Instituto Electoral del Estado de México y los actos ilícitos de la elección de 2017
Del Partido de la Revolución Institucional (PRI) se puede esperar cualquier bajeza y marranada. Basta abrir YouTube y ver la serie de sinvergüenzadas que realizaron los partidarios priístas.
No vale la pena enumerar la serie de engaños y fraudes. El punto es centrarse en el órgano que revisa y legitima la elección. El Consejero General del Instituto Electoral del Estado de México, Pedro Zamudio, ¿va a permitir estos actos ilícitos?
Los delitos electorales son acciones u omisiones que lesionan o ponen en peligro el adecuado desarrollo de la función electoral. Y atentan contra las características del voto que debe ser universal, libre, directo, personal, secreto e intransferible. Están contenidos en la Ley General en Materia de Delitos Electorales: En su Título Segundo, Capítulo Segundo, establece los delitos en materia electoral.
¿Será correcto validar una elección llena de vicios y de irregularidades? El Instituto Electoral del Estado de México y Pedro Zamudio tienen una responsabilidad muy grande. O perpetuan la ilegalidad y dañan a la población del Estado de México… O enfrentan con coraje y decisión todas las violaciones a la Ley General en materia de Delitos Electorales para darle la victoria a quien tenga la mayoría de votos.
Si en el ejercicio de la legalidad resulta que en efecto la mayoría votó por el PRI, pues adelante, que se quede el gobernador priísta Alfredo del Mazo. Si resulta que la ganadora fue de Morena, Delfina Gómez Álvarez, a buena hora la corrección. El Consejero General está obligado a actuar dentro del Estado de Derecho. Y no se puede quedar con los brazos cruzado viendo el mar de irregularidades que hubo, el dispendio y compra de votos, la amenaza y el robo de urnas, etc.
Nadie en su sano juicio puede quedarse callado.
Espero que el señor Pedro Zamudio actúe con justicia y rectitud, que tome y revise todas las actas. Que haga un escrutinio honesto para que el candidato que haya obtenido más votos asuma la gubernatura.
Ojalá que el Consejero General desoiga a toda la bola de paleros y columnistas pagados. Que base su labor en los documentos que tiene en su poder y pueda declarar a un ganador, de forma honesta y justa.
Quizá lo que escribo para muchos sea un sueño, una tontería sabiendo los caminos que toma la política real. Pero prefiero ese sueño que la pesadilla de la realidad: Inseguridad generalizada, crimen organizado, desempleo, pobreza, mala educación, pésimos servicios de salud, sistema de justicia en pañales, gobernadores corruptos, una reforma educativa más publicitada que una diva, asesinatos de Estado sin resolver, fraudes en las paraestatales, etc.
Escriben los más serviles: “De la que nos salvamos”, “imagínense lo que hubiera pasado con Andrés Manuel López Obrador”. Lo que nos acontece todos los días ha de ser una chulada de vida… Cómo es posible que sean tan viles, pendencieros e ineptos. Pobres sujetos, escriben sus columnas para seguir manteniendo su forma de vida llena de dádivas, lamiendo la mano del amo, moviendo el rabo de quien los tiene con una cadena.
–Bravo, ganó el PRI –decía una señora–, ahora vamos a cobrar. ¡Que no hay pago! Ay, hijos de la chingada, pero si ya sabemos cómo son esos ojetes, y allí vamos, pero si somos pendejas. Y ahora, ¿qué hacemos?
–Vamos a protestar, pinches culeros. Ahora nos cumplen o decimos todas las chingaderas que nos pidieron hacer.
–No, manita, mejor ya vámonos, le hacemos la chillona al diputado y él sí afloja.
–¿Cuánto nos iba a dar? Diez mil pesos por los 14 votantes que les llevamos.
Esa es la democracia del PRI.
La democracia publicitada es cara, muy cara. Miles de millones de pesos usados por todos los aspirantes a un cargo público. Más de 40 mil millones de pesos, esto es lo que costó este ejercicio antidemocrático. Mientras, 11 millones de mexicanos viven en la extrema pobreza, sin casa, sin educación, sin salud, sin alimentos.
A los defensores del sistema priísta no les importa esto, solo quieren sustentar el poder. Después ya verán qué hacer con esos pobres.
De acuerdo contigo. Pero no entendemos o no entienden porque yo no voté por el PRI, pero son más los acarreados que reciben algo a cambio que los ciudadanos que si deseamos democracia.