Hace un par de décadas salí con un acosador, ni me acuerdo cómo se llamaba, pero iba en la Generación XXXIX de La Escuela de Escritores Sogem Coyoacán y usaba mucho más delineador en los ojos que yo.
Digo “acosador” porque yo, bien tonta, creí que era romántico que leyera mi blog de entonces (Gina Halliwell en los Spaces de MSN) varias veces al día sin atreverse a hablarme. Y cuando por fin me habló, ni al caso porque tardó más en hacerlo que en ghostearme. Por eso NO recomiendo salir con alguien que diga que eres su amor platónico y tarugadas así.
Gracias a este sujeto supe de la existencia del bruxismo, que es cuando fuerzas la mandíbula y tallas los dientes, lo cual va desgastando la superficie. Para evitar que se te rompan las muelas o que tus dientes se limen el uno al otro hasta la raíz, debes usar un protector bucal para dormir.
Pues resulta que de vez en cuando uso difenhidramina (Benadryl) para dormir. Hace décadas lo usé de forma diaria sin mayor problema hasta que tuve un incidente por culpa de un horrendillo más horrendo que infiel.
He tomado melatonina casi diario, a veces de forma intermitente. Hace poco me recomendaron el citrato de magnesio y me funcionó bien, pero seguí con la melatonina y retomé la difenhidramina para casos de emergencia, porque en días de escuela de mi hija me tengo que levantar a las 7 de la mañana, haya dormido o no.
Por cierto: escribo esto a las 5.23 de la mañana de un sábado. Horror. Ahora que son vacaciones decidí suspender todo cold turkey, porque me sucedió el show que describo a continuación…
No volví a comprar el citrato de magnesio aunque es relativamente económico y tengo cerca Farmacias Guadalajara.
La melatonina Revenox 3mg la tomo justo antes de dormir, me ayuda a conciliar el sueño casi de forma instantánea. La dejo a que se disuelva bajo la lengua y apago todas mis pantallas no sin antes hacer Wordle en inglés, en español (La palabra del día) y el reto diario de la app de Sudoku.com. A veces me gusta leer la Biblia en el Amazon Kindle antes de dormir, pero siempre me regreso desde Génesis o desde San Mateo, así que termino leyendo los mismos libros sin avanzar más.
El citrato de magnesio lo tomaba al menos una hora antes que la melatonina. La segunda es para conciliar el sueño lo antes posible, y el primero era para volver a dormirme sin problema si despertaba en la madrugada (como hoy).
Hace como un mes empecé con síntomas algo más fuertes de la sejuela (Se jue la juventud… chiste viejo de mi mamá o sus amigas). Pues cómo no, si estoy a 5 semanas de cumplir 46 años. Y aunque llevo un año tomando 5 miligramos de medroxiprogesterona (Provera) 10 veces al mes como primer reemplazo hormonal, el insomnio lo he tenido toda la vida, prácticamente desde que tenía 9 años de edad y me traumé con esos comerciales ochenteros del “Y mucho ojo”.
Así que se me hizo fácil tomar la difenhidramina con mi melatonina un poco más seguido. Llevo un par de años tomándola los días del periodo menstrual para dormir sí o sí; pero con la edad ahora hay algo PEOR que la regla y son los días de la ovulación, jaja. Quienes estén con la perimenopausia o premenopausia lo comprenderá. Los cólicos de la ovulación son todavía peores que los del dispositivo intrauterino T de cobre…
Empecé a poner el aviso en mi calendario de Google: seis días antes del esperado de mi periodo (“Andrés, el que te visita cada mes”, decíamos en los años 90) me aparece un recordatorio de “Comprar toallas y cerrar la boca”, porque me pongo irritable o sentimental o peor, y al día siguiente ves que todo fue hormonal y ni modo, hay que disculparse con los que tienen que aguantarte todo el tiempo.
Y se me hizo fácil empezar a tomar el benadryl esos seis días antes del periodo, más el periodo.
Cuando me di cuenta, ya lo estaba tomando a diario. Solo 25 mg, y solo durante un mes. Creo…
Y entonces, totalmente de la nada, desperté una madrugada, porque despierto seguido de madrugada o mis vecinos ruidosos me hacen el favor de azotar su puerta al salir.
Desperté apretando los dientes.
WTF?
Me acordé de la tontería del bruxismo y eso.
Pero no le di importancia hasta que volví a despertar apretando los dientes. Una vez, dos, ni las conté.
Busqué lo del protector o guarda bucal en Amazon, que es donde hago casi todas mis compras.
Y luego se me olvidó, como siempre, hasta que pasó lo peor, o casi:
Estaba feliz y contenta lavándome los dientes con un cepillo eléctrico que mi esposo ganó en un giveaway. Y de pronto ¡zas! Como en Malcolm el de en medio, que estoy viendo de nuevo en Disney+, cuando Lavernia pelea a golpes con Francis y termina escupiendo un diente. Pues así… No escupí el diente jaja, pero sentí un trozo de algo y al verlo así de ¡GÜEEE!!! ¡Me rompí una muela!!!
Pero no. Fue el susto nada más, porque de inmediato saqué cita con mi dentista, y “solamente” fue la resina. Por eso me gustaban más las amalgamas, bah, pero seguro dirán que el envenenamiento por metales y bla bla bla.
No diré cuánto me costó el chiste, porque una de las reglas de la Magia financiera es no quejarte de los pagos hechos si quedaste satisfecho.
NADIE te dice que el Benadryl causa bruxismo. La única “persona” que me lo dijo fue Deepseek, que se ha convertido en mi inteligencia artificial favorita. Dijo que los antihistamínicos en general pueden causar bruxismo al dormir, unos más que otros, pero que la difenhidramina en definitiva es una causa del súbito bruxismo que experimenté.
Mi hija salió de vacaciones desde hace una semana, así que decidí suspender todooo uso de somníferos, al fin que trabajo en casa y yo hago mis citas de lectura de Tarot. Olvidé comprar más melatonina, iré este lunes sin falta. Ahí tengo Benadryl y podría tomarme una ahorita, al fin que compré un protector bucal en Amazon, muy incómodo por cierto. Además de melatonina intentaré de nuevo con citrato de magnesio o alguna otra variante como glicinato y no sé qué más hay. Y una vez que de nuevo tenga que dormirme máximo a las 11 de la noche para despertar a mi hija a las 7 de la mañana…
Cómo envidio a mi hija y a mi esposo, que son de los que ponen la cabeza en la almohada y ya se quedaron dormidos. A veces ni almohada necesitan. Héctor puede estar bebiendo café todo el santo día, y aún así dormir como bendito bebé. Le podría dar una jarra de expresso antes de mandarlo a la cama, y seguro que descansa como bendito. Se nota que tiene la conciencia tranquila, no como otras…
Aquí corto esta historia ridícula. Veremos si logro dormirme ahorita a las 6.30 de la mañana de este sábado de vacaciones de Semana Santa.
Si no logro volver a conciliar el sueño en la madrugada, no me gusta tomar siesta en la tarde porque luego ya no puedo dormir en la noche.
Pero a esta edad igual tendré que considerar dormir cuando se pueda y como sea. Me conseguiré una Lavernia que me agarre a golpes…