Crianza respetuosa, lactancia materna y el destete

Crianza respetuosa, lactancia materna

y el destete

 

Texto: Anadarinka Guajardo,

lactivista certificado

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Anadarinka Guajardo. Consultor, lactivista certificado por WIC. CN0 097332506.

  ¡Ah! La belleza de la maternidad es el eterno deseo de dormir ocho horas de corrido. Tomar un baño largo sin ser interrumpida. Ver una película para adultos sin escuchar al dictador adorable exigiendo atención o mimos. La paternidad o “parenting” en general es la desactivación de una bomba donde todos los cables son de color rojo. Y detonan emociones en nuestros hijos que nosotros NO esperábamos. Y aunque esto parezca una comedia, es la realidad para muchos padres. Pero, ¿qué pasa cuando estamos al borde de una situación que ya no podemos derogar ni un día más? ¿Y nos visualizamos al borde de actividades que atentan contra la integridad del infante? ¿Actividades que pueden mellar nuestra relación con el pequeño de manera permanente? La respuesta no es sencilla. (Aunque, si alguien tiene la respuesta, puede mandarla a mi e-mail. Jaja.) Las acciones que tomamos con nuestros hijos, por banales o menores que parezcan a nuestro juicio adulto, en los infantes representan etapas cruciales o circunstancias tensas.

Crianza Respetuosa y la seguridad

Desestimar las emociones de nuestros hijos sería una completa falta de empatía. Y con ello les estaríamos quitando lo que más aman los niños en este mundo: una rutina constante. La seguridad de que el adulto (mamá, papá, abuelo, abuela, tío, tía) les protejan y les muestren el mundo con seguridad y con las pautas adecuadas para su comprensión. Y desestimar el nivel cognitivo de comprensión de los infantes para reconocer estas pautas es uno de los errores más frecuentes en la crianza. Los niños saben perfectamente cuál es el momento indicado para abordar estas pautas. Nuestro trabajo consiste en reforzar su confianza y motivarlos a tomar la iniciativa. Para muchos padres el principal reto es que caminen. Otros se esmeran mucho en el habla. A algunos les urge que dejen el pañal. Otras nos preocupamos por quitarles el pecho o el biberón. Lo que todos deseamos en común es que sufran lo menos posible.

En qué consiste la Crianza Respetuosa

Algunas personas, que en lo particular considero como “mi tribu”, me guiaron a través de la Crianza Respetuosa. Esta consiste en considerar la integridad física y mental del infante en la inclusión de una nueva actividad. Respeta sus decisiones y no impone métodos agresivos o severos para adaptarlos a los cambios inminentes durante su crecimiento. Algunas de las corrientes disciplinarias son: Entrenamiento de esfínteres respetuoso, baby lead weaning, porteo, estimulación temprana, empatía y destete respetuoso, entre otras. Hoy, como orgullosa mamá de un niño de dos años y lactivista de corazón, voy a hablarles del temido destete respetuoso. Y de cómo abordarlo en cualquier etapa de la niñez sin desfallecer al momento.

Antes de comenzar:

Quisiera añadir que el destete natural de un ser humano sucede entre los dos y los siete años de edad. Desafortunadamente, la cosificación de los pechos como producto de mercado, ha creado un tabú en cuanto a la percepción del seno y de su función principal: Alimentar. Cabe mencionar que las rudas campañas publicitarias de la leche de fórmula crean un impacto directo en aquellas mujeres que se encuentran en un ámbito de mitos y desinformación. Es por eso que en México solo 22% de mujeres amamantan por lo menos a uno de sus hijos. Y 14% lo hace exclusivamente con leche materna.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la alimentación exclusiva de pecho y/o fórmula hasta los 6 meses como mínimo.

Después se sugiere iniciar con la ingesta de alimentos de manera paulatina y controlada. Pero de los 6 meses al primer año de vida, el alimento principal sigue siendo la leche materna o de fórmula. La leche materna, principalmente por su aportación calórica y de anticuerpos, es la mejor fuente de alimento. (También es la más barata, sencilla, asequible e inagotable.) Si lograste establecer una lactancia exitosa, libraste las múltiples crisis y todos las nimiedades de los meses de sobreproducción, estás por enfrentarte al reto más grande: Quitar la teta con el mismo amor con el que la diste la primera vez. Es recomendable que sigamos el lineamiento de la OMS de amamantar lo más próximo a los dos años. En caso contrario, estaríamos jugando un desafío mucho más grande, ya que el nivel cognitivo no estaría desarrollado del todo. Y la leche materna provee los anticuerpos necesarios para enfrentar las bacterias del gateo y exploración del caminado.
Continuará.
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