Depresión: Nada peor que un suicida pendejo

Depresión:

Nada peor que un suicida pendejo

Texto: Sundae Junkie

  Disfrutaba el vivir con depresión. A veces el clima decidía bendecirme con días lluviosos y tristes, con días tan grises y opacos como yo. Era cosa del diario pensar en matarme y el cómo. Resultaba inevitable imaginar mi próxima desaparición. Soy de esas personas que disfrutan su tristeza, que la alimentan con música, películas y libros. Eterno resplandor de una mente con recuerdos. Me gustaba sentarme al borde de mi abismo sin jamás llegar al fondo. Era lindo asomarme al infierno del que aún sigo saliendo. Planear los detalles de mi muerte me distraía lo suficiente para jamás hacerlo. Las veces que sí me provoqué daño físico fue en el momento, sin pensar, de puro impulso. Entre más ideaba e idealizaba matarme corría menos peligro de cumplirlo. Internet resultó ideal para buscar métodos infalibles. Nada peor que un suicida pendejo que, encima de verse obligado a seguir viviendo, deba hacerlo discapacitado. Si te vas a matar, hazlo bien. Es lo único que realmente estás obligado a realizar a la perfección. [caption id=\"attachment_1511\" align=\"aligncenter\" width=\"720\"]\"Depresión. Depresión. Nada peor que un suicida pendejo. Interpol: Obstacle.[/caption]

Disfruté ser un zombi que intentaba no propagar su virus crónico de depresión.

Recorría mis pasillos mentales sin rumbo fijo, caminaba en círculos concéntricos buscando quién era yo. Solía analizar mis ideas hasta el cansancio, hasta que perdieran cualquier sentido. Autocompasión. Despertaba porque eso era lo correcto. Iba a la escuela, iba a la oficina porque eso era lo esperado. Y siempre sonriendo, porque así me veía más deseable para mis depredadores. El maquillaje perfectamente aplicado logra ocultar en algo mi putrefacción. Está por de más mencionar los motivos que forjaron a ese intento de persona. Quien me conozca, los sabe de memoria. Y quien no, tampoco habrán de importarle. Existen ciertas desgracias que media humanidad debe soportar porque la otra mitad las encubre, las fomenta, las solapa. Guerras individuales, familiares, de barrio. Guerras mundiales a pequeña escala.

¿…Continuará?

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