Kylie Jenner mató a Kim Kardashian

Kylie Jenner era esa dulce niña, blanca como Blancanieves, rica como Cenicienta después de casarse con el príncipe. Creció a la sombra de Big Brother, siendo observada veinticuatro horas al día. Daño colateral por ser media hermana de la mujer más fotografiada del planeta. Kim Kardashian fue un video amateur antes de ser fotografía. Dio a conocer primero lo más íntimo de sí misma, lo más revelador y lo más monetizable: Su cuerpo. ¿Acaso existía otra cosa? Demostró que sí, que existía más que eso. Logró exponer su alma, un supuesto yo verdadero. Se diluyó para ser parte de la hora estelar de Canal E! y sus anunciantes. Hace unos años Kim Kardashian estaba en todas partes. Fue más googleada que su amienemiga Beyoncé. Más que Rihanna. Más que otras como Rita Ora que también jugaron a ser artistas para luego desaparecer. Para ser olvidadas, para ser revividas únicamente en función de la ropa que visten o de con quiénes son captadas. Kim Kardashian prestó su voz para algunas canciones. Apareció en portadas de revista. Fingió pocas lágrimas cuando perdía algún pendiente de diamantes. Se preparó mentalmente para ser violada por unos ladrones. La voracidad de internet y sus navegantes destronaron a Kim Kardashian. Una versión casi idéntica pero mucho más joven. Una niña dulce y blanca como Blancanieves que se maquilla hasta exterminar sus pecas. Una versión casi idéntica a Kim pero con más colmillo para hacer bisnes. [caption id=\"attachment_1589\" align=\"aligncenter\" width=\"720\"]\"Kylie Kylie Jenner mató a Kim Kardashian. Gomita asesinó a Araceli Ordaz con sus pestañas postizas.[/caption]

Kylie Jenner aprendió bien, muy bien…

Lo lleva en los genes, por partida doble. Lo lleva en la sangre que algún día inyectará en su rostro. Parte de su estrategia fue un idilio prohibido antes de cumplir la mayoría de edad. Tenía dulces dieciséis, equivalente norteamericano de los felices quince de México, cuando empezó a ser noticia. Labios cambiantes y corazón adolescente. Tyga, veinticinco años, un hijo de la desnudista con quien Amanda Bynes debrayó marihuaneces. En mi vecindario viven incontables Tygas, menos morenos pero más gandallas. Mismo gusto por las vírgenes suicidas. Ya pocos hablan de Kim. Tiene dos hijos, un marido orate, psoroasis, inyecciones de cortisona. Boring. Lo de hoy es googlear a Kylie Jenner, seguirla por Instagram y Twitter. Comprar sus lipkits mate, labiales de ochocientos pesos por pieza. Exhibirse en distintos colores para sentirse un poquito como ella. El estándar de la fama, la mujer de labios gruesos y retos virales, zapatillas de plataforma y ojos smokey, pestañas falsas y sonrisa de: Envídienme, cópienme, ódienme si quieren pero cómprenme, háganme millonaria para seguir pagando: El estándar de la fama, labios gruesos y retos virales, zapatillas de plataforma…]]>

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