Mes: diciembre 2016

Ana Segovia: Un cumple muy singular (cuento)

Ana Segovia – Un cumple muy singular (cuento)

En exclusiva para AntologArte, Literatura Infantil y Juvenil.

Ilustración: abtuno.

TodoMePasa.com

 

Para Mariana Villanueva.

[caption id=\"attachment_923\" align=\"aligncenter\" width=\"768\"]\"Ana Ana Segovia: Un cumple muy singular. Ilustraciones: Abtuno. Para AntologArte, Literatura Infantil y Juvenil, de TodoMePasa.[/caption] Lilia miraba por la ventana, parecía que iba a llover pues el sol se estaba ocultando atrás de una nube. —Lilia –preguntó la madre–, ¿quieres salir a dar un paseo? —No, mamá, ¿no ves que va a llover? —¿Cómo crees? El sol se ha metido detrás de esa gran nube, pero no hay más nubes como para que llueva. —¿No ves cómo se ha oscurecido todo y se siente la humedad de la lluvia? –replicó Lilia, molesta. —Está bien, Lilia, si no quieres no salimos… *** Al día siguiente era sábado y Lilia cumplía trece años. Su madre y su padre le querían dar una gran sorpresa. Así que al despertar la niña sintió que algo se movía encima de su cuerpo, brincaba y hacía ruidos raros. —¡Un perro! ¡Qué padre! ¡Está chiquito y es muy simpático! Gracias, papá; gracias, mamá. —¡Qué bueno que te gusta! ¿Verdad que es precioso? –dijo la madre. Pero Lilia, cuando lo tuvo un rato entre sus manos y escuchó las palabras de su madre, lo pensó dos veces y dijo: [caption id=\"attachment_922\" align=\"aligncenter\" width=\"768\"]\"Ana Ana Segovia: Un cumple muy singular. Ilustraciones: Abtuno. Para AntologArte, Literatura Infantil y Juvenil, de TodoMePasa.[/caption] —Oye, pero qué feo olor sale de su boca, ¿siempre va a estar babeando así? —Pues así son los perros, no usan baberos como nosotros –respondió la madre. —Sí, ya lo sé… Lo que quiero decir es que, ¿qué voy a hacer con él si babea tanto? —Pues jugar, Lilia, y si no quieres no juegues cerca de su hocico. Eso es todo. —Mmm, mmm… –musitó la niña y dejó el perro en el suelo diciendo: —Tengo hambre. Quiero unos deliciosos hot cakes –sus padres sonrieron. —Como hoy es tu cumpleaños –declaró el padre–, los tres desayunaremos hot cakes. La madre bajó a la cocina a preparar el desayuno y después de un rato gritó: —¡Lilia, ya están listos los hot cakes! Ven a desayunar. Lilia dejó al perro encerrado en su cuarto y bajó: —¿Por qué no traes al perro para que lo veamos jugar? –preguntó la madre. —Ay, no, mamá. Quiero saborear mis ricos hot cakes sola. No vaya a ser que me los babee. —¡Ay, Lilia! –se quejó la madre. Ya en la mesa Lilia exclamó: —Yo quiero el hot cake más redondo. —Ten, Lilia, aquí está— respondió la madre poniéndole el plato enfrente. Su padre apareció, entonces, recién bañado, y se sentó a la mesa. Su esposa le sirvió su plato. —Mmm, huele delicioso y qué bien te quedan –dijo muy satisfecho. A lo que Lilia refunfuñó: [caption id=\"attachment_921\" align=\"aligncenter\" width=\"768\"]\"Ana Ana Segovia: Un cumple muy singular. Ilustraciones: Abtuno. Para AntologArte, Literatura Infantil y Juvenil, de TodoMePasa.[/caption] —A mí no me lo diste tan bonito. ¡Mira, ya hasta está frío! Su madre lo recalentó pero Lilia se lo comió con desgana. —¿Qué vamos a hacer hoy que es mi cumpleaños? —¿Qué se te antoja, Lilia? –inquirió su padre. —Pues, no sé, ir al zoológico, a la feria, al cine… —Me parece muy bien. Entonces arréglate para salir temprano y hacer todo lo que nos alcance el tiempo. La madre se acercó a la mesa y le dijo: —¿Adivina qué, Lilia? Tu abuela te mandó un regalo. Ten, ábrelo. Entre los papeles surgió un lindo vestido a la moda. Justo lo que Lilia había querido tener. Se lo probó y le quedó muy bien. Era cómodo, sencillo y elegante. —¡Uy, qué guapa, Lilia! ¡Qué chica tan moderna! —exclamó su padre. —Te queda perfecto –expresó su madre. —Sí, ¿verdad? Lilia se empezó a poner nerviosa otra vez. —Pero mira, aquí tiene una especie de arruga. Qué feo se ve. No puedo salir así a la calle. ¡Qué pena! —Pero Lilia, no exageres –dijo el papá. —No exagero, papi. ¿A ti no te daría cosa verte así? No, no quiero ponérmelo y no quiero salir a pasear. Prefiero quedarme en casa con ese perro baboso, sola en mi cuarto. Para ese momento, Lilia ya estaba ofuscada. Con el ceño fruncido y los brazos cruzados se quedó mirando fijamente un punto sobre la mesa. —Lilia, hija, no seas absurda. Puedes ponerte otra cosa y festejar tu cumpleaños como lo habíamos planeado —suplicó la madre. —Pero no quiero. Todo sale mal: el perro, el hot cake y el vestido. Todo termina siempre arruinándose. ¡Qué feo es, además de eso, cumplir trece años! ¡Qué horror! –y Lilia se puso a llorar. Sus padres se acercaron pero ella se levantó y se subió y encerró en su cuarto. —¡ Déjenme en paz! –gritó desde adentro. Lilia lloró un gran rato abrazada al pequeño perro que gemía junto con ella. Nadie la comprendía. Poco a poco se fue quedando dormida. *** [caption id=\"attachment_924\" align=\"aligncenter\" width=\"1024\"]\"Ana Ana Segovia: Un cumple muy singular. Ilustraciones: Abtuno. Para AntologArte, Literatura Infantil y Juvenil, de TodoMePasa.[/caption] En su sueño, Lilia estaba sola en su cuarto. Ese día era su cumpleaños y se había despertado al escuchar los ruidos de alguien en la puerta. Pensó que entrarían sus padres para felicitarla, pero nada pasó. Lilia se levantó y fue a la cocina. Allí se encontró a su madre, quien le dijo: —Buenos días, Lilia. Ya sé que hoy es tu cumpleaños pero no tengo nada para ti. Ayer había un perrito muy gracioso en la tienda pero babeaba todo el tiempo ¡Qué asco! Iba a ensuciar toda la casa, así que mejor lo dejé ladrando en la tienda. Su padre llegaba a desayunar recién bañado: —Hola, Lilia. Ya sé que hoy es tu cumpleaños. Quizás quieras salir a pasear, ¿pero no te parece que va a llover? Con la lluvia vamos a manchar el coche de lodo, llegaremos tarde a cualquier lado y nos mojaremos. Creo que es mejor que te quedes en casa y te ahorres un buen catarro. ¡Feliz cumpleaños! Entonces, su madre intervino: —Bueno, Lilia, tuviste suerte. Tu abuela te mandó un regalo. Ya ves que nunca se olvida de ti. Ten, ábrelo. Lilia sacó el mismo vestido moderno idéntico al que le había mandado su abuela. Por lo menos tendría un bonito vestido. Pero su madre al verlo dijo: —¡Uy, tu abuela sí que se modernizó. Se pasa, ¿no? A ver, pruébatelo. Cuando Lilia tenía puesto el vestido, su padre le dijo: —Mmm, no me gusta que te veas tan atractiva, es muy audaz para tu edad. Está muy corto. Los chicos te van a estar molestando en la calle y a ver si no hay un desgraciado que te insulte. —¡Lilia! ¿Ya viste? Tiene una arruga espantosa aquí por el bolsillo. Como que no está bien terminado. Si no fuera por eso parecería un vestido fino. Pero no lo es. —Pero mamá –replicó Lilia–, casi ni se nota… —No, no. No quiero que piensen que yo te visto con ropa de segunda. Mejor se lo regalamos a Doña Pachi. Tiene una hija de tu edad y nos lo va a agradecer. Tú mereces mejores galas, hija. Dámelo, se lo voy a dar mañana que la vea. —Pero, mamá… no es justo –se oyó apenas protestar a Lilia. —Nada, nada. Tú pórtate como una niña buena. Te voy a hacer tu desayuno y te lo llevo a la cama. —Sí, quiero unos ricos hot cakes bien redondos y calentitos. Te salen tan bien… —Qué va, hija. Me salen muy feos, y cuando los sirvo ya están fríos. Mejor te hago unos huevos revueltos como siempre, con sus frijolitos y tortillas. Esos no tienen que salir perfectos. —No importa que los hot cakes no estén redondos, de todos modos me los voy a comer. —De ninguna manera. Anda, vete a tu cuarto. Ahora te llevo tu desayuno. Lilia regresó a su cuarto muy desanimada. Parecía un día como cualquier otro, pero era peor, mucho peor. Se metió en la cama. Ni siquiera había un perro que la consolara. No existía ningún plan para su cumpleaños, y aunque el sol empezara a salir de la oscura nube, ella no festejaría su cumpleaños. Se quedaría en casa rumiando los huevos revueltos de siempre. Nada tenía que ver ese día con su onomástico. Su madre apareció con la bandeja del desayuno y se la puso sobre las piernas: —Anda, m’hijita. Desayuna tranquila. Hoy vamos a relajarnos. Tu padre y yo queremos estar contigo en casa. Aunque él ya se bañó se quedará aquí sin salir. —Gracias, mamá –contestó Lilia. —No, por nada. Ya sabes que te queremos mucho. Bueno, ahora nosotros nos vamos a acostar un rato mientras desayunas, así que no hagas ruido. Cómete todo tranquilita y si quieres ponte a ver la tele como ayer. —Sí, mamá. Cuando se cerró la puerta, Lilia empezó a llorar. El huevo estaba frío; la casa, silenciosa; no tenía ni vestido ni perrito y sus padres estaban encerrados en su recámara. *** Lilia despertó llorando. El perrito lamía sus lágrimas. Abrió bien los ojos y suspiró al ver que estaba en su casa, con su perro, el vestido nuevo en la silla, el olor a hot cakes todavía en el aire y sus padres platicando en la cocina. ¡Qué maravilla! Lilia bajó corriendo hacia la cocina y abrazó a sus padres. Les dio un beso y les dijo: [caption id=\"attachment_925\" align=\"aligncenter\" width=\"768\"]\"Ana Ana Segovia: Un cumple muy singular. Ilustraciones: Abtuno. Para AntologArte, Literatura Infantil y Juvenil, de TodoMePasa.[/caption] —¡Qué delicia de hot cakes hiciste, mamá! Quiero hacer hoy todo lo que podamos. Me voy a bañar rápido y me estrenaré el vestido de la abuela. Papi, ¿no podríamos traer al perrito con nosotros? Pondré un trapito para que no ensucie el coche. —Pero qué cambio, Lilia –expresó su padre–. Claro que traeremos al perrito. Además ya es hora de que lo bautices. ¿Cómo le pondremos? —Sí, Lilia. ¿Qué nombre te gusta? —¿La verdad? —Sí, claro. —Bueno, me gustaría ponerle un nombre especial: Perfectoimperfecto o Imperfectoperfecto. —Pero eso no es un nombre, ¿por qué se te ocurre tal cosa? —Es que quiero decirles que hoy descubrí que no existe lo perfecto solito. Que también lo imperfecto ya es muy perfecto y que amar todo eso me hace muy feliz. Gracias por este cumpleaños tan especial.  
[caption id=\"attachment_504\" align=\"aligncenter\" width=\"1024\"]\"Convocatoria Convocatoria literaria Antologarte 2016 Literatura Infantil y Juvenil[/caption]

Ana Segovia es la cuarta participante de Antologarte, Literatura Infantil y Juvenil.

Ana Segovia Camelo nació en el Distrito Federal en 1957. Obtuvo la licenciatura en Filosofía en la Facultad de Filosofía de la UNAM. Fue profesora de filosofía en la Universidad de Guanajuato y en el Instituto de Artes Plásticas de Taxco, Guerrero. Ha desempeñado actividades académicoadministrativas en la UNAM y realizado trabajo editorial en la SEP, Conaculta, UNAM, UAM, Santillana y en la enah. También cursó estudios como orientadora humanista y psicoterapeuta Gestalt en el Instituto Humanista de Psicoterapia Gestalt. En abril de 2011 publicó su primer libro de poesía, El Dorado, y actualmente se dedica a la labor editorial y al diseño y a la realización de joyas.]]>

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Novela para imaginarse en blanco y negro

“EL COYOTE Y EL MURCIÉLAGO”: NOVELA PARA LEERSE IMAGINANDO A BLANCO Y NEGRO “El coyote y el murciélago” es la nueva novela del escritor chilango radicado en León Bernardo Monroy: un homenaje a las revistas pulps y la cultura popular de la década de los 30, con muchos balazos, sombreros fedora, música swing y danzón. Paradójicamente, la novela está descargable en formato epub, por lo que su medio de difusión principal es el digital, y es posible leerla en una pantalla de celular, laptop, PC o iPad. Cabe señalar que su descarga es gratuita, en el sitio de Vozed, especializado en la difusión y promoción de la literatura, creado y dirigido por Humberto Bedolla.  

DEL MUNDO DEL PAPEL AL DIGITAL

“El coyote y el murciélago” arranca en 1936, cuando dos muchachos, de nombre Ezequiel y Julián, deciden imitar las aventuras de los héroes más populares de aquel entonces, como El Avispón Verde, La Sombra, El Llanero Solitario, Doc Savage o Conan el Bárbaro. Como es de esperarse, uno asumirá el papel del héroe y otro del villano. Respecto a su novela, Monroy explica: “El coyote y el murciélago está narrado al estilo de las novelas pulps, los seriales radiofónicos y las tiras cómics de los años treinta y, como tal, no tiene más objetivo que entretener. Quise imitar toda la acción, aventura y emoción de aquella época”. “Hoy en día lo retro está de moda: las películas de los ochenta, la moda rockabilly de los cincuenta, los nazis de los cuarenta con Donald Trump… y la emoción, divertimento, personajes y aventuras de las revistas pulp de los treinta. Prueba de ello es la excelente serie Agente Carter”. “Quise explicar a los lectores más jóvenes el origen de lo que hoy en día son los superhéroes. Por eso incluyo como protagonistas a Stan Lee, Bob Kane, Bill Finger, Jerry Siegel y Joe Shuster, entre otros, creadores de personajes como Spiderman, Batman y Superman”, informa el autor y periodista. La influencia de los pulps la podemos ver claramente en las películas de “Indiana Jones”, y “Captain Sky and the world of tomorrow”, por mencionar solo algunos ejemplos, y no precisamente “Pulp Fiction” de Tarantino. [caption id=\"attachment_894\" align=\"aligncenter\" width=\"429\"]\"Una Una novela para imaginarse en blanco y negro: El coyote y el murciélago, de Bernardo Monroy.[/caption] Pero… ¿Qué fueron las revistas pulp? Los pulps fueron unas revistas que proliferaron durante los años 20, 30 y 40 del pasado siglo. Estaban impresas con un tipo de pulpa de madera bastante corriente, amarillento y barato, de allí su nombre. Las pulp magazines tenían historias de aventuras y acción pura y dura, con personajes heroicos, valientes, virtuosos, damiselas en peligro tan voluptuosas y semidesnudas que hoy en día serían motivo de censura, y villanos crueles, lascivos, amorales. Por lo general, su calidad literaria era dudosa, pero había honrosas excepciones. Los pulps fueron el espacio donde se dieron a conocer autores ahora clásicos, como Raymond Chandler o H.P. Lovecraft, entre otros. La novela está disponible para su descarga gratuita en el portal de Vozed. Cuenta con la selección y edición de Humberto Bedolla, diseño gráfico y portada de Lizzeth Bedolla e Ilustraciones del youtuber y dibujante también defeño radicado en León Ron Durden.  

SINOPSIS Y DESCARGA

México, 1936. La época de los grandes cambios sociales, del swing, las últimas películas de Chaplin y el surgimiento del cine de charros, el art decó y Agustín Lara, pero también del nacimiento de los superhéroes como los conocemos: los seriales de radio con El Llanero Solitario, las tiras cómicas de Mandrake el Mago y las revistas pulp, estelarizadas por La Sombra o El Avispón Verde. En esta época viven Ezequiel y Julián, dos muchachos multimillonarios a quienes el ocio los lleva a convertirse en personajes enmascarados salidos de la ficción. Entre disparos de ametralladoras Thompson al ritmo de In the mood, vidas humanas desperdiciadas y violencia innecesaria, los chicos deciden si madurarán o no mientras conocen aspirantes a artistas llamados Milton Finger o Stanley Martin Leiber. http://vozed.org/portfolio/coyote-murcielago-bernardo-monroy/  
SOBRE EL AUTOR
Bernardo Monroy (Ciudad de México, 1982) actualmente vive en León, Guanajuato. Es periodista y ha publicado el libro de cuentos El Gato con Converse y la novela La Liga Latinoamericana. Disponibles en la red para du descarga gratuita, están Slasher de editorial argentina Zona Literatura: http://zonaliteratura.com/index.php/2011/11/20/salsher-novela-de-bernardo-monroy-presentacion-descarga-ebook/ Monroy es aficionado a los videojuegos, los cómics y los géneros de terror, fantasía y ciencia ficción, y escribe porque está frustrado, ya que nunca pudo ingresar a la Escuela de Jóvenes Dotados del Profesor Xavier. Sus textos han sido traducidos al klingon y al élfico.]]>

Tarjetas de cumpleaños para mi esposo

Tarjetas de cumpleaños para mi esposo

Tarjetas de cumpleaños para mi esposo

 
Mi tradición favorita (inventada por mí, por supuesto) es la de celebrar un largo precumpleaños: Cuando menos un mes entero de pequeños regalos, comidas para mi Master Chef personal, preparadas por esta ex grinch de la cocina. Salidas al cine, al centro de León, Guanajuato. Si hay chance ir a Guanajuato capital a subir y bajar por los callejones coloniales. Pasear, brindar juntos, disfrutar.
Desde hace seis años las tarjetas de cumpleaños para mi esposo eran de dos o cuatro personas (abuelita Lupe y suegra Blanca incluidas). Según el día de la semana en que cayera la fecha especial.
Pero ahora, con la llegada de Aranza (alias: Godzuki, Aranzuki, Ayá), las tarjetas de cumpleaños para mi esposo son más caseras y para cinco personas: La niña más bonita de México, dos orgullosos papás primerizos, una abuela consentidora y una bisabuela que hace el mayor esfuerzo para aguantar el ajetreado viaje.
Si hubiese estudiado Diseño Gráfico en vez de Creación Literaria, o si hubiese seguido dibujando de forma autodidacta como hacía antes de dedicarme a las letras… Podría recurrir a un lápiz y no al editor para hacer tarjetas de cumpleaños para mi esposo. Por eso utilicé Canva, es una aplicación tan sencilla de utilizar que no requiere ningún tutorial.
 

El dibujo ya no se me da.

 
No seguí con esa afición como también renuncié a muchísimas otras (patinar, los videojuegos, resolver ecuaciones algebraicas del libro Baldor por pura ociosidad).
A veces ni siquiera tengo tiempo de ponerme a escribir un cuento para alguna convocatoria, de corregir (interminablemente) mi segunda novela o de continuar la tercera.
Porque comienzo mi día cambiando pañales, paso las tardes ganándome la vida, y de cuando en cuando finalizo mis noches arrullando a una niña necia que a la una de la mañana sigue bien ‘cookie’ por comer tanto chocolate (y ni así engorda)…
 

Todo excelente

 
No cambiaría ni uno solo de mis días actuales por el más loco, divertido, excéntrico o lujoso que haya vivido en mi lejano pasado.
No renunciaría a mi vida como madre trabajadora por volver al “mundillo literario”, como le llama Bernardo Monroy. Y mucho menos a la “farándula” de la música electrónica, donde firmando como Gina Halliwell empezó de forma pública este hobby, carrera, como sea que le quieras llamar al vicio de teclear pensamientos.
Mi forma de vida actual depende de aparentar ser aburrida y convencional, pero nadie mejor que tú sabe lo que existe en realidad.
No dejaría de pagar pañales, leche fortificada y consultas médicas para irme de viaje. No arriesgaría a mi hermosa familia, la que me hubiera encantado tener siendo yo niña, por bienes materiales que esconden letras chiquitas.
La primera vez que una persona se enamora siendo adolescente piensa que es el verdadero amor, el único, que ninguno se igualará. Y ha sido tan maravilloso poder confirmar más de veinte años después que tú, el hombre que revivió mi entonces inerte corazón, es quien escribe conmigo cada momento. Quien planea conmigo cada fotografía familiar, quien merece recibir todas las tarjetas de cumpleaños del universo con una sola idea en cada una de ellas:
Gracias.
Gracias por ser el papá de Aranza. Por ser mi pareja, mi esposo, mi amante.  Y por aguantarme. Por escuchar, por regañar, por consentirme, por ayudarme. Gracias por seis años y medio de novios, por cinco y medio casados, por un año y ocho meses descubriendo conmigo la alegría de la paternidad.

Jéssica de la Portilla.