Barra de Navidad, Jalisco, en Navidad con mi familia

Barra de Navidad

Barra de Navidad, Jalisco, en Navidad con mi familia

Barra de Navidad, Jalisco, México: excelente lugar para pasar la Navidad con tu familia.
Teníamos tiempo sin hacer un viaje familiar porque, como bien lo dice el nombre de esta página, siempre siempre nos pasa algo. Pero luego de pasar una vida completa yendo con mi mamá y mi abuela a la playa cada año, a pesar de no tener familiares ni amigos que nos recibieran de gorra en Acapulco o Melaque o Florida o Malibú, lugares que juntas hemos conocido, decidí que ya era hora de que Aranza visitara el mar. No la quise llevar antes de que caminara porque pobrecita: qué tal si dejo olvidada bajo el sol, cual North West Kardashian, y ella tostándose hasta adquirir el color de sus prietos padres.
El show comenzó gracias a Pemex, Peña Nieto y su ”reforma energética”: no hubo gasolina en Guanajuato justo en la semana previa a las Navidades. Por eso fue que tuvimos que viajar en autobús, ni modo (si no había gasolina para mi Mustang, mucho menos para el Boeing que no tiene ni Obama), y aventarnos unos trasbordos de fábula porque ya no había lugares disponibles: de León a Guadalajara, a Manzanillo, a Melaque y a Barra de Navidad. O algo por el estilo. Porque, sí: mi mamá quería pasar la Navidad en Barra de Navidad, Jalisco, y pues hasta allá fuimos.
Llegamos al Hotel Cabo Blanco, donde nos atendieron de lujo y comimos como cerdos cuando se les cae la manzanita de la boca.
El show siguió cuando a mi hija se le ocurrió caerse de la cama a las 4 de la mañana (¿ven que los bebés dan vueltas cuando duermen?). A esa hora no había nada que hacer, así que a las 8 la llevamos al Centro de Salud que gracias a Dios estaba a sólo cinco cuadras del hotel.
Nota mental para viajar con niños: hospedarse cerca de un hospital. Saldo: tres puntadas en la frente. Casi justo donde yo tengo una cicatriz que me hice como a los tres años de edad y que ni recuerdo. Jarabe de naproxeno y paracetamol, lo bueno es que a Arancita le encantan los medicamentos.
Un trato excelente en la Clínica de Salud de Barra de Navidad (no estoy segura de si era del Seguro Popular): nos pasaron de inmediato, esperamos como cero minutos y ya estaba mi hija siendo envuelta en sábanas cual falsa oruga para poder coserla mientras yo estaba llore y llore. Supongo que son cosas que los padres tendremos que enfrentar de vez en vez.
La Nochebuena la pasamos en la cena-bufete del hotel. Una delicia. Juro que me serví al menos tres tazones de crema de nuez.
Como la playa cerca del hotel no es muy apta para nadar con niños, fuimos a conocer el Malecón de Barra de Navidad. Parecía alberca. Hasta mi abuela Lupe, con sus 85 años y sin haber llevado traje de baño, se metió a nadar. O más bien a que yo la jaloneara de un lado al otro.
El autobús de regreso a León salía de Melaque, así que una noche antes nos trasladamos para dormir ahí. Cero tiempo de conocer. Fuimos rápido a la playa a admirar el atardecer. Nos quedamos en un bungalow de un hotelito recién remodelado. Mi primera o segunda vez al mar fue precisamente a Melaque, y el hotel donde entonces me hospedé con mi mamá se cayó por un megatemblor que, nos contaba el taxista que nos condujo desde Barra de Navidad (traslado: 70 pesos, menos de 10 minutos), tiró casi todas las casas y abrió la tierra por la que se filtraba el agua. Llegamos a la conclusión de que Melaque es más tipo Acapulco, pero sin delincuentes y con turismo nacional. En Barra de Navidad había un montón de extranjeros, muchos de ellos residentes; soldados del Ejército y marinos vigilando el movimiento. Uno que va a Jalisco con terror de que te secuestren y no, nada que ver, tranquilidad por todas partes, al menos en Barra de Navidad. En Melaque no vimos soldados ni policías ni marinos, pero igual no paseamos gran cosa, estábamos agotados. Ya regresaremos, ahora que haya gasolina y más días para salir con mi familia. Un viaje apresurado para librarnos un rato del estrés. Sin contar la maldita cicatriz en la otrora virgen frente de Arancita, el saldo es: la pasamos bien. Bastante bien. Un excelente lugar para pasear dentro de tu propio país.

1 comentario en “Barra de Navidad, Jalisco, en Navidad con mi familia”

  1. Blanca Montaño

    Hola, qué bueno que le haces publicidad a las playas tan bonitas de tu país, son playas que casi nadie conoce, por eso nos la pasamos tan bien, no como en Acapulco que parece hormiguero la última semana del año.

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