me gusta no estar con gente que a fin de cuentas se va diluyendo como tú hiciste.
 

Disculpa si me perdí de tu fiesta vida.

No me vuelvas a considerar para platicarme tu interminable miseria, me tiene sin cuidado dónde te claves el cuchillo o si te comes la galleta envenenada para Winnie Pooh. Me vale si te diviertes o si se muere tu madre o tu perro o tu rata, por mí que se pudran tus venas para que no me distraigas más con tus cuentos.
¿No ves que no importa lo mucho que dices sino lo poco que callas? Eres banal, banal y superficial y sonríes solo para una cámara, para tu celular que no suena si no hay música o alcohol de por medio.
Menciona un solo nombre de una sola persona a la que en verdad le importes… verás que no existe, ni siquiera tu sangre, y que no necesitas que pase una década para que los seres que ayer brindaban contigo hoy se olviden de que tienes abierto el falso Messenger.

Museo del Desierto en Saltillo, Coahuila, México

Museo del Desierto en Saltillo, Coahuila, México [caption id=\"attachment_2528\" align=\"aligncenter\" width=\"960\"]\"Museo Museo del Desierto, Saltillo, Coahuila, México.[/caption] La semana pasada tuve la fortuna de irme de inesperadas vacaciones a Saltillo, capital de Coahuila, al norte de la República Mexicana. Digo que fueron vacaciones pero para mí, porque mi esposo Lic. Héctor Juárez Lorencilla se fue a trabajar, prácticamente solo nos vimos para comer y cenar. E inesperadas porque el viernes me llegó con la noticia de que …

AMLO ganó y no pude ser defensora del voto

AMLO ganó, no pude ser \”defensora del voto\”, y perdí mi libro en un sentón AMLO ganó. #AMLO ganó. Se los dije. ¡Y no les cobré por leerles el futuro de nuestra nación! Ayer hubo elecciones en mi México que no me duele. Días antes ya me preguntaba cómo demonios iban a orquestar ahora el fraude, sin más, para endilgarnos al odioso del Pepe Meade. En casi cada spot televisivo de estos meses recurrí al valioso botón de MUTE del control remoto. Aún así alcancé a escuchar un par de burradas como …

Aniversario número once de TodoMePasa 

Aniversario número once de TodoMePasa !Buenas tardes! Hace ya una semana que este blog de TodoMePasa cumplió nada menos que once años de vida. Once. Y si bien prometí que lo iba a actualizar lo antes posible, aunque aún no reparan mis computadoras (zzz) y en este momento no estoy escribiendo sino dictándole al reconocimiento de voz de mi teléfono, la puritita verdad es que mi internet ha estado fallando asquerosamente. Pero pues aquí estoy. Aquí sigo. Voy retrasada con colaboraciones por motivos obvios, desde el año pasado tengo textos pendientes de …

Se murió mi perro Domi

Se murió mi perro Domi.   Al menos todo indica eso… Llevo días posponiendo escribir al respecto, por no hacerlo oficial. Llevo días posponiendo escribir cualquier cosa, de hecho, por si se preguntan por qué tanta inactividad. Incluso comencé el borrador de esta publicación hace una semana, pero luego no pude seguir. ¿O acaso alguien en el mundo tiene ganas de escribir un Se murió mi perro? Hace un par de semanas me telefoneó el señor que recogió a Domi el mismo domingo que se perdió. Dijo que a Domi lo …

Se perdió mi perro Domi en León Guanajuato

Se perdió mi perro Domi en León Guanajuato

Fue en un mes de enero que se ocurrió obsequiarle a mi esposa un perro, el Domi o Dominó. Lo metí en el buzón, era una pequeña bola de pelos blancos con manchas negras.
Desde el inicio se ganó nuestro cariño, o nos ganamos su cariño. Noble, juguetón, chillón, simpático.
Tener un perro, gato, conejo, tortuga, cualquier mascota, requiere de muchas atenciones. Y mi esposa nunca dejó de atender a Domi, como le decíamos:

  • Recoger las heces del perro a diario.
  • Lavar el patio diario.
  • Sacarlo a su paseo diario.
  • Darle de comer a diario.
  • Darle agua a diario.
  • Limpiar la casa del perro cada tercer día.
  • Lavar su ropa cada ocho días.
  • Cortarle el pelo cada 4 o 5 meses.
  • Cortarle las uñas.
  • Bañarlo cada ocho días.
  • Peinarlo.
  • Desparasitarlo.
  • Adiestrar al perro para obedecer ciertas órdenes (sentado, arriba, gusano, chócalas).
  • Llevarlo al veterinario.
\"Se

¿Cuántas horas invirtió mi esposa en el Domi?

Siempre lo hizo con gusto, lo cargaba, le daba sus premios, le daba atención, le daba todo.
Un día se le ocurrió a mi esposa que el Domi estaba solo, que necesitaba un compañero. Y se lo fuimos a buscar: adoptamos a “Tifón”.
Una familia de esposa, esposo y dos perros.
Después nació mi hija Aranza, y conforme crecía, la relación …